“The Walking Dead”: ¿5 buenos minutos finales justifican media temporada soporífera?
Es indiscutible que el giro final del séptimo capítulo de la segunda temporada de The Walking Dead nos dejó a todos con la boca abierta y que estamos deseando que llegue el 12 de Febrero para ver cuál será el siguiente paso en la relación entre Rick y Shane, pero que a nadie se le olviden los seis episodios que nos han hecho “tragarnos” antes.
En primer lugar, reconozco que soy fan del cómic en el que está basado el show de AMC, la obra maestra de Robert Kirkman y Tony Moore/Charlie Adlard, The Walking Dead. También me declaro un purista en lo que a adaptaciones cinematográficas se refiere y pese a que en un principio me costó, he acabado aceptando las libertades que se han tomado los guionistas a la hora de trasladar estos zombis a la pequeña pantalla, siempre y cuando mejoraran lo originalmente escrito o aportaran nuevas tramas interesantes, algo que salvo en los últimos 5 minutos del midseason finale no ha ocurrido.
Voy a hacer lo mismo que en las casas cuando algo se rompe, echaré la culpa a los niños. Y es que son los argumentos protagonizados por los más jóvenes de la serie los que la ralentizan hasta el hastío. En primer lugar, la agonía deCarl no aporta nada (y menos las escenas de Lori y Rick velándo al crío a pie de cama). En el cómic, desde que disparan al menor de los Grimes hasta que se recupera pasan 17 breves páginas y en la serie 3 largos capítulos.
Respecto a Sophia… ¿qué decir? Se ha convertido en el personaje más odiado de la serie. Su búsqueda durante 7 capítulos ha monopolizado tanto el argumento, que en ocasiones me preguntaba si la serie que estaba viendo era Los Muertos Vivientes o El Mundo de Sofía. No me vale la justificación de que “todo tenía un por qué”. Además, lo que iba sucediendo en paralelo solo empeoraba el total:
- La relación entre Rick y Shane: para quien no lo sepa, en el comic original Shane moría prácticamente al inicio de la serie, mantenerle vivo ha sido una gran decisión y tiene que tomar un papel capital. Sin embargo, durante seis entregas no ha sido más que un “pelele” obediente al lado del Sheriff Grimes. No es lo que esperábamos de un personaje como él.
- La relación entre Rick y Hershel: ¿cuántas veces se ha repetido en la temporada la misma conversación?
o Rick: “Deja que nos quedemos en la granja. No sabes lo que hay ahí fuera.”
o Hershel: “He sido muy hospitalario. Es mi granja, son mis normas.”
Había momentos en los que me sentía Bill Murray en “Atrapado en el tiempo” y me decía: “¿esto no ha pasado ya?”
- Sara Tancredi (perdón, Lori): para ser uno de los elementos fundamentales de la Trinidad sobre la que recae el peso de la serie, con todo lo que le acontece (hijo a punto de morir, embarazo…), afronta todas las situaciones con la misma cara de: “¡me he dejado el gas abierto!”
- Daryl: el mejor personaje inventado exclusivamente para la adaptación televisiva (no como T-Dog, que lo maten ya por favor), ha sido el mayor damnificado de esta etapa. La obsesión por encontrar a la niña ha convertido a un Rambo Post-apocalíptico en un Príncipe Valiente descafeinado. Los momentos “Rosa Cherokee” con Carol son insufribles. Me queda la esperanza de que los rumores sobre su hermano sean ciertos y que veamos a Merle convertido en el que es uno de los elementos fundamentales de la obra original. ¿Qué bando tomará Daryl?
- Los caminantes: si la falta de interés de las tramas hubiera ido acompañada por sanguinarias masacres de zombis, habría sido todo mucho más pasable, pero la aparición de muertos vivientes se ha visto reducida a uno o dos por capítulos, en plan ¡susto! Al cuarto capítulo ya cansaba…
¿Qué nos espera?
Pero claro, llega el final del séptimo capítulo, vemos por fin al Shane que tanto habíamos esperado y AMC nos obsequia con un avance en el que en menos de un minuto vemos más acción que en las últimas 5 horas. A esto lo he venido a llamar el Efecto Fringe, ya que los amigos de FOX han hecho lo mismo: “sabemos que la mitad de la temporada ha sido un sopor, pero tranquilos, mirad este tráiler, que lo que os traeremos el año que viene os compensará con creces”. A partir de aquí se plantean múltiples incógnitas:
- ¿Seguirán amortizando los productores la compra de la granja de Hershel o la abandonarán de una vez?
- ¿Llegarán a la cárcel, el mejor escenario de todo el comic?
- ¿Aguantará Chandler Riggs (Carl) el peso interpretativo de los acontecimientos que se le vienen encima?
- ¿Cuándo aparecerán Michonne y El Gobernador? Los dos mejores personajes de la serie (sin contar a Rick).
Lo único que tengo claro es que no seguirán buscando a Sophia…
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Es indiscutible que el giro final del séptimo capítulo de la segunda temporada de The Walking Dead nos dejó a todos con la boca abierta y que estamos deseando que llegue el 12 de Febrero para ver cuál será el siguiente paso en la relación entre Rick y Shane, pero que a nadie se le olviden los seis episodios que nos han hecho “tragarnos” antes.
En primer lugar, reconozco que soy fan del cómic en el que está basado el show de AMC, la obra maestra de Robert Kirkman y Tony Moore/Charlie Adlard, The Walking Dead. También me declaro un purista en lo que a adaptaciones cinematográficas se refiere y pese a que en un principio me costó, he acabado aceptando las libertades que se han tomado los guionistas a la hora de trasladar estos zombis a la pequeña pantalla, siempre y cuando mejoraran lo originalmente escrito o aportaran nuevas tramas interesantes, algo que salvo en los últimos 5 minutos del midseason finale no ha ocurrido.