“Pretty Little Liars” 7x19 Review: El gran final se acerca
Por Paola Rojas
¡Cuidado spoilers! El que avisa no es traidor…
Penúltimo episodio de la serie. Últimos secretos sacados a la luz, reconciliaciones y lo que parece ser la tregua definitiva entre las chicas y ‘A.D’. A falta del último capítulo que se emitirá de manera diferente (dos horas de programa), parece ser que la trama no encuentra un cierre definitivo para desvelar quién será el acosador. A pesar de que muchas cosas se han sabido, todavía queda en el aire cómo y por qué se llevaron a cabo. Esperemos que ese episodio final no nos deje con mal sabor de boca porque necesitamos una explicación a todo este torbellino de locura que hemos seguido durante siete temporadas.
Querer y no poder
Por mucho que pasen los años, nunca dejamos de ser la persona que una vez fuimos. La esencia de nuestro carácter evoluciona y se adapta pero nunca se desvanece del todo. Y ese es el caso de Mona. A pesar de querer enterrar su dolorosa etapa ‘nerd’ del instituto, el resto de personas le recuerdan que es una fracasada con trenzas y jerséis anticuados. Y decirle eso a una persona mentalmente inestable no acaba bien. Y eso fue lo que le costó la vida a Charlotte, el subestimar a Mona y decirle a la cara que nunca iba a dejar de ser una estúpida a la que nadie quería.
Y es así como, en un forcejeo en lo alto del campanario, Charlotte acaba con el cuello roto a causa de la pelea. Recordar ese trágico momento hace que Mona retroceda mentalmente a ese momento y adopte su antigua personalidad. Así pues, la vemos totalmente ida, con sus grandes gafas y la ropa que solía usar cuando intenta atacar a Hanna en un momento de confusión. Y es que Mona siempre quiso estar al mando de lo que fuera, aunque eso significase acosar a otras personas. Tristemente, la búsqueda de aceptación, reconocimiento y cariño finalmente le han costado su salud mental.
Saber parar
El chantajeador nunca para. Siempre querrá más y más de sus víctimas y eso es algo que les ha costado mucho asimilar a las protagonistas. Hasta que por fin, con la última prueba de ‘A.D’ que es desenterrar el cuerpo de Rollins, deciden parar y no darle el gusto de seguir haciendo lo que les dice. No pueden continuar con esa vida llena de chantaje y locura. Si quieren un cambio deben empezar por ponerle límites al acosador y aceptar las consecuencias que eso conlleve. De todas formas, a pesar de haber hecho siempre lo que les pidió, acababan en una situación peor. Con lo cual ¿qué beneficio obtenían a pesar de obedecer sin más? Por fin deciden poner punto y final a la dictadura de ‘A.D’ y prepararse para el futuro que les queda por vivir de una u otra manera.
Keep the secret
‘Te compensaré por toda esa vida que no te he dado’. Un sacrificio tan grande solo lo podría hacer alguien capaz de sentir el amor más puro y desinteresado por otra persona. Una madre por un hijo. Y así es como Mary Drake ayuda a Spencer y a sus amigas a librarse de la imputación del asesinato de Dunhill (Rollins). Con toda la información que sabe, no es difícil hacer una declaración coherente y que satisfaga a la inspectora. Y ese es el regalo que le deja a su hija, a esa bebé que le arrebataron de las manos sin poder decirle ni adiós. La libertad, la oportunidad de ser feliz y comenzar una nueva vida. Con su confesión, todas quedan exculpadas de todos los cargos presentados. La pregunta ahora es, ¿’A.D’ también les dará la llave a la libertad una vez que ya se descubrió toda la verdad en relación a la muerte de su querida Charlotte?
Por Paola Rojas
¡Cuidado spoilers! El que avisa no es traidor…