'Sálvame' se pone serio por el coronavirus para dar respuesta a “las dudas de la audiencia”
La emergencia sanitaria por el coronavirus ha acabado afectando a los programas de televisión, que han tenido que establecer turnos de rotación y otras medidas para proteger a sus profesionales, pero también la escaleta de contenidos de programas que, hasta la fecha, estaban marcados por el entretenimiento y la frivolidad. Es el caso de Sálvame, que en los últimos días ha asumido una labor informativa centrando el grueso de sus contenidos en la cobertura a la pandemia.
Carlota Corredera ha estado durante la semana al frente del espacio de La Fábrica de la Tele, que ha dejado los contenidos puramente de corazón para la recta final de su emisión y se ha centrado en reunir testimonios de profesionales de la salud para aportar consejos, especialmente pensados para la gente de avanzada edad. “Los datos no hacen más que aumentar la psicosis y el miedo, por eso es importante estar bien informados y conocer a través de profesionales cómo evoluciona este virus tan virulento y cómo son las medidas”.
Con una mesa tomando el plató, la presentadora se acompañó este jueves de expertos como Jesús Sánchez Martos, catedrático de educación para la salud y exconsejero de sanidad de la Comunidad de Madrid, que ha permanecido fijo durante los últimos días; Luis González, presidente de los farmacéuticos de Madrid; y la psicóloga Ana Isabel Gutiérrez. Entre ellos, trataban de explicar los procedimientos de detección, sintomatología y prevención de la enfermedad, de la que se han superado los 4.000 casos en todo el territorio nacional.
La actividad del primero de los mencionados ha sido elevada, dando instrucciones a la población sobre cómo enfrentarse a la posibilidad de estar incubando el virus, y también estableciendo patrones de propagación. Ha repetido en buena medida los mismos consejos que las autoridades sanitarias regionales y nacionales vienen dando, abordando con cierta profundidad y lenguaje llano los motivos que justifican prácticas como el lavado de manos y el mantenimiento de una distancia de al menos un metro. Por su parte, la psicóloga presente en la mesa también recordó la importancia de mantener una perspectiva racional ante la alerta y recomendaba “no ser compulsivos en la búsqueda de información” y “no desarrollar un miedo patológico, que nos llevará a cometer más errores”.
Testimonios de pacientes y doctores
Los colaboradores habituales del programa han estado presentes, pero no como participantes activos de la mesa de análisis, sino como representantes de distintos segmentos poblaciones: así, Chelo García Cortés intervenía como representante del grupo de población de riesgo (al tener más de 55 años) y Kiko Hernández lo hacía como padre de dos niñas.
“Se agradece que preguntemos de manera tranquila y llana, porque serán las dudas de la audiencia”, recalcaba la presentadora, que también ha contado con testimonios adicionales, como el de Kike Mateu, periodista y colaborador de El Chiringuito que lleva dos semanas hospitalizado por coronavirus y que ha mandado un mensaje de realismo a la audiencia, además de explicar cómo es el día a día de un paciente; y el médico español Luis Campos, ubicado en Italia. También se habló vía telefónica con Colate, que cogió uno de los últimos vuelos fletados desde Europa a Estados Unidos antes de que el gobierno de Donald Trump cerrase el tráfico aéreo con nuestro continente.
La audiencia responde positivamente a la iniciativa
Las opiniones de los espectadores han sido positivas en buena medida a esta iniciativa de Sálvame, con algunos matices. A menudo, Sánchez Martos repetía el número de teléfono de información sobre la enfermedad dispuesto por la Comunidad de Madrid, sin especificar la región; algo que se subsanaría cuando desde realización se habilitaría un croll con todos los números disponibles.
El mismo profesional ha sido más laxo al considerar permisible que los niños pudieran salir a la calle a jugar, siempre y cuando se mantuvieran unos supuestos básicos, como mantener grupos reducidos, sin contacto y manteniendo una distancia, y recalcando las medidas de higiene.