“Todo acaba de empezar, confía”, fueron las palabras que Mónica Naranjo compartió con Agoney la noche en la que el cantante se quedó a las puertas de la final de OT 2017. “Voy a trabajar”, prometió el canario. “Lo sé”, aseguró la jueza del concurso de TVE. Desde entonces, la vida de ambos artistas ha continuado ligada y, este viernes, van a entrelazarse de forma 'particular'. El triunfito se juega el pase a otra final, en este caso de Tu cara me suena 9, encarnando a su admiraba intérprete.
“Es la única persona del programa a la que he imitado que conozco mucho”, reconoce el concursante a verTele, “cuando de repente te llega una persona a la que admiras y quieres tanto dices... '¿Esto por dónde lo cojo? ¿Qué voy a hacer ahora?'”. Agoney revela que durante la grabación, subió al escenario “con un miedo mucho mayor. Espero que todo vaya bien”.
El cantante recuerda que “cuando empezó Tu cara me suena todo el mundo me decía que tenía que imitar a Mónica”. Por lo que desde antes de arrancar el talent de Antena 3, ya vislumbraba la posibilidad de acabar metiéndose en su piel en alguna gala. “Al final el pulsador se portó muy mal y me lo dio”, bromea sobre la mezcla entre temor y entusiasmo con los que ha afrontado la actuación.
“Para mi ha sido el reto más complicado hasta ahora”, reconoce, “por muchos motivos”. El primero de ellos, “y más obvio del mundo”, como indica, “es que es una de las mejores voces del mundo. Tiene una tesitura brutal”. El cantante comenta que la dificultad ha residido igualmente en el “respeto, la admiración y el cariño” que siente hacia Naranjo.
“Quería que fuera una actuación seria, desde el respeto y casi un homenaje y regalo a ella, que la quiero con locura”, confiesa, “ojalá le guste. Lo he hecho con todo el amor del mundo”.