Sonsoles Ónega vuelve a corregir a una reportera de 'Ya es mediodía' por “arrejuntarse” en una conexión
Sonsoles Ónega ha vuelto a apercibir a uno de los periodistas de Ya es mediodía por no seguir a pies juntillas la distancia de seguridad establecida para prevenir el contagio por coronavirus. Ha sido en la última media hora del magacín de este martes 9, cuando entablaba contacto con Inma Rivas en la localidad vallisoletana de Simancas, centro de la actualidad desde que algunos vecinos dijeran haber avistado un cocodrilo.
Sobre el ya conocido “monstruo del Pisuerga” hablaba la periodista, desplazada hasta el municipio, con algunos vecinos; casi todos llevaban la mascarilla. Rivas aparecía en la entrada de un bar, donde se reunían varios paisanos enunciando sus particulares hipótesis sobre la naturaleza y procedencia del animal, que fue visto este sábado en la confluencia del río Duero con el Pisuerga y en cuya búsqueda se ha afanado la Guardia Civil durante los últimos días.
“Estáis ahí arrejuntados”
“Miedo no hay, pero cachondeo un rato”, decía la reportera, mientras a su alrededor la gente conversaba animadamente. “Hay preocupación porque se sigue buscando, pero entre los vecinos se lo toman con humor”.
“Nos quedamos con eso”, decía Ónega antes de despedir la conexión, haciendo un llamamiento. “Gracias y por favor un poco de distancia, que estamos ya probando la nueva normalidad del metro y medio, y los vecinos de Simancas y tú mismas estáis ahí arrejuntados”.
Rivas reconoció la situación y se distanció para el cierre: “Distancia, distancia, vecinos”.
Ya corrigió a Luis Navarro en marzo por lo mismo
No es esta la primera vez que la presentadora, a punto de debutar en el mundo reality con La casa fuerte, reprende a uno de sus compañeros por este motivo. A finales de marzo, hizo lo mismo con Luis Navarro, a quien corrigió por acercarse en exceso a la coordinadora médica de Médicos del mundo Hydra González, a la que entrevistaba en las inmediaciones del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.
“Te lo dije el otro día, ¡mantén la distancia!”, le insistía. La situación, como es evidente, distaba mucho de la distensión de esta ocasión.
