Por qué 'Pasapalabra' es el termómetro para medir cómo van las audiencias y su consumo

Roberto Leal, en una entrega reciente de 'Pasapalabra

Marcos Méndez

Como todos los veranos, especialmente en agosto, los análisis de audiencias deben estar siempre supeditados a la contextualización por la bajada del consumo televisivo, la misma que marca que la temporada comience en septiembre pese a haber finalizado en junio, dejando el verano como una minitemporada a parte.

Pero alguien que no sea experto o simplemente no esté muy familiarizado con la materia, puede extrañarse al ver que las cuotas siguen siendo las mismas. Y es que la clave está en mirar el número de espectadores, y para explicarlo el mejor modo es ver la evolución de un formato dominante.

Pasapalabra es, sin ninguna duda, el principal 'killer format' de la televisión española. En el sector, se denomina así a los formatos que dominan su franja sin importarles la competencia y siendo él el que provoca que todas las demás condicionen sus apuestas para el enfrentamiento.

El concurso presentado por Roberto Leal sirve de ejemplo perfecto porque, a diferencia de muchos otros, no detiene su emisión durante el verano. De esta forma, permite analizar su evolución teniendo en cuenta que el formato es siempre el mismo, y diferenciar sin problema entre cuota o share y número de espectadores.

Por qué la cuota apenas varía en verano

En el siguiente gráfico, elaborado gracias a los datos de audiencia facilitados por la consultora Barlovento Comunicación a verTele, podemos ver cómo durante el verano tanto Pasapalabra como el resto de cadenas que emiten en esa franja apenas varían su cuota o share.

El concurso se mueve en datos semanales (promedios de lunes a viernes, que para su visualización sencilla ponemos cada lunes con la media semanal) entre el 19.1% y el 21.6%. Hay una horquilla amplia de 2,5 puntos, sí, pero demuestra que el verano no le afecta y sigue dominando. Al resto le pasa igual, con mucha diferencia: La 1 entre el 9%-10%, Telecinco entre el 8%-9%, laSexta entre el 5%-6%, y Cuatro en torno al 4%. Sin grandes variaciones.



La explicación es que ese parámetro, la cuota o share, se hace en base al total de espectadores que están viendo la televisión. Y por lo tanto, no le afecta la caída del consumo. Es decir, la cuota o share siempre va a ser de un 100%, dividiéndose en las distintas ofertas y resultados. Pero ese 100% pueden suponer millones de espectadores, como los que se congregan en el prime time, o ese 100% pueden suponer unos pocos miles, como los que se congregan de madrugada.

Por eso puedes tener un 20% de 9 millones de espectadores en prime time y ser una bestialidad, o tener un 20% de 500.000 espectadores en plena madrugada, y ser un dato insignificante para el total televisión.

El menor consumo sí se refleja en los espectadores

Todo cambia al hablar de espectadores, el otro parámetro con el que tradicionalmente siempre se han medido las audiencias. Si la cuota o share mide la competitividad, los espectadores reflejan el alcance real de una emisión, cuánta gente la ha visto.

Y aquí sí que afectan de lleno las vacaciones, y el siempre contextualizado bajón del consumo: a menos gente viendo la televisión, menos espectadores se podrá reunir. Por eso la gráfica resultante deja claro que Pasapalabra sigue siendo el dominador, de su franja, pero con una pérdida notable de seguidores que sufren todas las cadenas, pero que obviamente se reparte de forma proporcional a la cantidad de público que suelen tener, afectando más al que más tiene, que es Pasapalabra.



En el mes de mayo, Pasapalabra congregó a una media cercana a los 2 millones de espectadores, del total de unos 9,5 millones que veían la televisión en su franja. En junio el consumo ya cayó, con un total de 8,6 millones de espectadores, de los que cerca de 1,8 eran del concurso. En julio el verano se hizo completamente presente, congregando en ese horario en torno a 7,7 millones de espectadores, y reduciéndose en el programa a 1,5 millones. Cifras similares a lo que llevamos de agosto, demostrando el bajón de consumo veraniego.

En total, supone pasar de 9,5 millones en mayo a 7,7 en agosto, es decir, 1,8 millones menos de espectadores en esa franja. Y personalizando sólo en Pasapalabra, de 2 millones en mayo a 1,5 millones en agosto. Un retroceso normal, esperable y que las cadenas planifican por las vacaciones, pero que convierte al concurso en un termómetro de las audiencias que funciona a la perfección para medir cómo va el consumo. De hecho, la fidelidad de la audiencia del programa incluso ha crecido ligeramente en esta época, pasando del 50% en mayo al 53% en agosto.

Por contextualizar más aún, cabe recordar que las audiencias en España se miden por un sistema (para muchos obsoleto) como es el de los audímetros. En concreto, 5.720 audímetros que forman parte del panel de Kantar Media que intenta representar a la totalidad de la población española. Es decir, que 5.720 audímetros representan a los 47,4 millones de habitantes que España tenía en 2022, según el INE. Esto quiere decir que no es que te vean 2.000.000 de personas, por ejemplo, sino que te ven el número de audímetros que representan a 2.000.000 de personas, que echando cuentas para esa cifra se situaría en unos 243 audímetros. Y he ahí las quejas por la medición de audiencias en nuestro país.

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