UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.
Privados de una educación, los niños de Gaza aprenden a sobrevivir
La educación es un salvavidas vital para que los palestinos en Gaza, Cisjordania y en el exilio logren la emancipación de la ocupación, preserven su identidad y se mantengan firmes frente a la adversidad.
Sin embargo, mientras las bombas israelíes caen sobre Gaza, los niños palestinos se han visto obligados a abandonar sus sueños de convertirse en médicos, abogados o ingenieros para encontrar seguridad dondequiera que puedan.
Según Education Cluster, más de 625.000 estudiantes y 22.564 profesores en Gaza se han visto afectados por ataques a instalaciones educativas y cierres de escuelas.
El 89% de los edificios escolares de Gaza se utilizan como refugios para desplazados internos. Estas instalaciones están a cuatro veces su capacidad y muchas de ellas sufrieron daños por los bombardeos israelíes. Incluso si la guerra termina, será necesario reconstruir las escuelas y muchas seguirán funcionando como campamentos de refugiados.
Hanin Abdu, profesora de biología en Gaza, desplazada y madre de tres hijos, explica que “la ayuda extranjera puede ser capaz de renovar y reconstruir las aulas, pero ¿qué pasa con los miles de estudiantes y profesores asesinados por Israel? ¿Quién nos compensará por nuestra generación perdida?”
Para Hanin, la educación es fundamental para que los palestinos permanezcan en sus tierras. Israel ha hecho esfuerzos deliberados y sistemáticos para dañar la educación palestina. “Mi hija me preguntó por su mochila y sus deberes. ¿Cómo puedo decirle que todo se ha quemado?”, explica Hanin, visiblemente angustiada.
Probablemente pasarán meses hasta que los niños de Gaza reanuden sus estudios una vez terminada la guerra. La suspensión de la educación, agravada por la COVID-19 y conflictos pasados, tendrá un impacto duradero en su futuro, creando un legado de trauma.
Las escuelas han sido reutilizadas como refugios, en particular las que pertenecen a la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina (UNRWA), que han sido objeto de bombardeos incesantes por parte de aviones de combate israelíes. Según afirma UNICEF, Gaza es el lugar más peligroso del mundo para ser niño.
150 escuelas de UNRWA en Gaza son ahora refugios para refugiados, y 130 escuelas administradas localmente también brindan refugio.
“El desmantelamiento del sistema educativo sirve para destruir el significado simbólico de las escuelas de UNRWA, que han sido un testimonio de los crímenes del ejército israelí durante 75 años”, explica Arwa Safi, un abogado palestino-estadounidense de derechos humanos. “Estas escuelas simbolizan la esperanza para los refugiados palestinos”.
En todas estas escuelas, los palestinos desplazados, a falta de gas, ahora utilizan sillas y taburetes para cocinar.
El 80% de la población total de la asediada franja de Gaza ha sido desplazada y no puede trabajar ni estudiar. Se enfrentan a hambre, sed y frío intenso, y tienen acceso limitado a la electricidad y a Internet.
“Los estudiantes de Gaza solían soñar en grande. Ahora aprenden a construir tiendas de campaña y a hornear pan. Están viviendo una pesadilla”, explica Awra.
La pesadilla real de Gaza
Sara Mahmoud, psicóloga en Gaza, cuenta que la imagen de las escuelas provoca traumas en los niños de Gaza. Las escuelas ahora simbolizan la condición de refugiados y un sustituto de la vivienda en lugar de un faro de aprendizaje.
“La sobrecarga sensorial causada por emociones turbulentas tiene un alto costo mental para los niños que viven en este entorno. Carecen de las necesidades básicas para vivir, lo que provoca graves consecuencias para su salud. Estas imágenes mentales preocupantes permanecen impresas en nuestras mentes, dejando un impacto significativo en nuestra psique”.
Los estudiantes están olvidando el tiempo que pasaron en clase, estudiando y jugando con sus amigos. Lo único que conocen ahora es el dolor del desplazamiento y la pérdida de sus familias y su futuro. Según Sara Mahmoud, volver a la escuela resultará difícil y podría desencadenar episodios de trauma y angustia.
En el momento en que se escribió este artículo y según el Ministerio de Educación palestino, 4.327 estudiantes han muerto y otros 7.819 han resultado heridos. 231 profesores y personal escolar han muerto y 756 han resultado heridos debido al continuo ataque de Israel. Mientras tanto, 281 escuelas estatales y 65 escuelas de UNRWA en la franja de Gaza han sido total o parcialmente destruidas.
La autora de este artículo, Rodayna Raydan, es una británica libanesa graduada en periodismo de la Universidad de Kingston en Londres y que cubre el Líbano. El artículo original ha sido extraído del portal de noticias The New Arab. Este texto ha sido editado por motivos de extensión. Puedes ver el texto al completo en el siguiente enlace: https://www.newarab.com/features/robbed-education-gazas-children-learn-how-survive
La educación es un salvavidas vital para que los palestinos en Gaza, Cisjordania y en el exilio logren la emancipación de la ocupación, preserven su identidad y se mantengan firmes frente a la adversidad.
Sin embargo, mientras las bombas israelíes caen sobre Gaza, los niños palestinos se han visto obligados a abandonar sus sueños de convertirse en médicos, abogados o ingenieros para encontrar seguridad dondequiera que puedan.