'Cuéntame' vuelve con más problemas y algunas crisis resueltas para los Alcántara
Ocho meses después de poner el punto final a una temporada marcada por las emociones y las despedidas, Cuéntame cómo pasó regresa a TVE habiendo cumplido 20 años en antena y revalidándose como la serie más veterana de nuestra televisión.
Tras haber mirado al futuro para mostrarnos cómo vivió la familia Alcántara los primeros meses de la pandemia del coronavirus, su temporada 22, que se estrena este jueves 20 de enero en La 1 a partir de las 22:40 horas, promete ser un viaje al pasado con el que recuperar su esencia.
Pero para el público no es suficiente con los títulos que ostenta la histórica ficción de Ganga Producciones; para la audiencia no es determinante que en esta temporada se vaya a alcanzar la friolera de 400 episodios. Los espectadores necesitan tramas interesantes que les hagan mantenerse fieles a su cita semanal con la serie, que les retengan frente al televisor ahora que lo habitual es 'consumir' en las plataformas de streaming.
Para Cuéntame, el reto es mayúsculo. La serie avanza ya por la década de 1990, y eso significa que los próximos capítulos apelarán a la nostalgia de los treintañeros, de aquellos que más familiarizados están con las plataformas y que quizá no tengan inconveniente en esperar un poco para ver los episodios en RTVE Play o en Amazon Prime Video. La clave está en llamar la atención de nuevos o antiguos espectadores y no espantar a los fieles, pero no es una ecuación fácil para una serie a la que cuesta engancharse partiendo de cero. Se da por hecho que el nuevo coordinador de guion, Sergio Barrejón, no lo ha tenido fácil.
Amores, desamores y una crisis económica
Los nuevos capítulos transcurren entre 1993 y 1994, un periodo convulso para la economía y la política de nuestro país. El paro desbocado y la corrupción que asedia al Gobierno de Felipe González afectarán de lleno a la familia Alcántara.
Antonio (Imanol Arias) tiene que afrontar la crítica situación de su agencia de viajes, a Mercedes (Ana Duato) le asaltan las dudas en su taller de costura, Toni (Pablo Rivero) tiene el agua al cuello en el gabinete de Comunicación de la Moncloa, María (Carmen Climent) está desbordada por la universidad, Inés (Irene Visedo) sigue revelándose contra toda injusticia, y Herminia (María Galiana) tiene que resolver algunos asuntos pendientes de su pasado.
Entretanto, avanzan también las tramas generales que se arrastran desde las temporadas anteriores, todas ellas marcadas por las relaciones sentimentales de sus protagonistas. Antonio y Mercedes se han dado una segunda oportunidad, pero ella, para no repetir errores, quiere tener muy presentes los motivos que dinamitaron su matrimonio; la relación de Irene y Mike está siendo idílica, pero la actriz, que está dispuesta a plantarle cara al gran Fernando Colomo, no sabe cómo pararle los pies a su hijo Oriol; por el contrario, Toni y Deborah siguen adelante con su divorcio, pero no son pocos los problemas –y las dudas– que se les están planteando durante el proceso; y María y Jorge están viviendo un noviazgo apasionado que tampoco está exento de los roces habituales.
Los problemas de siempre son los problemas de la temporada 22
La alegría por la reconciliación entre Antonio y Mercedes no lo puede todo. Su familia sigue al borde del precipicio en el amor y el trabajo, que son los lugares en los que se pone a prueba la resistencia de todos nosotros. Los Alcántara celebrarán nuevas victorias y sufrirán con algunas desgracias. Y volverán a reunirse alrededor de una paella para decirse que se quieren, que se necesitan, justo antes de lanzarse los trastos a la cabeza.
La esencia de la serie sigue presente en los dos primeros capítulos de su temporada 22, que son los que se nos han facilitado a los periodistas. Pero cabe suponer que en los siguientes episodios se producirá ese viaje a los orígenes del que tanto se habló en la presentación de la nueva temporada, en la que también se nos advirtió de nuevos fichajes (Kiti Mánver, Jordi Garreta, Nacho Fresneda y Rodrigo Sáenz de Heredia), la sustitución de algunos personajes (Álvaro Díaz y Asier Valdestilla para interpretar a Oriol, Santi en la adolescencia) y el esperado regreso de Paquita (Ana Arias), que vuelve acompañada de su hija Diana (Teresa Pérez).
Ese viaje al pasado que hará temblar los cimientos de San Genaro se producirá a través de la memoria de Herminia y nos mostrará de nuevo la juventud de Antonio y Mercedes, interpretados aquí por Daniel Arias y María Bernardeau. Además, los recuerdos también llegarán con Cecilia (Kiti Mánver), una mujer que tras haber vivido en Chile durante varias décadas regresa para reencontrarse con un pasado que guarda mucha relación con el de Mercedes y Herminia.
La nueva cabecera, símbolo de lo que 'Cuéntame' pretende ser
Cuéntame se rejuvenece con el paso del tiempo. Es inevitable para una serie que avanza por nuestra historia con cierta lentitud para postergar su inevitable desenlace y los importantísimos cambios que habría que aplicar para adaptarse al transcurso de los años.
Los dos primeros capítulos transmiten un aparente reseteo en las formas. Quizá sea muy sutil, quizá incluso una falsa impresión, pero da la sensación de que Cuéntame ha ganado cierta agilidad, algo que se antoja complicado para una serie que cede mucho de su tiempo a la reflexión, a fundamentar todas las acciones de sus personajes, especialmente aquellas que entrañan algún tipo de debate moral y que, por lo tanto, requieren de cierto sosiego en la narración.
La nueva cabecera que interpreta Raphael combina una imagen más actual con la voz de este icónico artista, por lo que es un buen reflejo de lo que Cuéntame pretende ser, de su intento por aferrarse al pasado, a la esencia, pero sin olvidar que la historia avanza y la sociedad se moderniza en la ficción y en la realidad.