Convocadas las primeras movilizaciones de la plantilla de Canal Sur contra el acuerdo de PP, C's y Vox que pone en duda el futuro de la RTVA
Comienzan las movilizaciones en la televisión andaluza tras la reducción en 14 millones de su presupuesto para 2021, después del acuerdo entre el gobierno de coalición de PP y Ciudadanos con Vox. El Comité Intercentros de la RTVA y de Canal Sur Radio y TVE han convocado una serie de concentraciones y asambleas informativas en todos los centros de trabajo y producción de la corporación durante del viernes 20 de noviembre. Las movilizaciones tendrán lugar por la mañana, respetando “las medidas de distancias de seguridad establecidas en nuestra empresa”. Se fija además la hora, a las 11:00 horas, las concentraciones que se realicen en el Centro de Producción de San Juan de Aznalfarache y en el de Cartuja.
Se trata de la primera acción en protesta contra unas cuentas que dejan en una posición muy frágil a la cadena, uno de los caballos de batalla del partido ultraderechista para desbloquear la aprobación del proyecto de Ley de Presupuestos de la Comunidad Autónoma para 2021. Llegan tras la reunión mantenida por la dirección general, que ocupa Juande Mellado, y los sindicatos para conocer en profundidad el alcance del recorte que supondrá un duro golpe a una radiotelevisión que ya sufría “un déficit de personal y de medios”.
El efecto tendrá una decisiva incidencia en una plantilla muy envejecida que ya tenía problemas para cubrir vacantes y que ahora se enfrenta a la amortización de las bajas de personal. “Pone en el disparadero la continuidad del modelo de Canal Sur Radio y Televisión como servicio público de gestión directa”, señalaban los sindicatos.
No se sustituirán las bajas por jubilación en la plantilla
Como decimos, lo que más preocupa es la situación de los trabajadores. Con una media de edad de 55 años, como ya indicó Mellado el año pasado, el nuevo presupuesto no plantea la sustitución de las jubilaciones de la plantilla. También se apuesta por un “análisis coste-beneficio de procesos de prejubilaciones voluntarias, que en ningún caso implicaría salidas forzosas, en beneficio de posibles medidas de conciliación, que permitan seguir avanzando en el proceso de rejuvenecimiento progresivo de la plantilla”.
La de Canal Sur es una redacción de edad muy avanzada: el 90% de sus integrantes tiene más de 45; y uno de cada 10, más de 60. De acuerdo a los datos facilitados por la dirección de la empresa a los sindicatos, en los próximos cinco años, un total de 184 trabajadores estarán en edad de jubilarse. Todas ellas serán plazas amortizadas, según el acuerdo alcanzado por las tres derechas.
Según los cálculos, supondrá un recorte de casi el 20% “en el capitulo destinado a personal, lo que podría suponer la eliminación de cientos de puestos de trabajo de un plumazo”. Para el Comité Intercentros, esta situación recuerda a precedentes como el de los ERE de Telemadrid en 2013, que supuso el despido de 861 trabajadores; o el cierre de Canal Nou.
No solo se trata de un problema grave para el empleo directo, sino también para el de las productoras externas que colaboran con la empresa de titularidad pública en la realización de programas, puesto que el recorte de aprovisionamiento se cifra en torno al 10%. “Es un varapalo también para el sector audiovisual de Andalucía”, subrayan los sindicatos.
Las cuatro medidas contra Canal Sur impulsadas por Vox
Si bien queda descartado, al menos a priori, el cambio de nombre a Andalucía TV, una de las exigencias más llamativas que antepuso el grupo político, el futuro del ente queda comprometido.
Las cuatro medidas principales que la propia Vox había anunciado, vistiéndolas como un triunfo, se resumían en: la reducción de 14 millones de euros en el presupuesto de la televisión autonómica; la liquidación de la Fundación Audiovisual de Andalucía, que supone un ahorro de 400.000 euros; la “unificación de los tres canales actuales en dos”, lo que implica la desaparición del canal ATV; y la potenciación de la emisión de contenidos dirigidos a la Iberosfera, es decir, una prioridad de los contenidos de carácter nacional sobre los de alcance regional.