Luis Miguel. La Serie 1x01 Review: El (re) nacimiento de un ídolo
Después de meses donde los escándalos copaban los titulares, después de años de silencio, después de dudas sobre su salud y especulaciones sobre sus finanzas, después de que muchos lo consideraran un artista del pasado, Luis Miguel ha vuelto y lo ha hecho con nuevo disco, con nueva gira y con una serie biográfica en Netflix y Telemundo. Todo un golpe sobre la mesa para dejar claro que los agoreros que lo habían enterrado profesionalmente estaban equivocados.
Qué pasó durante ese tiempo “oscuro” solo Luis Miguel y sus más allegados lo saben. Tal vez nosotros lo descubramos si esta serie tiene las suficientes temporadas como para llegar a la actualidad. Ojalá. Por ahora, toca descubrir cómo llegamos hasta aquí. Cómo fueron esos años ochenta que supusieron el nacimiento profesional de una estrella y lo hacemos justo cuando parece haber renacido para volver a brillar con fuerza.
Hay varias lecturas sobre Luis Miguel. La serie. Por un lado, para sus fans, sus incondicionales, sus cómplices, quienes han comprado sus discos y aplaudido en sus conciertos, supone una oportunidad de oro para acercarse más al artista al que siempre han sido leales (tal y como el propio Luis Miguel les reconoció y agradeció hace poco); para recordar momentos en los que ellas también fueron protagonistas y para descubrir si la percepción que tenían del hombre que había tras el cantante era más o menos acertada.
Para los no fans, supone una oportunidad de oro de descubrir la trayectoria de uno de los artistas latinos más importantes de la historia.
Pero para quien, sin duda, es también una oportunidad de oro es para el propio Luis Miguel. Es la ocasión perfecta para presentarse ante las nuevas generaciones y para reivindicar el lugar que por méritos propios le corresponde en el star system.
Todo el mundo ha hablado de Luis Miguel: medios, fans, detractores, público… Todos tienen una opinión sobre él: buena, mala o regular. Todos opinan sobre su comportamiento, critican sus manías o censuran sus excentricidades, pero ¿Quién es en realidad Luis Miguel? ¿Alguien lo conoce de verdad? ¿Cómo es la vida de este artista con millones de discos vendidos cuando se apagan los focos? A lo largo de estos años ha habido algunas rendijas por las que hemos podido descubrir algo de su vida al margen de los escenarios, pero nunca imaginamos que sería el propio Luis Miguel quien abriría las puertas de su intimidad (ya veremos hasta donde) para que todos entráramos de lleno en ella.
Después de casi cuarenta años de trayectoria, Luis Miguel ha decidido que ahora le toca a él. Es su momento. Ha llegado la hora de hablar. Como él mismo dijo “Durante décadas muchas personas han hablado de mi vida, pero ha llegado el momento de que mi verdad salga a la luz. Versiones hay muchas. Verdad solo hay una. Esta es mi historia”
Conozcamos, pues, la historia de Luis Miguel Gallego Basteri.
¡¡CUIDADO SPOILERS!!
Lo decide todo
De este primer capítulo se extrae una primera impresión. Que la complicada relación de Luis Miguel con su padre no era un rumor, sino una realidad y mucho más cruda de lo que podíamos imaginar. Los primeros calificativos que recibe Luis Rey, casi cuando aún nos estamos sentando ante la pantalla, son timador y sinvergüenza. Toda una declaración. Pero la cosa no mejora con el avance del capítulo.
Descubrimos a un padre con serios problemas para mantener a su familia, pero que, aun así, rechaza actuar de telonero de José José porque considera que Luis Rey no es menos que “el príncipe de la canción”. Descubrimos a un padre que no duda en manipular cualquier tipo de situación con tal de salvaguardar la carrera de su hijo, la carrera que él ha diseñado al milímetro, la carrera que él controla con mano de hierro. Como dice uno de los personajes “él lo decide todo”, aunque es lo suficientemente hábil como para no ser nunca el culpable ante su hijo. Hasta que finalmente a Luis Miguel se le cae la venda de los ojos y asume que tiene que tomar el control de su propio destino.
Y es en esta relación donde descubrimos los primeros rasgos del Luis Miguel ser humano frente al Luis Miguel artista. Vemos como un jovencísimo Micky se enfrenta a una complicada disyuntiva.
Por un lado, está el hijo que quiere y respeta su padre, por lo que le cuesta asimilar que pueda maniobrar a sus espaldas en contra de sus deseos. Por otro lado, fue quien lo descubrió, quien lo lanzó al mundo del espectáculo, con lo que hay un toque de agradecimiento. Luis Miguel se encuentra en un complicado cruce de caminos. Es el momento de tomar decisiones clave que marcarán su futuro profesional y personal.
¿Qué hacer? ¿Respetar el vínculo familiar aunque signifique hacer las cosas como a Luis Miguel no le gustan? ¿Romper las cadenas y volar solo? No debió ser fácil tomar esa decisión y menos con 17 años y menos con la presión de ser una figura musical emergente. Pero Luis Miguel la tomó y ahora entendemos mejor mucho de lo que sucedió después.
Al margen de la enrevesada personalidad de Luis Rey, quien se merece todos los aplausos es Óscar Jaenada, que borda su papel. No sé si era la intención original del guion, pero, desde luego, en este primer capítulo se ha ganado el título de personaje más detestable.
No quiero ser tu accesorio
Tampoco era ningún secreto que Mariana, la fotógrafa que participó en el videoclip de “Cuando calienta el sol”, había sido muy importante en la vida de Luis Miguel, pero quizá nunca llegamos a imaginar que tanto. Ha sido, junto con Luis Rey, la gran protagonista de este primer capítulo y eso ya dice mucho.
Nos dice que fue una mujer clave en la vida del cantante. Quizá porque fue la primera a la que consideró su “novia”, quizá porque fue la primera capaz de decirle lo que pensaba al ídolo y quizá porque siempre tuvo claro que “no quiero ser tu accesorio”. Nunca sabremos si Mariana dijo o no esa frase literalmente, pero lo que sí parece claro es que ella tuvo un papel importante en la decisión de Luis Miguel de alejarse de su padre.
Y es curioso la diferente visión que se nos da de ambos personajes. Los espectadores acabamos odiando al padre y respetando profundamente a la ex novia. ¿Habrá sido esta la forma que ha encontrado Luis Miguel para arreglar cuentas con esta parte de su pasado?
Y entonces apareció él
De este primer capítulo podrían decirse muchas más cosas. Entre las que no pueden faltar es la felicitación a los responsables de casting. Si Óscar Jaenada lo borda, solo cosas buenas se pueden decir de Diego Boneta y de Izan Llunas. Y estos últimos los tenían mucho más complicado porque, como siempre se dice, las comparaciones son odiosas.
El pequeño Luis Miguel transmite a la perfección la admiración de un niño hacia su padre, sus miedos ante una situación familiar que intuye que no es normal y también sus nervios en su primera actuación en público cuando canta la única canción que se sabe entera. “Soy como quiero ser”. Otro detalle que habría que analizar en profundidad.
Diego Boneta lo tenía aún más complicado porque fan o no de Luis Miguel, todo el mundo conoce los gestos más característicos del cantante. Y ahí las fans podrían ser implacables, pero ha conseguido un aplauso casi unánime a su representación del Luis Miguel artista.
Pero también hace un gran trabajo en los pequeños detalles, en transmitirnos las emociones del Luis Miguel persona. Esa forma de mirar al horizonte cuando, rodeado de gente, lo rodea el silencio es quizá donde vemos al Micky más auténtico. Es ahí donde Diego Boneta tiene más responsabilidad porque nos tiene que presentar al Luis Miguel más íntimo, más privado, más desconocido y ahí también consigue emocionar.
Y aún nos queda por ver quizá uno de los aspectos que más curiosidad genera. Uno de los previsibles cliffhangers que nos acompañarán durante toda la serie. Ese misterio que ya se ha insinuado en este primer capítulo. ¿Se atreverá Luis Miguel a responder esa pregunta que nunca obtuvo contestación?
Pero, sin duda, de este primer capítulo dentro de unos años no sólo recordaremos lo manipulador que era Luis Rey, ni lo mucho que quiso a Mariana. Lo que recordaremos siempre de este primer capítulo de Luis Miguel. La Serie será esa fracción de segundo en la que todos los espectadores saltamos de nuestros asientos para pegarnos a la pantalla para comprobar que nuestros ojos no nos mentían: Que allí, en la discoteca Baby’O de Acapulco, bailando al ritmo de “Cuando calienta el sol”, estaba él. Allí estaba El Sol. Allí estaba Luis Miguel.
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