Después de visitar El Hormiguero hace un par de meses, Ainhoa Arteta reapareció este sábado en Mi casa es la tuya, donde contó a Bertín Osborne el grave problema de salud que estuvo a punto de costarle la vida en septiembre de 2021.
Después de superar el Covid en la primera ola de la pandemia, la soprano sufrió una infección, una sepsis provocada por un cólico nefrítico que se complicó y derivó en un fallo multiorgánico. “Me tuvieron que trasladar en helicóptero y casi no llego (...) Me indujeron un coma y estuve así seis días. Cuando salí del coma, me enteré de que me daban tres horas de vida porque no reaccionaba ya a ningún medicamento”.
La última opción con la que contaban los médicos era la penicilina, a la que es alérgica. Sin embargo, le salvó la vida, relató la cantante, que como consecuencia de todas aquellas intervenciones se quedó sin voz y perdió dos dedos por la falta de riego sanguíneo: “A raíz de las intubaciones se me cerró un ganglio de la cuerda derecha”.
El relato de esta dramática situación que le ha tocado vivir con 57 años centró buena parte de la entrevista, pero Ainhoa Arteta contó también otro complicadísimo capítulo de su pasado que le marcó para el resto de sus días. Cuando tenía seis años, un hombre intentó abusar sexualmente de ella.
“Yo iba a jugar con mis cromos y un tío me pidió que le ayudase a bajar los paquetes de casa de su madre. Según subía las escaleras, esa persona iba haciendo algo que yo no sabía qué era pero no me encontraba bien. Me salvé gracias a mis gritos porque las vecinas salieron. Fíjate cuál fue mi trauma que cuando llegué a casa me había defecado encima”, contó.
La Policía nunca localizó al hombre y ella no recibió asistencia psicológica, simplemente se le hizo un encefalograma. “Mis padres dijeron que no había que hablarme de ese tema más porque ya se me olvidaría, pero a la niña no se le olvidó jamás”, lamentó.
En Nueva York sufrió una violación
Por si fuera poco, en Estados Unidos sufrió otro episodio de esta naturaleza. “Fue un percance durísimo. En Nueva York me violaron. Un hombre me siguió desde el metro y se coló entre las dos puertas que había en mi apartamento. No recuerdo si estuve una o dos horas tirada en el suelo y no podía reaccionar, sólo temblaba. Fue una época en la que tu vida valía una mierda”, narró la soprano.
“Estas cosas te dejan muy marcada y ahora no aguanto ni un susto. Estoy convencida de que estos dos episodios de mi vida han hecho que sea mucho más reticente a las relaciones”, reflexionó Arteta. “Soy una persona afortunada y le puedo dar gracias a la vida porque he podido dedicarme a lo que siempre me ha gustado, he tenido hijos y no me he dejado nada en el tintero... bueno, sí, me he dejado muchos amantes en el tintero. Pero esa etapa se acabó”.