Así se vio 'La venda' de Miki en su primer ensayo en Eurovisión: un 13 rúe del Percebe con mucha fiesta y ¡una marioneta!
La venda ya cayó de forma literal para los eurovisivos en el escenario del Centro de Convenciones de Tel Aviv. Miki realizó el primer ensayo del tema con el que aspira al triunfo en Eurovisión 2019, y si pretendía sorprender, lo ha conseguido.
Tras apostar por el intimismo y la austeridad en 2018, la propuesta de este año se va a las antípodas y abarrota el escenarios de elementos visuales y movimiento. Una propuesta que, por cierto, se le debe al director artístico Fokas Evagelinos.
El escenario principal alberga una gran estructura de hierro y aluminio dividida en seis paneles que simbolizarían un vecindario, con el cuerpo de baile convertido en los inquilinos. Al fondo, las luces LED muestran una explosión de colores cambiante, que a algunos ha recordado a la propuesta escénica de Loreen para su Paper Lights.
Miki ejercía de agente provocador en el edificio, haciendo “despertar” a cada uno de los vecinos con su tema, mientras que en el exterior, una especie de robot gigante replicaba los movimientos de la coreografía. La marioneta, diseñada por Emilio Velilla (departamento de Escenografía de RTVE) y desarrollada por la empresa Arte y Ficción (Rafa Suárez Arata y María Romero Alonso), cuenta TVE, “es una estructura de fibra de carbono recubierta de polietileno de cerca de 3 metros de altura e iluminada por dentro”.
“La canción empieza dentro de un edificio porque es la mejor manera de reflejar la rutina. Cuando empiezo a cantar, la canción les despierta y les saca de esa rutina. Cuando todos están despiertos, empezamos a bailar y cantar… Pero, de repente, cuando vemos esa sociedad que nos oprime, que está representada en esa marioneta, es cuando, solo con un pequeño movimiento podemos cambiarlo todo”, contaba a posterior sobre la propuesta española.
Aún hay más elementos: en el bridge de la canción, Miki saca una cámara GoPro con la que enfoca a las gradas, como tratando de hacer al público partícipe de esta fiesta montada sobre el escenario. “Lo que ere... Lo que ere...”, repite en estos momentos. En el tramo final, en el fondo, unas huellas dactilares de colores -“la identidad única de cada persona”- se funden en una sola más grande.
La venda concluye con una auténtica yincana en la que el catalán y los bailarines suben por una plataforma hasta acercarse al público. El artista concluye la actuación en solitario en el final de el estrado, extendiendo su mano a la platea.
El vestuario de Miki ha sido “elegante, cómodo y juvenil”, tal y como describe TVE en la nota enviada. Se trata de un conjunto de camiseta y pantalón azul marino con rayas finas (difíciles de observar en la retransmisión, hay que decir) y unas zapatillas deportivas blancas. Desde luego, un estilismo idóneo para emprender el esfuerzo físico sobre el escenario. En cuanto al quinteto de bailarines y coristas, los chicos vestían de verde oscuro, gris y azul claro, y las chicas de verde chillón y morado.