La rapera BB Trickz se negó a pagar a medias en 'First Dates': “Eso es de catalán y me he acostumbrado a los madrileños”
Este miércoles, BB Trickz acudió a First Dates para encontrar el amor. La rapera - con más de un millón de seguidores en redes- confesó ser una fiel seguidora del programa de Cuatro y confiaba en el equipo para salir de allí con pareja.
Al presentarse a Carlos Sobera, la artista explicó que en las relaciones “ha sido tóxica y siempre la cago”. De hecho, confesó haber roto hasta móviles “incluso, el mío, eso es ser tóxica”. Se sinceró tanto con el presentador que pidió un chico “leal” aunque a ella le gustara poner los cuernos: “Me gusta ser infiel sin que se enteren porque luego lo pasan mal”.
Por la puerta entró Guxo, un reggatonero de Barcelona, que advirtió que suele estar todo el tiempo rodeado de chicas, para que su cita lo supiera desde el principio. El joven causó una buena primera impresión a BB, sobre todo porque él no la conocía, y eso le gustó.
En la sala del restaurante, se toparon con los influencers Aleks y Gabi que estaban teniendo una cita y no tardaron en reconocerla y saludarla. Algo que sorprendió a su cita, que creía que se dedicaba a la música como hobby, para después descubrir que su canción era la de 'Yo soy la más mala de España'.
Finalmente, acabaron los dos en una habitación cantando Hombres G: “Me ha gustado que se supiera la canción de Hombres G, también que no le haya dado vergüenza cantarme, ha sido divertido”, decía ella. Sin embargo, todo cambió cuando llegó la cuenta.
“Me he olvidado la cartera” dijo ella, ante la negativa de Guxo. “Sí, los cojones, no te lo crees ni tú. Tiene que ser a medias”. Pero ella se negó: “Yo no pago la cuenta 50-50, ¿estás loco? Eso es de catalán, yo ya me he acostumbrado a los madrileños”. Y Guxo se defendió: “Yo tengo que representar a mi tierra”. Pero acabó pagando él porque vio que BB no tenía intención de hacerlo.
Ya en los totales, él rechazó tener una segunda cita: “No la tendría porque como pareja no llegaríamos a tanto”, mientras que ella sí la hubiese tenido. “Yo sí tendría una segunda cita porque me gusta llevar la contraria”. Se saludaron y despidieron.
