TVE dio la sorpresa a finales de enero anunciando la cancelación, por sorpresa, de Acacias 38. Tras seis años en la sobremesa de La 1, será este martes 4 de mayo cuando emita su capítulo final, para el que se ha reservado una despedida “emotiva y sorprendente”. Pero no todo iban a ser malas noticias para los seguidores del longevo serial.
La cadena pública comunicó igualmente que estaba estudiando un spin-off de Maite y Camino, al estilo Luimelia. Así, se abría la puerta a que 'Maitino' contara con su propia continuación, más allá del podcast que relató la vida de los personajes en París, tras su salida de la ficción.
Ylena Baglietto, intérprete de Maite, espera y confía en que finalmente el proyecto salga adelante. También para mantener vivo el espíritu del serial, sobre el que lamenta su abrupto desenlace. “Puede haber miles de posibilidades”, anima, además de reflexionar sobre lo que ha implicado para ella convertirse en un referente LGTBI.
Acacias 38 emitirá su desenlace la próxima semana, ¿habrá aparición de Maitino?
No. De momento, nuestros personajes no vuelven. Ahora la lucha es el spin-off audiovisual, a ver si se consigue.
TVE aseguró estar estudiándolo. ¿Se han puesto en contacto con vosotras? ¿En qué punto está?
Sé que Verónica Sáenz [directora y guionista de la serie] ha hecho varias propuestas de posibles spin-offs. Después TVE dijo públicamente que estaba valorándolo. Esa es la última noticia que tenemos. No sabemos qué ha ocurrido a partir de ahí. Si siguen valorándolo, si no, si ahora que acaba Acacias 38 cabe la posibilidad. Esa es nuestra esperanza y lo que esperamos. Como Maitino ha tenido tantísimo éxito, incluso a nivel mundial, igual que Luimelia precisamente, ojalá. Ya se hizo el spin-off en formato podcast. Ojalá se haga en formato audiovisual también. Para nosotras sería una alegría.
¿Te lo imaginas de alguna manera? ¿Con qué has fantaseado?
Puede haber miles de posibilidades, desde que cuenten cómo evoluciona su vida en París a principios del siglo XX o de repente trasladarlo a otra época. Adelantarlo años, incluso al hoy en día, con una Maite y una Camino modernas. O que sean otros personajes pero que de alguna manera dibujen a Maite y Camino. Es verdad que para poderlo llevar a una plataforma y que no sea tan caro, es más fácil modernizarlo. Traerlo aquí y al ahora. A nivel de vestuario y demás facilitaría mucho las cosas. Al mismo tiempo, sería fantástico poder seguir utilizando el vestuario de ambas en 1920, y que pudiéramos continuar la trama en aquella época. Hacerlo en aquella época te da colores muy distintos. El ahora lo conocemos mejor, pero volver atrás siempre te da ese punto de melancolía y de otras cosas que se ven dentro de esta trama homosexual.
Ese viaje al pasado os ha permitido contar cómo ha cambiado la aceptación de que dos mujeres enamoren de 1920 a 2021.
Una de las cosas que he descubierto a raíz de interpretar a este personaje es que estamos evolucionados en España, pero en muchísimos países del mundo, todavía se condena a pena de muerte ser homosexual. Mucha gente se siente identificada con Maite y Camino porque en sus países todavía se condena, sus familias les tratan mal. Me han contado historias escalofriantes, como que “mi hermano me pega por ser homosexual”.
Aquí lo vivimos de otra manera, pero cuando te pones en contacto con gente de diferentes partes del mundo y descubres que eso que tu pensabas que estaba evolucionado no lo está, alucinas y dices “madre mía, qué necesidad hay de estos personajes, de que la gente pueda verlos”. Ahora tenemos tanta facilidad a través de las redes y de las plataformas de establecer contacto a nivel mundial; que es cuando más se necesita visibilizar este tipo de personajes y este tipo de parejas.
Cuando recibiste los guiones de la serie, ¿recuerdas tu primera impresión? ¿Te pareció importante la trama que iba a desarrollar?
Cuando me presentaron a Maite me pareció un caramelito. Una oportunidad impresionante, porque me veía en ella. Una mujer reivindicativa, moderna, libre. Ylenia tiene todo eso, pero el hecho de colocarlo en 1920 hacía atractivo al personaje. En aquella época, la mayoría de la gente no era así. Vivían en una sociedad muy conservadora y por eso eran conservadores. Colocar a un personaje como Maite en una sociedad conservadora era lo interesante de construir y de interpretar.
Tras vuestra marcha, desarrollasteis la historia de Maite y Camino en París, a través de un podcast. ¿Cómo fue la experiencia en este formato?
Fue un regalazo porque nunca había hecho radionovela, no había interpretado a un personaje solo con la voz. Fue una sensación entre el miedo por no haberlo hecho y la oportunidad de poder seguir interpretando a los personajes desde otro sitio. Hay una evolución en el podcast tanto de Aria [Bedmar, intérprete de Camino] como mía, de ir cogiendo confianza. Hasta entonces habíamos estado trabajando siempre con el cuerpo, las miradas... y de pronto te quitan todo eso, el poder mirarte, el poder moverte. Me dio la absoluta oportunidad de descubrir otra manera de interpretar. Bailo, canto, he hecho musicales, no solo actúo, tengo otros colores dentro de la interpretación y este era uno nuevo.
Uno de los puntos fuertes de la trama de Maitino en Acacias 38 es que el suyo fuera un final feliz. Algo que el colectivo LGTBI ha reivindicado en su representación, que no siempre tenga que estar atada -como históricamente- a destinos fatales. ¿Os gustó que fuera así?
Para nosotras fue un regalo poder acabar la trama desde lo positivo. Finalmente, a pesar de todas las dificultades, de que Felicia no estaba totalmente a favor pero ve que la felicidad de su hija está ahí; y dice vale, marchaos, prefiero no verlo pero estad juntas porque eso es lo que os hace felices. Está muy bien que se vaya normalizando cada vez más. Por supuesto que todavía hay dificultades, pero el hecho de que acabe bien te hace ver que se puede, te da ese halo de esperanza para decir: “Vale, no pasa nada, vamos hacia buen camino”. Porque esa positividad es la que hace que la gente cada vez lo vea como algo más natural.
Hace unos días se celebraba el Día de la Visibilidad Lésbica, con Maitino como uno de sus exponentes en ficción. ¿Cómo llevas ser un referente LGTBI?
Con mucho cuidado, porque es un tema muy delicado. Hay muchas personas que están ahí, que confían en ti y me toman como referente. Siempre quiero que se sientan bien con lo que yo pueda representar y con lo que pueda decir. Que nadie se sienta ofendido. Intento dar mi punto de vista, que es liberal en el amor, me han educado en la libertad absoluta. No me cuesta hablar, pero a veces, como nadie nos enseña, metemos la pata. Siempre pido perdón por si acaso, porque no quiero hacer daño a nadie; y si en algún momento me equivoco, por favor, corregidme porque lo que quiero es aprender.
Que la gente sienta que yo también soy parte de todo esto. Que no solo estoy interpretando un personaje, sino que como Ylenia también me implico. Estoy aprendiendo e intento leer todo lo que pueda para ser siempre lo más políticamente correcta posible y que todo el mundo sienta que yo también formo parte. Da cosa que te tomen como referencia, porque cuando decidí ser actriz, claro que piensas que vas a influir algo en la gente. Pero cuando descubres que vas a influir tanto en algo tan personal y tan complicado dices “madre mía, quiero hacer las cosas bien”.
¿Qué opinas de que vaya a acabar Acacias 38? ¿Has seguido la serie?
Es impresionante, porque de repente es todo nuevo para mí. De todos los personajes que están ahora, no conozco a la mitad. Me impresiona el hecho de que en tan poco tiempo haya podido evolucionar tanto la serie. Han avanzado hacia adelante, han cambiado de década. Me da muchísima pena que se acabe, sobre todo por los compañeros. Cuando cambias de década parece que todo va a ir hacia adelante y de repente… ¡crack! Ha sido muy repentino, e imagino que dentro de las tramas los finales también han sido repentinos. Ahí está el trabajo de los guionistas, que son unas y unos máquinas; imagino que para ellos también ha sido un reto poder dar un fin lo más redondo posible, a este Acacias 38 maravilloso que nos ha acompañado durante todos estos años.
¿Te hubiera gustado que Maitino hubieran vuelto antes del desenlace de la serie?
Me hubiese encantado que hubiese ocurrido algo así. Haber podido dar un final redondo a la historia de Maitino dentro de Acacias 38. Supongo que también con el coronavirus están siendo las cosas tan difíciles, que bastante tienen. Y siendo el final tan de repente, suficiente con terminar las cosas bien, como para encima tener que pensar en meter a otros personajes. Hay que quedarse con cómo se fueron Maite y Camino en su día, acabando positivamente, en París.
Quedaría rematar con que se haga efectivo vuestro spin-off.
Claro. Ya que por lo menos Acacias 38 acaba, que no termine del todo. Que siga ese spin-off de Maite y Camino, y que vayan entrando el resto de compañeros todo. Hacemos cameos, pero al revés. Sería fantástico, otra manera de mantener vivo el espíritu de Acacias.
Más allá del posible Maitino, ¿qué tal te ha ido desde que saliste de la serie?
Muy bien. No he parado de trabajar, que bastante es, incluso durante el confinamiento estuve haciendo una serie para la ETB. Cuando me llamaron pensé que iba a ser una de las pocas actrices que iban a estar trabajando. Grabando con un móvil y el ordenador. Ahora estoy con Amor y humor, una función que he escrito con Lander Otaola. También un musical sobre sor Juana Inés de la Cruz que se llama Yo, la peor del mundo, con la que vamos ahora a Madrid. A partir de septiembre, estaré también en el Centro de Arte Dramático Nacional en Nunca serás un verdadero Gondra. Tengo una película a la espera y otra para estrenar, García y García. Estoy sin parar, soy muy afortunada.
Después de haber hecho un serial como Acacias 38, ¿te gustaría volver a hacer una serie diaria? ¿Tienes preferencia en cuanto a formato?
Lo que quiero es trabajar así que todo lo que salga va a ser bienvenido. Una serie diaria, para cualquier plataforma o cadena, cine, teatro, musicales, estoy abierta a todos. He probado hasta en podcast.
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