Opinión y blogs

Sobre este blog

El 'Gran Hermano' de las sorpresas continuas

Anoche terminó 'Gran Hermano 12+1' (el oficial) y lo hizo con un toque de magia, con una gala con sus buenas dosis de emoción y espectáculo, en el sentido más positivo del término: 4 millones de espectadores así lo certifican. Pepe Flores alcanzó la luna y aterrizó en la tierra como flamante ganador de esta edición de las novedades, de los giros inesperados, del intervencionismo excesivo. Pero también, la edición del buen rollo. Nunca (me atrevería a decir que desde aquel 'Gran Hermano 1') habíamos visto un grupo que compactara tan bien.

Aunque ha habido momentos tensos, desencuentros y desamores, siempre se ha mantenido un cierto equilibrio entre ellos y han sabido conservar un clima de sana convivencia, muy lejos de aquellas ediciones en las que la tensión y la polémica marcaban el ritmo de la casa. No hemos visto personajes estridentes tipo legionaria, o Jota, ni tampoco perfiles de tronista de 'MHYV'. Eso no quiere decir que no haya habido concursantes que, como Noe, hayan empañado un poco ese ambiente, aunque, precisamente por ello, hayan dado juego y chispa al concurso.

El planeta 12+1

Y eso no quiere decir tampoco que el universo GH 12+1 no esté poblado de curiosos y maravillosos personajes, desde los Danari hasta Torso, pasando por Messi, que, por alusiones, casi era uno más en plató o el payasín. Anoche estuvieron todos presentes, de una forma u otra. Y en el recuerdo, las imágenes de todas las ediciones que hemos vivido y que anoche volvimos a recordar, ese momento video tan mágico, en el que vemos pasar las caras de los sonrientes exganadores y exconcursantes, muchos de los cuales jamás volvimos a ver y salieron de nuestras vidas tan rápido como entraron, salvo escasas excepciones. Véase, por ejemplo, Jorge Berrocal y su "Quién me pone la pierna encima...", que, doce años después, sigue ostentando el título de mejor perla de 'Gran Hermano'.

Aunque he de reconocer que Pepe Flores me ha ganado, si no con su estrategia de corazón, sí con sus frases para los anales de la historia del reality, tales como “Cómprate un zoo y vete a vivir con un oso panda”, sus inauditos insultos como “Tarántula” y “Papafrita” o sus impagables expresiones, que acuño desde ya: hacer “el bobby”, el “chumi-chumi” o el “paripé”, “montar el tinglao y salirse por peteneras” o “hacer largometrajes”.

En cualquier caso, creo que se demostró que ser un concursante 10 no te convierte necesariamente en ganador. No entendí muy bien el resultado y me parecía que en cualquier momento nos dirían que había que darles la vuelta, y que Alessandro era el ganador. No es que fuera eso lo que quisiera, necesariamente, pero que María pasara por delante de él y de Danari no se comprende.

Lo que sobró

Volviendo a la gala, la nota discordante fue ese corporativismo exhibido por Telecinco, que aprovechó la idea de ese despropósito informativo llamado 'GH news' para colarnos varias noticias de Mediaset, como los premios Goya para No habrá paz para los malvados, que se notaba que a los concursantes les importaba mucho. Desde luego, parecía como si el informativo lo hubiese hecho un becario de Ana Rosa o Sálvame: abrimos con Froilán y su escopeta, pasamos a Whitney Houston y su trágica muerte y ya si eso comentamos que nos han recortado 10.000 millones en Sanidad y Educación (a ellos no les dijeron que era para Bankia) y pasamos al divorcio de BE.

Curiosamente, esto fue lo que más les llamó la atención, deben pensar que la crisis económica no es algo que ahora les vaya a afectar, siendo famosos. Telecinco también aprovechó, una vez más, la plataforma del reality para promocionar la Eurocopa, con ese recibimiento de Bisbal&Company y su himno, que ahora me hace echar de menos el Waka-Waka e incluso el sonido de las bubucelas.

Del mismo corporativismo hizo gala Mercedes Milá vendiéndonos Mitele.es como un invento maravilloso que permite ver GH hasta en Vietnam. Resultó un tanto insultante, más que nada porque la web está saturada de quejas de los usuarios que no han conseguido ver una sola gala con algo de calidad (sin que se cuelgue o se desfasen audio y video), y ayer Mercedes Milá los ignoró por completo, a pesar de lo mucho que se preocupa por los fans. No hay nada más reprochable que tener todos los medios técnicos y económicos a tu alcance y ofrecer una chapuza. Espero que para el año que viene lo solucionen, porque sí, es cierto: hay hambre de 'Gran Hermano'.

Empieza la re-vuelta

Tanto es así que no ha dado tiempo ni apagar las luces en la casa. Este miércoles empezará la re-vuelta de los exconcursantes que no hayan tenido su buena dosis de protagonismo y quieran volver a “saldar cuentas pendientes”, ese eufemismo que ya utilizaron de excusa para 'Gran Hermano: el reencuentro' y que sirve para aprovechar el tirón de audiencia que les está aportando el reality. Y eso, le pese a quien le pese, es así. 'Gran Hermano' es el buque insignia de Telecinco, como lo es Mercedes Milá, ya que el primero no sería nada sin la segunda. Hemos tenido semanas con hasta tres noches dedicadas al programa, amén de todos los espacios de la parrilla que se nutren de él. Veremos qué tal funciona el experimento, aunque sabemos por otras intentonas que no suelen gustar, porque lo bonito es esperar y respetar el tiempo de cada cosa. Y puede que la Milá lo haya gafado: después de cuatro meses y medio con la historia del “12+1”, ayer se le escapó el número maldito...

Anoche terminó 'Gran Hermano 12+1' (el oficial) y lo hizo con un toque de magia, con una gala con sus buenas dosis de emoción y espectáculo, en el sentido más positivo del término: 4 millones de espectadores así lo certifican. Pepe Flores alcanzó la luna y aterrizó en la tierra como flamante ganador de esta edición de las novedades, de los giros inesperados, del intervencionismo excesivo. Pero también, la edición del buen rollo. Nunca (me atrevería a decir que desde aquel 'Gran Hermano 1') habíamos visto un grupo que compactara tan bien.