Crítica
'Andor' se queda a medio gas en el inicio de su viaje rumbo al referente 'Rogue One'
Desde el estreno de la primera, The Mandalorian, cada nueva serie del universo Star Wars es “la más esperada” por los fans. Ya pasó con la joya protagonizada por Pedro Pascal, pasó en menor medida con El libro de Boba Fett (que acabó casi convirtiéndose en la primera), pasó con Obi-Wan Kenobi (que se quedó lejos de las expectativas) y ahora pasa con Andor, que este miércoles 21 de septiembre estrena sus tres primeros episodios en Disney+.
Tras retrasar casi un mes su lanzamiento para no coincidir con La casa del dragón y El Señor de los Anillos: Los anillos de poder, la gran baza de la plataforma frente a las de HBO Max y Amazon Prime Video llega para conocer mejor al personaje de Cassian Andor, al que el actor mexicano Diego Luna convirtió en uno de los más queridos por los fans de la saga en la película Rogue One, que fue el primer largometraje spin-off que amplió el universo creado por George Lucas fuera de los “Episodios” de Star Wars.
Desde antes de su estreno, Disney+ ya desveló que contará con dos temporadas de 12 capítulos, para un total de 24 entregas. El arco narrativo de esas dos tandas abarcará cinco años: la primera temporada desarrollará solo el primero de ellos, y los otros cuatro quedarán para la segunda. Y tener eso claro es algo muy importante, ya que se desarrolla en un tiempo similar al de la serie Obi-Wan Kenobi, y entre el Episodio III y el Episodio IV de la línea de películas. Y sobre todo, porque conectará directamente con el inicio de Rogue One.
Un spin-off del spin-off convertido en referencia
Precisamente esa referencia clara y obligatoria es la que marca las expectativas depositadas en Andor. Para los fans de Star Wars, Rogue One es el mejor producto que se ha hecho sobre la saga en toda esta “explosión moderna” tras la compra de Lucasfilm por parte de Disney. La película era vital para explicar un hecho que quedaba sin respuesta en las películas: cómo consiguió la Alianza Rebelde los planos de la Estrella de la Muerte (el heroico destino final de Cassian Andor que ya conocemos), y permitió a Luke Skywalker acabar con la enorme instalación capaz de destruir planetas. Y su forma de encajarla en la línea temporal de la saga fue tan brillante que sólo The Mandalorian, a nivel de series, ha recibido el mismo beneplácito.
La “misión” de Andor era clara: explotar ese éxito de crítica y público que logró Rogue One creando una línea para conocer más al personaje de Cassian Andor, y de paso representar cómo el Imperio impuso su dictadura tras la caída de la República Galáctica que se ve en La venganza de los sith. Idea clara, protagonista claro, y localización también clara: cinco años antes de destruirse la Estrella de la Muerte. Las expectativas son comprensibles.
Y sin embargo, Andor no termina de alcanzarlas. Disney+ ha facilitado a los periodistas sus cuatro primeros capítulos, uno más de los que se estrenan este miércoles, y la sensación es que se queda a medio gas. No es por su factura, a la altura de lo mejor de Star Wars; ni por su protagonista, con un Diego Luna que convence tanto como en Rogue One; ni tan siquiera por su duración, con entregas de unos 35 minutos que facilitan su visionado.
A Andor le cuesta despegar por su propia historia, que -y a posteriori es muy fácil decirlo- hace dudar de si realmente interesaba indagar en una vida concreta del universo de Star Wars. En una saga que siempre gira en torno a la guerra entre la Alianza y el Imperio, entre el bien y el mal, era arriesgado centrarse en un solo personaje de los que tienen relevancia en esa disputa de mayor grado.
Cierto es que el ejemplo de The Mandalorian estaba ahí, pero en su caso era un personaje “creado” ex profeso para la serie, que permite explorar la galaxia desde otro punto de vista y se abre a cameos que comparten su línea temporal. Algo similar a lo que pasará con Ahsoka, protagonizada por Rosario Dawson como la aprendiz padawan de Anakin Skywalker antes de convertirse en Darth Vader, que por primera vez adaptará en carne y hueso un personaje “creado” para las de animación The Clone Wars y Rebels. En el caso de Cassian Andor, por primera vez es partir de lo personal para reflejar lo general.
Un segundo plano más seductor que el primero
El personaje de Diego Luna en Rogue One se caracteriza por su pillería, inteligencia y capacidad de mando. Esta serie explica cómo llegó a alcanzar esas cualidades centrándose en su desarrollo desde la niñez, recurriendo a flashbacks para comprender cómo forjó su carácter y cómo le cambió la vida. En su actualidad, Cassian Andor se las apaña para salir adelante gracias a esas cualidades, pero no es un héroe de acción -aunque no está exento de ella, como da muestras en los cuatro primeros capítulos-. Y dado ese perfil, la consecuencia lógica es convertir el producto en una serie más de desarrollo que de tensión. Se echa en falta más nervio, que pasen más cosas, y tampoco ayuda que su “malo” apenas tenga carisma y quede desdibujado.
Con la esperanza de haber visto apenas un 33% de la temporada, teniendo otros 8 capítulos por delante, el gran aliciente es algo que ya había adelantado Disney+, y que requerirá abrir más su foco: del personaje en sí, a la formación de la Alianza Rebelde y cómo él llega no sólo a formar parte de ella, sino a ser uno de sus más atrevidos miembros por su odio visceral al Imperio (que también es explicado).
Ese “segundo plano” es probablemente el gran aliciente de la serie, ya que será la primera vez que los fans de Star Wars puedan ver en acción real cómo surgió y se organizó la Alianza Rebelde, esa que luego lideraron los personajes más míticos de Luke Skywalker, Leia Organa, Han Solo, Chewbacca y otros tantos. De hecho, ese “segundo plano” permite también dar cabida a cameos de la saga original como los de Mon Mothma o Saw Guerrera, ambos desvelados anteriormente por la plataforma.
Con el deseo de que “la fuerza acompañe” a la serie en el resto de su temporada, estos cuatro primeros capítulos no responden a las (quizás demasiado) altas expectativas que había generado la precuela de Rogue One. Algo que quizás preveía Disney+, y por eso sólo ha permitido publicar las críticas unas horas antes del lanzamiento de la serie. Su éxito está casi asegurado, como todo lo de la factoría Star Wars, pero de momento no parece que vaya a ser el formato referencial que sí logró ser la película, y la serie The Mandalorian.