'La casa del dragón', o cómo dejar de “romantizar” la violencia contra la mujer desde la sala de guion
El primer episodio de La casa del dragón ha procurado demostrar que este primer spin-off de Juego de tronos trata de sostenerse no sobre los hombros de la original, sino sobre sí misma. Una idea que defendían con ahínco Sara Hess (coguionista y productora ejecutiva) y Jocelyn Diaz (productora ejecutiva) durante la puesta de largo de la serie en Ámsterdam, con verTele presente.
“Aquella era una serie alucinante y esta es una diferente. Está en el mismo universo, por lo que todo lo que podemos hacer es controlar cómo lo estamos haciendo y qué estamos haciendo”, reivindicaban, insistiendo en la importancia de juzgarla en solitario y sin necesidad de entrar en comparaciones. Por eso mismo, no han pretendido llegar para corregir errores, sino aprovechar la historia que centra la precuela, el linaje de los Targaryen, para contar otra historia de tono diferente (anclada esencialmente a un gran territorio, a una gran familia y a un grupo de personajes cerrado), pero que da pie a un tema principal: la violencia sistémica a la mujer.
Tanto Hess como Diaz insisten en su propósito de “no romantizar” las escenas de violencia sexual hacia las mujeres (y de violencia en general): “En la sociedad en la que los hombres pueden controlar y manipular a las mujeres, a estas les ocurren cosas violentas, traumáticas y opresivas sin que ni siquiera sean conscientes”, poniendo ejemplos como el de la relación del rey Viserys I (Paddy Considine), que no deja de ser un personaje positivo dentro de la trama, con su esposa-prima, mucho más joven que él.
“Nos interesaba profundizar mucho más sobre el sistema más que simplemente tipos malos individuales”. Algo que una serie dedicada a una dinastía como la de esta casa, en la que el incesto y la endogamia son tradiciones persistentes, permite abordar. Y a la vez, también es una buena plataforma para afianzar historias sobre “mujeres poderosas” que, también en la Historia de Poniente, han podido ser borradas, y que permite hablar de cómo se escribe la Historia sobre nuestro mundo real.
'La casa del dragón' sucede varias generaciones antes que lo que se desarrolla en 'Juego de tronos'. Al sentar ésta las bases del tono y estilo, ¿cómo habéis planteado la continuidad con aquella?
J.D.: Esta serie tiene lugar varios cientos de años antes, dentro del mundo de Poniente. Si viste y amaste la original, todo eso está ahí. Hay ciertas cosas que se han mantenido. El aspecto de la serie es diferente de lo que habéis visto, porque hay un cambio debido a que son doscientos años antes. Hay un salto. Pero hay suficiente material familiar, por lo que si te gustaba, ese mundo sigue ahí. Era un tiempo diferente y el foco está en los Targaryen y por lo tanto estamos más ubicados en Desembarco del Rey durante esta temporada.
En términos de producción, mantenemos a ciertos técnicos de la serie original, pero esto es algo con entidad propia. Como decíamos las dos, si a la gente le gustaba la original, verán mucho dentro de esta que van a disfrutar. Pero esta tiene que existir por sí misma y tiene que tener su razón de ser por su cuenta, y eso lo tiene.
S.H: Es el mismo ADN, pero es una serie diferente.
¿Ha habido algo de lo que os hayáis tenido que deshacer en el montaje final, ya sea por magnitud o por el avance de la historia de lo que os hayáis arrepentido?
J.D.: Siempre hay cosas que se quedan en la sala de montaje. Son cosas que pasan en cualquier serie y siempre hay una buena razón. Ya fuera porque algo no terminaba de funcionar en la ejecución, o porque las historias van sobre otra cosa y te das cuenta al conformarlo y unirlo todo y vas cambiando. No recuerdo que haya habido nada de lo que nos hayamos arrepentido de cortar.
S.H.: Creo que se acerca mucho todo a lo que teníamos en mente. En buena medida porque por el Covid tuvimos una preproducción mucho más larga de lo normal. Eso nos permitió repasar los guiones una y otra y otra vez antes de empezar a rodar. Así que no había mucho sobrante. No había nada que se hubiera escrito y rodado y de lo que nos hubiéramos dado cuenta de que no iba a funcionar. Tuvimos mucho tiempo para preparar la mejor versión posible.
Hay un alegato que dice que los hombres quemarían el reino antes de ver en él a una mujer en el trono. Eso es lo que llevó a George a escribirla, y nosotras pudimos expandirla con mucho más detalle
Hay mucho poder femenino en la serie, como también lo había en 'Fire and Blood'. ¿Buscabais poder plasmar esta perspectiva feminista?
S. H.: ¡Sí! Es lo que me interesa al contar historias. Historias de mujeres poderosas. Está en la trama: hay un alegato que dice que los hombres quemarían el reino antes de ver en él a una mujer en el trono. Eso es lo que llevó a George a escribirla, y nosotras pudimos expandirla con mucho más detalle. Teníamos la capacidad de adentrarnos en más niveles.
Eso fue lo más disfrutable, teniendo en cuenta que la historia está escrita por los hombres y que hay muchas contribuciones de las mujeres que se han perdido y de las que nunca se han hablado. Hay una influencia de las mujeres en cómo fueron las cosas que nunca vamos a saber. Nos inclinábamos mucho hacia eso, porque hay probablemente muchas cosas que esas mujeres eran, y la historia las trata de forma pasiva. Eran mujeres que luchaban por sobrevivir, y probablemente la mayor parte de eso desapareció en la historia. Tomamos eso como mantra. Darnos licencia para ir a por todas con ello.
¿Cuál fue el mayor desafío en términos de presupuesto?
J.D.: Diré una cosa: es una serie de gran presupuesto y por su naturaleza, por tener que ser así, por su naturaleza épica, el departamento de efectos visuales es enorme para nosotros y tienen mucho peso en el presupuesto. Cuando ves los episodios terminados, y ves los dragones, los castillos y las tierras, observamos el trabajo alucinante que estos equipos hacen. Una de las cosas de haber trabajado en un puñado de grandes producciones televisivas es que si vienes a ver nuestros sets, ves que hemos construido castillos, y puedes pasearte por sus pasillos... Es extraordinario. Para los actores y para el equipo lograr esa experiencia tan inmersiva marca una diferencia de verdad en lo que respecta a lo que se acaba viendo en pantalla. Usamos mucho una expresión que es la del “ese es el dinero” cuando algo es caro pero se refleja en pantalla. No te quedas pensando: ¿adónde fue ese dinero? Aquí se ve adónde fue: el vestuario es alucinante, igual que las armaduras y el atrezzo... El nivel de detalle es una locura. Son equipos de élite dentro del panorama. Es increíble.
¿Cómo habéis abordado el tema de las localizaciones, al poder estar en algunos sitios ya vistos en 'Juego de tronos'?
J.D.: Para hacer Desembarco del Rey en nuestra serie rodamos la mayor parte en estudio en Londres. En términos de exteriores, parte de ellos fueron en España, y parte en Croacia. España fue genial, es un país fenomenal, como saben [risas]. Y Portugal también [risas].
Las escenas de sexo y de violencia sexual generaron no poca controversia en 'Juego de tronos' ¿Cómo afrontasteis esto en 'La casa del dragón'? ¿Cómo fue el trabajo para no incurrir en los mismos errores?
J.D.: Hay una cosa que hay que distinguir. Aquella era una serie alucinante y esta es una diferente. Está en el mismo universo, por lo que todo lo que podemos hacer es controlar cómo lo estamos haciendo y qué estamos haciendo. Y asegurarnos de que en las historias contienen una violencia que se intercambia entre el torneo y la escena del parto, pero no hay una glorificación de la violencia. No creo que nadie lo vea y piense: 'Están de verdad interesados en esto'. Hay una intención en cómo se han tratado en otras películas a una mujer, pero también a los hombres. No hay una exaltación, es horrible de ver esas caras y heridas. Todo ocurre al servicio de la historia. Para nosotras tiene que ver más con cuando hay tramas que aluden circunstancialmente o contienen algunos elementos de violencia, o de sexo, porque sirven a la historia y a los personajes, y no al revés.
S.H.: Desde un punto de vista femenino, no se trata de que nada de eso exista. Simplemente estamos mostrándolo desde otra perspectiva y no usándolo para hacer avanzar la historia de un hombre o centrarlo en él. Algo de lo que hemos hablado mucho es que me parece más interesante la violencia inherente hacia las mujeres en la sociedad y en el sistema antes que la violencia física, que obviamente ocurre y es horrible y dramática. Eso ya está claro: lo hemos visto, lo entendemos y sabemos que es malo. Pero esto tiene más matices en lo que hacemos.
En la sociedad en la que los hombres pueden controlar y manipular a las mujeres, a estas les ocurren cosas violentas, traumáticas y opresivas sin que ni siquiera sean conscientes. No es simplemente que digamos, “Es malo que chicas adolescentes se casen con hombres mayores”, algo que muchas series romantizan. Estoy muy orgullosa de cómo hemos profundizado en que cuando estas chicas son adolescentes, incluso cuando estos hombres son buenos, como el rey Viserys, no está bien que ese hombre se case con una mujer de 16, incluso si ella está dispuesta. Nos interesaba profundizar mucho más sobre el sistema más que simplemente tipos malos individuales. Es más complejo que eso. Es de lo que estamos hablando.
En la sociedad en la que los hombres pueden controlar y manipular a las mujeres, a estas les ocurren cosas violentas, traumáticas y opresivas sin que ni siquiera sean conscientes
Es la primera precuela que sale adelante de 'Juego de tronos'. ¿Teníais otras ideas en mente al plantear la premisa? ¿Hay elementos de otros series en esta, al estilo de lo que hace Marvel?
S.H.: Esta serie que estamos haciendo ya es suficientemente grande y tiene suficientes historias dentro, que es así. No estamos reservando nada. Al menos no a propósito.
J.D.: Por otro lado, si conoces el universo de George, dentro de cada historia hay muchas historias que tienen lugar y están tan entrelazadas, pero no es lo que pretendemos aquí. Estamos aprovechando la oportunidad.
Insistís en que esa serie se sustenta sobre sí misma y no delega en la herencia de 'Tronos'. ¿Cómo fueron las conversaciones sobre qué conservar y qué no de la serie original?
J.D.: Sobre todo no queríamos dejar ninguna taza de café en el set [risas]
S.H.: Creo que una de las bendiciones de estar haciendo una precuela en vez de una secuela, es que la historia acontece antes. Aquella serie es extraordinaria e hicieron un gran trabajo, el mundo que crearon es el mismo en el que vivimos, pero nuestras historias pasan cientos de años antes. Como narradoras, solo podemos enfocarnos en hacer la mejor versión de esta serie. En el equipo tenemos a gente que estuvo en la original, pero no hubo nunca conversaciones del estilo de 'Esto salió bien. ¿Qué haríamos diferente o mejor?'. Estamos tratando de hacer una gran serie como tal. Aparte, como hemos trabajado en tantas series antes, tomas esa experiencia para hacer de esta la mejor que podíamos hacer. Viniendo todo del mismo autor de la fuente original, así que implícitamente estás heredando su moral y va a tener un ethos similar. No recuerdo pensar si algo estaba bien o no necesariamente.
J.D.: Hay ciertas cosas como que Ramin [Djawadi], nuestro compositor, es el mismo compositor. Es extraordinario. El proceso ha sido muy divertido y la música que ha compuesto es alucinante, y eso es algo donde sientes ecos de algo, pero tiene entidad propia.
S.H.: Pero también es muy diferente porque la serie original tenía a mucha gente moviéndose y continentes entrando en conflicto, mientras que la nuestra es la historia de una única familia, que transcurre en un lugar. Y en el comienzo, hasta conviven en el mismo edificio. Es una forma diferente de narración. Tiene un tono muy diferente, con cuatro personas en el núcleo, en lugar de versar sobre todo un territorio.
Si conoces el universo de George [R.R. Martin], dentro de cada historia hay muchas historias que tienen lugar y están tan entrelazadas, pero no es lo que pretendemos aquí
¿Estáis preocupadas por la recepción después de que la última temporada de Tronos no gustase?
J.D.: No. Hemos hecho una serie realmente buena de la que estamos muy orgullosas, y debería ser juzgada en solitario. Tanto este primer episodio como los que están por venir. Si gusta, estaremos entusiasmadas y si no no pasa nada. Pero en lo que se refiere a la ejecución, hay un gran nivel, y espero que les guste.