'Supervivientes' escogió a su repescada y logró el reencuentro más pasional entre Makoke y su pareja

La octava gala de Supervivientes 2025: Conexión Honduras culminó su esperada repesca entre Carmen Alcayde y Laura Cuevas, las dos parásitas que, por fin, conocieron su destino.
Aunque la gran protagonista de la noche fue Makoke que, tras ganar la prueba de apnea, cruzó el puente de las emociones con una venda en los ojos y al quitársela descubrió que al otro lado le estaba esperando Gonzalo, su prometido.
Tras el momento - que pasará a ser uno de los reencuentros más emocionantes del reality-, los concursantes reconfiguraron los equipos, y Koldo rogó que la audiencia le expulsara en la próxima gala: “Conozco mi cuerpo y ya no aguanta más”, lamentó.
La audiencia repesca a Carmen Alcayde y expulsa a Laura Cuevas
El pasado jueves Carmen Alcayde se convirtió en la nueva parásita, junto a Laura Cuevas. Ambas habían sido las expulsadas por la audiencia y este domingo sabrían cuál de ellas se marchaba de forma definitiva y cuál volvía a convertirse en concursante.
Pero antes, el programa les propuso ser las “encargadas de formar los nuevos equipos, de escoger el futuro de vuestros compañeros”. Una misión que tomaron con ilusión, diseñando sus equipos ideales, según las parejas que Barneda les proponía.
Así Alcayde formó un bando con Escassi, Anita, Makoke, Montoya, Álex y Borja, mientras Laura hizo lo propio con Damián, Nieves, Koldo, Joshua, Manuel y Pelayo.
Tras ello, Barneda sentenció quién era la expulsada definitiva y quién la repescada: “Los espectadores han decidido que la concursante que continúa en la aventura sea Carmen”. Justo lo que deseaban las dos y celebraron con un abrazo, totalmente emocionadas.
Madrueño liberó a ambas de la jaula y las dejó marchar a sus destinos deseados. Cuevas agradeció todo lo aprendido, con una sonrisa por volver a España.
El puente de las emociones de Makoke y su reencuentro más deseado
Esta semana para mí es dura porque es el aniversario de la muerte de mi madre, el cumpleaños de mi novio, llevo mucho sin comer“, decía Makoke casi llorando y solo subir al Puente de las emociones. Y aún no sabía que se reencontraría esa misma noche con él.
Antes, el programa le pidió que cruzara el puente con una venda en los ojos (porque ella no lo sabía, pero al otro lado le estaría esperando su novio). La primera palabra que le pidieron que comentara fue “infancia” sobre la que recordó que fue “muy feliz, me hizo los cimientos fuertes”. Agradeció a sus padres, a sus hermanas ser “una piña” y darle esa época “privilegiada”.
Sobre la “fama” aseguró estar “contenta y haber conseguido muchas cosas”, pero también recordó una época en la que le dolió: “Me prejuzgaban, no me he sentido querida por la gente, tienen una imagen de mí de calculadora, fría, seria y lo he pasado mal”, lamentó.
Habló también de la oscuridad: “La he sentido en varias ocasiones en mi vida. Sentía que no podía salir, que no tenía fuerza, pero gracias a la familia he salido. Lo he pasado muy mal por discrepancias con los padres de mis hijos, pero es parte de la vida y después el sol brilla más”.
Aprovechó para pedir perdón a sus hijos por “no haber sido la mejor madre y haberles hecho vivir episodios muy feos”. Para acabar hablando de Gonzalo, su prometido y futuro marido: “Me da la ilusión de mirar al futuro, por vivir, por estar bien, guapa, es el amor desde la madurez, no lo esperaba”.
En ese instante, Barneda le pidió que se quitara la venda y se encontró con Gonzalo delante de ella. Makoke gritó de la emoción y se lanzó a sus brazos. No se despegaron, dedicándose palabras bonitas, con besos y abrazos.