Entrevista

Lydia Bosch: “Sabemos que 'Mía es la venganza', en cuanto vaya habiendo boca a boca, va a dispararse”

Mía es la venganza es una de las piezas con las que Telecinco ha emprendido la reconstrucción de su programación de daytime. El serial diario, creado por Aurora Guerra, llegó el pasado lunes 12 de junio a la sobremesa del canal, cuando aún quedaban dos semanas de Sálvame por delante, reduciendo su tiempo en antena. Fue así, la primera apuesta de cara al cambio de imagen, que culminará en septiembre con la llegada de TardeAR, con Ana Rosa Quintana. Y como todos los cambios que se emprenden sobre estructuras tan consolidadas, precisan de tiempo.

Lydia Bosch, que encarna a la protagonista, Sonia Hidalgo, es plenamente consciente de ello, pero a la vez se muestra confiada en la oferta que lidera. “En cuanto a las audiencias sabemos que para colocarte hay que ir poquito a poco”, reconoce en una conversación con verTele. Se precia de que la ficción diaria tiene una capacidad de enganche con el público alta, mayor incluso que el de la ficción semanal, y apela a la confianza de la cadena. La abordamos, de hecho, poco después de terminar la jornada de rodaje correspondiente al “episodio ciento y pico”, lo que prueba la apuesta a largo plazo.

Mía es la venganza supone para Bosch su primera experiencia completa en el reparto de una serie diaria, tras la experiencia de Servir y proteger (TVE) donde tuvo un arco especial. Allí se reencontró con Luisa Martín, rememorando otra época compartiendo planos en Médico de familia. Su compañera ya la avisó antes de abordar este proyecto de Alea Media: “Si coges este proyecto es para sumergirte y casi ni respirar”. Eso sí, pese al sacrificio reivindica estas producciones, a las que equipara en calidad con las que ocupan el prime time.

No creo que sea bueno formar guerras, hay que apoyar cualquier producto hecho con profesionalidad”, dice sobre la herencia de Sálvame, a cuyo bloque Limón sustituyen. De momento, el rendimiento está siendo moderado, en una batalla con tres series nacionales compartiendo casi horario: Mía es la venganza es la primera en empezar, a las 15:45 horas, y alrededor de las 16:30 horas es el turno de La Promesa (La 1) y Amar es para siempre (Antena 3). La oferta es amplia y dispersa, pero la actriz lo tiene claro: “Sabemos que esta serie en cuanto vaya habiendo boca a boca o ahora en verano va a dispararse”.

Primero de todo, con una semana ya de emisión de 'Mía es la venganza', ¿qué sensaciones tienes tras estas primeras emisiones con el resultado y la recepción?

Hablo por mí y por mis compañeros, como se suele decir. Estamos muy felices porque nosotros desde el minuto 0 hemos creído en este proyecto. Sabíamos lo que teníamos entre manos, todos los departamentos nos hemos dejado el alma y en cuanto al tema de las audiencias sabemos que para colocarte en el hueco, buscarlo, hay que ir poquito a poco. Estamos muy contentos porque ya fidelizando. La cantidad de mensajes diciendo la gente que ya estaba enganchada es el principal regalo. Estamos convencidos, yo estoy convencida, de que no va a defraudar. Hoy venía del capítulo ciento y pico y esto va a más. ¿Cómo pueden tener tantas ideas en la cabeza?.

¿Qué te ha aportado el personaje de Sonia en este punto de tu carrera?

Para mí ha sido un regalo que me hizo la creadora, Aurora Guerra, que salió de su maravillosa cabeza y de su corazón, porque en todo lo que escribe pone el alma. Y también un regalo de Mediaset, Telecinco y Alea Media. Creo que para cualquier actriz este personaje es un bombón que desde luego requiere muchísimo esfuerzo, porque trabajar en una serie diaria es un vivir por y para ella. Es un ritmo de trabajo muy exigente. El personaje de Sonia Hidalgo es una mujer con muchísimas aristas, que se diferencia bastante con otros personajes que había hecho. Quizás estaba ahí Luisa de Sin identidad con algún barniz de frialdad en algún momento. Pero sin lugar a dudas este ha sido el personaje más potente que puedo tener, emocionalmente siempre estás al borde del abismo.

Es una mujer que a priori puede parecer desalmada, pero su carácter es consecuencia de un hecho acontecido veinte años atrás y el hecho de que esta serie recurra mucho al flashback es algo bueno porque hace que la gente pueda empatizar con el personaje, o al menos entenderlo. Ella vive con coherencia de lo que le ha pasado. Ella se jura en un momento dado que nadie más la iba a pisotear, y que antes de que la pisasen ella entraría a matar.

Esta ha sido tu primera gran serie diaria, y unos días antes hablabas del frenetismo de las jornadas de grabación. Estamos acostumbrados a centrarnos en las series de prime time, pero ¿se minusvalora lo que exige una ficción diaria, tanto en lo creativo como en lo más físico?

Solo había participado en Servir y proteger, con el cameo que hice en la serie, que protagonizaba mi amiga Luisa [Martín]. Aparte de que me divertí muchísimo con ella, con Antonio Valero y con todo, parte del equipo de allí está ahora en Mía es la venganza, como la directora, Alexandra Graz. Como experiencia fue maravillosa y divertida y sí que era un ritmo... Pero nada que ver. Ya me lo decía Luisa: si coges este proyecto es para sumergirte y casi ni respirar. Ella llevaba mucho tiempo en Servir y proteger, y como esa experiencia, ninguna.

No creía que fuese tan duro trabajar en una serie diaria, pero a la vez tan reconfortante. Es cierto que cuando haces un trabajo siempre haces familia con los compañeros, pero al ser un trabajo diario, donde los personajes crecen día a día, nos vamos alimentando unos con otros y se crea una unión en el equipo y en todos los departamentos que hace que el trabajo sea muy especial. Aunque te tengas que levantar a las cinco de la mañana, el hecho de reunirte allí y remar todos a una como si estuviésemos en una galera es muy gratificante. Aparte, estamos contentos con el resultado. Sabemos lo que tenemos entre manos y sabemos que esta serie, en cuanto la gente vaya haciendo el boca a boca o ahora que viene el verano, cuando la gente puede ver más la televisión a según que horas, va a dispararse.

Hemos venido a ocupar una franja, Sálvame ocupaba toda la tarde, nosotros solo un bocadito, pero ojalá que tengamos el mismo éxito que han conseguido

La importancia de las series diarias se ve ahora que tenemos este duelo entre tres series españolas casi a la misma hora. Es un síntoma de buena salud de la ficción nacional, pero ¿pesa esa sensación de competencia, sobre todo en los inicios de un proyecto?

En España tenemos la suerte de tener muchísimo talento. Se han hecho y se hacen productos muy buenos, series maravillosas, y el hecho está en que se venden con éxito fuera de España. Lo que sucede con las series es como lo que antes sucedía antes con los actores de cine y los de televisión: la televisión parecía siempre el hermano pequeño del cine. Afortunadamente hoy en día ya está equiparada la importancia: ya no eres actor de televisión, eres actor. Todo se cuida y se rueda de la misma manera. En cuanto a las series de prime time y las series diarias pasaba lo mismo que pasaba con eso. Pero también es cierto que ahora, y lo puedo decir con la boca llena y mucho orgullo, una serie de mediodía y Mía es la venganza, va a marcar un antes y un después. No tiene nada que envidiar a nivel técnico, a nivel de historia, a nivel de cuidados... Por la calidad que tiene Mía es la venganza perfectamente podía pasar por ser una serie de prime time. Con la ventaja de que está claro que las series diarias tienen muchísimo más público.

Mucha gente está apostando ya por series diarias, son muchos los actores que quieren trabajar en ellos. Yo les hago un aviso a navegantes: tienes que entregar tu vida durante el proceso para que salga bien. Es una dinámica de muchas secuencias diarias, cada día tienes que estudiarte seis o siete... Pero la gratificación es inmensa, y supera cualquier esfuerzo.

Es cierto que ha llegado en un momento un poco movido en Telecinco, en esa reestructuración en marcha de la tarde. ¿Afecta de algún modo esa presión? ¿Crees quizás que el final de 'Sálvame' también servirá para asentar la serie?

Lo vivo con naturalidad. Las cosas pasan cuando tienen que pasar. Sálvame ha sido un magnífico programa con unas audiencias brutales, pero como todo en la vida siempre hay un principio y un final. No creo que sea bueno formar guerras: hay que apoyar cualquier producto que se haga con profesionalidad y con amor, como es el caso. Hemos venido a ocupar una franja, Sálvame ocupaba toda la tarde, nosotros solo un bocadito, pero ojalá que tengamos el mismo éxito que han conseguido. Les deseo a los compañeros toda la suerte del mundo.

Se puede decir que generan una vinculación más fuerte, por ese contacto diario con el público y a largo plazo. ¿Lo sientes así?

Exacto. Encima que Mía es la venganza tiene una mezclas de géneros muy potentes, con thriller, comedia y drama. Una trama oxigena a otra. Y no es la típica serie que te interesa más la trama troncal, sino que todas las tramas y personajes escritos e interpretados magníficamente por mis compañeros te agarran y enganchan.