Este lunes 11 de septiembre comenzó, como ya analizamos a priori, la semana en la que Mediaset daba el pistoletazo de salida a su propio inicio de temporada, rompiendo la “tradición” que sí siguieron Antena 3 y La 1 de TVE. Un nuevo curso en el que sobre todo Telecinco se ha planteado una revolución para salir de su crisis de audiencias. Los grandes cambios y novedades de Telecinco respondieron en realidad a tres preguntas y respuestas sencillas.
La primera: ¿Tenían que cambiar? La respuesta es obvia: sí, era necesaria una revolución porque Telecinco vive su mayor crisis histórica de audiencias, y el público ha optado claramente por Antena 3 e incluso a La 1, superando al canal de Mediaset.
La segunda: ¿En base a qué (o quiénes) preparar el cambio? Siguiendo con este esquema de pregunta-respuesta, podemos guiarnos así: ¿Cómo ha logrado Antena 3 su dominio? Gracias a su parrilla diaria. ¿La parrilla diaria de Telecinco funcionaba? No, sólo lideraban El programa de AR y Sálvame, y ambos con menos fuerza y menos tiempo. ¿Quiénes eran sus grandes adalides? Por ese mismo motivo, Ana Rosa Quintana y Jorge Javier Vázquez.
La tercera: ¿Cómo realizar ese cambio? En este aspecto el análisis es más amplio porque habría muchas posibilidades, así que iremos directamente a la solución que encontró Mediaset: tenemos a la líder de las mañanas, y al líder de parte de la tarde y de las noches con Supervivientes. Por experiencia, sabemos que las mañanas siguen funcionando sin Ana Rosa Quintana, como se demostró durante su baja y en verano. ¿Por qué no arriesgarnos a ceder el testigo en las mañanas confiando en esa inercia, cambiar por completo las tardes pasando a Ana Rosa Quintana, y lanzarnos a nuestra gran herida, el access, enfrentando a Jorge Javier Vázquez contra El Hormiguero?
En resumen, el plan de Telecinco es apostar por sus dos grandes estrellas en los dos horarios en los que más lo necesitan (dando por imposible la franja de Pasapalabra): la tarde y el access, o en realidad todo el primer tramo del prime time. Y confiar de rebote en que el relevo de continuidad en la mañana funcione. Arriesgado, sí, pero también lógico y con sentido.
Las audiencias “matan” el primer balance
El problema, como siempre en la televisión lineal, es que al final las audiencias mandan. Y ahora mismo, a Telecinco parece no salirle nada ni funcionarle nada.
- Las mañanas han sufrido, lejos de recibir un impulso por la nueva apuesta. La mirada crítica con Ana Terradillos ha promediado un 13.4% de cuota y 281.000 espectadores, mientras que Vamos a ver con Joaquín Prat ha reunido una media de 13.2% de share y 570.000 espectadores. Al cambiar la distribución horaria no puede establecerse una comparativa directa con El programa de AR y Ya es mediodía, pero sí es objetivo que han sufrido una reducción de espectadores, alejándose de Aruser@s y viendo cómo le comen terreno Espejo Público y La hora de La 1.
- Las tardes esperan como agua de mayo la llegada de TardeAR, que desde este próximo lunes 18 de septiembre supondrá una revolución por la reducción de Así es la vida y el adiós sorpresa de 25 Palabras. La primera gran novedad de Telecinco en su parrilla diaria llegará en una franja hundida, que se mueve en un 8-9% con sus tres espacios (Así es la vida, 25 Palabras y Reacción en cadena) y no alcanza los 900.000 espectadores. Cierto es que su competencia no es dominante, pero TVE se ha puesto manos a la obra para torpedear la llegada de Ana Rosa Quintana duplicando La Promesa.
- El access está siendo, de momento, el gran “palo” para Telecinco. Se esperaba que el esperado retorno televisivo de Jorge Javier Vázquez, tras su baja y el fin de Sálvame, fuese casi un acontecimiento, como un evento. La realidad es que Cuentos chinos ha promediado un 7.7% de cuota y ni alcanza el millón de espectadores. Enfrente tiene a El Hormiguero, el rival con el que debía luchar, que ha firmado su mejor estreno histórico de temporada, con una media de 17.6% de share y 2.251.000 seguidores. Es decir, más del doble que su nuevo rival.
- El prime time, sin periodicidad diaria pero con la importancia del horario estelar, tiene más sombras que luces. El lunes La que se avecina (9.4% y 1.084.000 / 10.2% y 895.000), el martes el estreno de la película Way Down (11.4% y 997.000), el miércoles el estreno de El musical de tu vida (9.9% y 789.000) y el jueves el estreno de GH VIP (13.4% y 1.106.000) demuestran que la fragmentación afecta más que nunca a la televisión, sí, pero también que Telecinco no es capaz de liderar, que la táctica con Cuentos Chinos de momento no funciona, y que a la cadena le cuesta incluso llegar al millón de espectadores.
¿Tendrá paciencia, u optará por la vía rápida?
Cuando una cadena tiene la necesidad imperiosa de cambiar, se comprende y debe valorarse positivamente que tenga capacidad de revolución. Antena 3 fue poco a poco cimentando su parrilla diaria, hasta encontrar en Pasapalabra y las series turcas en la tarde su trampolín al liderazgo. La 1 de TVE ha conseguido ahora asentar parte de su mañana (con el auge de La hora de La 1), y sobre todo afianzar sus tardes con La Promesa, El Cazador y Aquí la Tierra; mientras sigue probando apuestas en el resto de huecos y muestra paciencia con 4 Estrellas en el access.
A Telecinco le toca ahora “cruzar el desierto”, como esta misma semana dijo su nuevo consejero delegado Alessandro Salem. Pero al contrario de lo que el máximo responsable de la compañía añadió al asegurar que ya están “al final del túnel”, la acogida de las nuevas apuestas parecen complicar ese camino. Sobre todo en la parrilla diaria, como siempre analizamos, será clave la paciencia que desde la cadena quieran, o no, tener.
Mediaset ha dado ejemplos recientes de paciencia como con sus concursos Reacción en cadena y 25 Palabras, que justo se despide ahora por TardeAR. Pero también ha demostrado ser tajante cuando una novedad no funciona, como pasó con su serie Mía es la venganza. Las apuestas por TardeAR y Cuentos chinos, con Ana Rosa Quintana y Jorge Javier Vázquez, son de tal calado que garantizan que tendrán la paciencia necesaria para buscar su hueco. La duda es qué pasará si semana tras semana no logran hacerse con él.