Paula Vázquez vuelve a ser 'inocente' por una noche. La presentadora gallega se afianza como rostro del entretenimiento de TVE y conduce este sábado 28 de diciembre la tradicional Gala Inocente 2024, destinada a recaudar dinero para ayudar a los niños hospitalizados y en especial a los menores afectados por la tragedia de la DANA.
Producida por Zebra, del grupo iZen, la emisión de este 28 de diciembre supone para Vázquez un retorno a los orígenes, pues durante los noventa y a principios del siglo XXI presentó en no pocas ocasiones esta gala. Ya en 2020 realizó una participación especial, pero ahora vuelve al primer plano, en un momento en que se hace notar en una cadena pública marcada por los cambios: los de timón, con la designación de José Pablo López como nuevo presidente de RTVE; y la del cambio de tendencia impulsado por La Revuelta, que también se deja notar en la programación navideña y en las Campanadas, con David Broncano y Lalachus como presentadores.
“Tenemos presidente nuevo y aquí puede pasar de todo”, dice respecto a la nueva estructura directiva, y a los cambios de programación y oferta que se avistan para 2025, donde estará, por supuesto, la nueva edición de Bake Off. Incluso se muestra abierta a la posibilidad de que los personajes del universo Sálvame (o ahora Ni que fuéramos) pudieran recalar en La 1. “Yo me quedaría a verlo para ver qué pasaría, qué pasa cuando están en la televisión pública y hasta dónde se llega”, dice Vázquez, que también quiere ver cuán alto puede llegar Lalachus, a la que elogia con firmeza frente a los ataques que la humorista ha recibido por su físico.
“Me encanta que ella se imponga como lo está haciendo y ojalá que, después de esto, haya un antes y un después en las Campanadas también”, declara la gallega, que cuenta con experiencia propia en las Campanadas en el pasado. Y del pasado al futuro, que parece motivar a la veterana comunicadora: “He vuelto a disfrutar de la tele, he vuelto a pasármelo bien y a perderle el miedo”, afirma feliz, haciendo tábula rasa con la ansiedad y desgaste del pasado. Volviendo a vivir el medio con 'inocencia', si se quiere.
¿Cómo afrontas esta Navidad?
Bien, estamos grabando Bake Off y hacemos un paroncito por Navidad. En ese parón, aprovecho para hacer esta Gala Inocente Inocente, que hacía “sólo” 25 años que no la hacía [risas]. Sí, qué fuerte. Y luego el 2 de enero empiezo otra vez con Bake Off, así que muy bien y muy contenta. Además este año las Campanadas las da Lalachus, que me mola mogollón. Acabo de estar en Estirando el chicle el otro día con ella y con las chicas y me encantó. Y cuando escuché la noticia dije: “Bueno, esto ya es la pera, con Broncano y todo, me encanta”. Y me encanta que se esté haciendo ruido, me encanta que ella se imponga como lo está haciendo y ojalá que, después de esto, haya un antes y un después en las Campanadas también.
Tú también fuiste 'campanera'...
Sí, en Antena 3 una vez, en Cuatro dos veces y en Telecinco otras dos. Lo único que realmente me sorprendió, aparte de los nervios que te chascan una rodilla con la otra, es que te asomas al balcón y, de repente, parece un calendario de adviento, porque tienes en cada balcón a los compañeros de otras cadenas. Y dices: “¡Hala, mira quién está ahí!”, “¡Hostia!”... Qué momento más raro, estás como en un Belén [risas]. Y otra cosa es que no te comes las uvas, que eso no te lo cuenta nadie, pero como las tienes que contar o, por lo menos, hablar cuando terminen, no puedes estar comiéndotelas. Cuando ves al cámara y al de sonido comiéndose las uvas, te quedas tú pensando: “A que voy a ser la única con mala suerte este año...” [Risas].
Del resto es bonito, aunque un poco frío, porque llegas, no te da tiempo a cenar con la familia, das las Campanadas y lo flipante es que la Puerta del Sol se llena quince minutos antes de las Campanadas, antes no. La gente no sé de dónde sale, pero se llena, y a los cinco minutos de haber dado las Campanadas desaparecen. Es una cosa rarísima. Como en la televisión toda la vida lo has visto lleno, dices: “Vaya noche van a pasar...”. No, no, se van de bares, de calles, desaparecen, empiezan a tirar botellas de cristal, viene la policía a caballo... Y yo pensando: “Esto no se retransmite pero mola también”.
Hay desmayos, lesiones, quemaduras graves, hospitalizaciones... Cualquiera diría que estoy otra vez en 'Survivor', pero no
¿Qué tal están yendo las grabaciones de Bake Off?
Pues está siendo muy chulo. La verdad es que supongo que esperamos que cada uno de los concursantes sea el personaje que nos han enseñado hasta ahora, pero es que cuando están entre fogones de verdad que están como en casa. Y, de repente, ves a un Víctor Sandoval tranquilo y concentrado... ¡Sí! [Risas]. Ves a deportistas de élite cocinando, que son radicalmente correctos y eso es perfecto para la repostería, que es alquimia pura. Ves a una Cristina Tárrega que no para de lesionarse, a una Yurena que nos ha robado el corazón a todos por lo bonita y buena que es, a una Isabel Gemio que a mí me está encantando trabajar con ella y a todo el equipo también.
Me sorprendió mucho que Isabel Gemio me dijo: “Mis hijos nunca me han visto en la tele”. Para mí Isabel Gemio es una de las maestras del entretenimiento de cuando yo empezaba. Y que me diga que esta es la primera vez que sus hijos la van a ver en la tele me alucina un montón. Hay que ver también cómo se emocionan. Parece mentira que suceda en un programa de cocina, donde como todo es tan preciso, porque los tiempos y las porciones son tan precisas, la verdad es que los nervios son máximos. Hay desmayos, lesiones, quemaduras graves, hospitalizaciones... Cualquiera diría que estoy otra vez en Survivor, pero no [risas].
Veremos en 'Bake Off' a perfiles poco habituales en Televisión Española, como Víctor Sandoval o Nagore Robles. ¿Cómo has lidiado con ello?
Pues muy bien. Nagore es una mujer muy rápida, muy despierta y lo está haciendo muy bien. Ya el año pasado tuvimos a mucha gente que venía de Mediaset y fue un gusto trabajar con ellos. No sé, es como que vienen a otra cosa donde ellos son los protagonistas, que son por primera vez concursantes. Creo que vamos a conocer facetas de ellos que no conocíamos. [Vemos a] Una Nagore que de repente se abre y empieza a hablarnos de su adolescencia y rompe a llorar, momentos en los que ves colaboraciones entre ellos que dices: “¿Qué hace Mark Vanderloo abrazando tanto a Yurena?” [Risas]. Ves cómo se llevan tan bien y cómo se compaginan. Tenemos a Mario Jefferson, o Mario Marzo, que ayudan y apoyan también mucho a Yurena. Entonces me digo: “¡Qué mujer, que ha conseguido que todos quieran ayudarla!”. Hay mucha generosidad y momentos muy bonitos.
Hay muchos rumores de un desembarco de los colaboradores de Ni que fuéramos Shhh en TVE. ¿A ti te gustaría verlos en la cadena?
Pues sí, ¿por qué no? La verdad es que tenemos presidente nuevo y aquí puede pasar de todo. A mí no me extrañaría y yo me quedaría a verlo para ver qué pasaría, qué pasa cuando están en la televisión pública y hasta dónde se llega. ¿Por qué no? Sí que les veo, sí.
¿Y tú le has escrito una 'carta de Reyes' al presidente nuevo?
No, todavía no, pero estoy a punto... ¡'JP'! [Risas].
¿Qué te gustaría pedirle?
Lo único que se me viene a la cabeza es: primero poder comerme los postres de mis concursantes sin engordar como en la edición pasada, que cogí cuatro kilos y medio, y luego un programa de viajes. Me encantaría un programa de viajes por hoteles de lujo. Se me está ocurriendo así, ¿eh? [Risas]. Es que estoy mayor y ya sólo quiero descansar y grabar donde vaya a dormir.
¿Y qué le pides al año nuevo, además de un programa de viajes?
Al año nuevo le pido que haya dos ediciones al año de Bake Off [risas]. Sería maravilloso, con una edición de verano.
¿Y el Benidorm Fest te ves presentándolo?
¡Sí, claro! Yo me veo y tengo casa en Benidorm, de hecho. Me encantaría, soy muy fan del Benidorm Fest. Sí que me gustaría, aunque me da a mí la sensación de que es un festival como para gente más joven. Igual están tirando más de nuevas generaciones. Pero yo hago lo que haga falta porque el Benidorm Fest es maravilloso.
Estoy en otro momento de mi vida. Antes tenía ataques de ansiedad constantemente
En Estirando el chicle hablaste de la depresión que atravesaste en el pasado a raíz de la vorágine de trabajo que tenías en televisión...
Sí, de eso hace 17 años o más...
¿Y cómo te enfrentas hoy por hoy al trabajo y a las exigencias del medio?
En realidad yo nunca estuve del todo fuera, porque lo que pasaba es que estaba más en las plataformas, seguí trabajando para Netflix, me fui a Vietnam y Patagonia con El Puente... Nunca dejé de estar del todo desconectada de la televisión, pero ahora estoy en otro momento de mi vida. Antes tenía ataques de ansiedad constantemente, salía de un evento o una presentación y yo ya sabía que esa noche en el hotel lo iba a pasar muy mal... Y bueno, han sido muchos años de cuidarme y ahora priorizar otras cosas que el trabajo. Pero era una época en la que es lo que tiene que ser: priorizas el trabajo porque tienes muchísimas oportunidades y hay que aprovecharlas. Pero yo aparte es que lo disfruto. He vuelto a disfrutar de la tele, he vuelto a pasármelo bien y a perderle el miedo. Es increíble, porque llegó un momento en el que ya no sabía qué me iba a provocar ansiedad. Decía: “Pero si yo estoy tranquila. ¿Por qué tengo un ataque de ansiedad?”. Tu cerebro funciona así, le da por hacer eso y no hay un porqué, no está pasando nada con nadie, de repente te da y te da.
Y ahora realmente me gusta mucho poder hablar de esto porque me gustaría que la gente que esté pasando por eso, que es algo que yo no veía, que sepa que, y parece que es un dicho muy manido, pero es verdad que cuando se supera, con las herramientas adecuadas, que es pidiendo ayuda y rodeándote de la gente que te tienes que rodear, y a la que no tienes que estar dando explicaciones constantemente, cuando ya encuentras tu lugar, se vive mejor. Lo que viene es mejor de lo que tenías, aunque tú en ese momento te pienses que todo es muy gris y que lo mejor pasó, luego viene un momento en el que de verdad es como si hubiese una recompensa para los que lo superan. Por eso hay que ser fuertes y hay que aguantar.
¿Qué consejo le darías a la gente joven que está pasando por ese momento de vorágine y gran éxito televisivo, como es el caso de Lalachus, para que no pasen por lo mismo?
No les tiene por qué pasar lo mismo, son experiencias personales y cada una lo vivimos de una manera. Hay gente que pasa por el éxito sin ningún problema personal y lo asimila bien. En mi caso, no fue tanto lo del éxito, porque ya llevaba muchos años en la tele cuando pasó eso. Fueron diferentes temas personales que son los que me desequilibran, pero nada que lo disfruten y sigan como están. Que lo vivan, lo expriman y, yo qué sé. Yo creo que ellos no son conscientes, porque a mí me pasaba, que cuando vivía ese momento tan brillante no era tan del todo consciente, tenía tanta angustia por hacerlo bien, que no me daba cuenta de que estaba en la cresta de la ola. Están en la cresta de la ola, que lo vivan y se dejen llevar por todas las olas del mundo y que las surfeen. Que no se priven de nada y lo vivan todo, que se excedan, que pidan perdón antes que permiso, que sólo se van a arrepentir de las cosas que no han hecho, así que para adelante con todo.
¿Dónde pasarás las fiestas navideñas?
Me iré a Valencia a pasarlas con mi madre, mi hermano y mi sobrino. Y a consumir allí, porque creo que hay que acercarse a las zonas que han sido más devastadas y consumir producto local, tiendas locales e ir a los bares y empezar a consumir en Valencia. Ya luego me vengo aquí, porque el día 2 empiezo a grabar, pero antes las Campanadas con Lala y David Broncano.
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