Entrevista

Ana Milán reivindica la naturalidad en 'ByAnaMilán': “El afán de perfección nos está quitando la alegría de vivir”

Ana Milán atraviesa un momento dulce y prolífico en su carrera. Además de haber aparecido como Sara Montiel en Veneno y tener pendiente el reencuentro de Física o Química y la película de Camera Café, la actriz estrenó el pasado domingo ByAnaMilán. Su serie para Atresplayer Premium basada en las anécdotas de su vida que reveló durante el confinamiento, con las que se hizo virales gracias a sus directos en Instagram.

Aunque en un principio le dio miedo que se perdiera su esencia al trasladarlas a los guiones de una ficción, reconoce que se le quitó “en cuanto leyó el primero”. Este domingo se estrena su segundo episodio en la plataforma, continuando la historia de su álter ego en la pequeña pantalla que, de la noche a la mañana, se ha quedado sin novio, boda ni película.

La intérprete se enfrenta con la misma naturalidad que en sus vídeos a la reflexión sobre la importancia de reivindicar ser uno mismo y “que no te juzguen por ello”, su especial conexión con el público joven y la forma en la que la industria audiovisual deja cada vez menos de lado a las actrices mayores de 40 y el camino que queda por recorrer. “Poco a poco hacemos un mundo más bonito”, asegura, al tiempo que adelanta que la mayor sorpresa del regreso de Física o Química va a ser descubrir “en quiénes se han convertido todos y cada uno de ellos”. Además, mantiene sus puertas abiertas para la segunda temporada de Veneno anunciada por 'Los Javis', dispuesta a volver a meterse en la piel de la cantante si se lo pidieran.

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Estrenas serie que combina tu propia realidad con ficción, ¿qué era importante para ti que se mantuviera de la Ana real, y qué no?

Lo dejé en manos de los guionistas, con los que hablé mucho. Horas de Zoom, de Skype, un café cuando se podía... pero lo dejé en sus manos. No tenía ningún problema con que se viera todo lo que les conté, por lo que estaba a salvo. Mi intimidad sigue absolutamente preservada. Era algo que tenían que decidir ellos, porque si lo hacía yo, hubiera sido un poco sectario. Uno nunca tiene un buen foco sobre sí mismo. Era más interesante que lo hicieran ellos, y la verdad es que han contado un montón de cosas.

Siendo tus directos algo que salió de forma tan espontánea, ¿tuviste miedo en algún momento de que al trasladarlo a una serie, perdiera esencia?

Tuve miedo hasta que leí el primer guion. Después dejé de tenerlo hasta hoy, porque era absolutamente genial y mucho mejor que los directos. Contenía su esencia y la sabiduría de un equipo de cuatro guionistas impecables.

La Ana que vemos en la serie es una mujer a la que todo se le pone patas arriba, y aun así tiene fuerza para hasta reírse de sí misma en algunos momentos. ¿Cuán importante es y por qué es algo que tenemos tan poco aprendido?

Estamos viviendo un momento donde el afán de perfección nos está quitando la alegría de vivir, casi. Tienes que estar delgadísima y tener un pelazo, pero a la vez saber cocinar la mejor tarta de chocolate del mundo, tener una casa impecable, que tu marido sea la hostia y que tus niños sean no sé qué. Esto es incompatible con la vida, y mucho más con la felicidad. La felicidad tiene mucho que ver con la capacidad para reírte de las cosas que te pasan, porque si no, estás muerto. Es algo que aprendí relativamente rápido y lo tengo absolutamente incorporado en mi vida. La capacidad de reírme de mí, de mis torpezas, que las tengo, además las disfruto y me parece que son preciosas.

La serie es también una reivindicación de la importancia de ser uno mismo pasados los 40. Un mensaje que habitualmente parece más pertinente para un público más veinteañero, que para los que han alcanzado los 40 o 50. ¿Por qué piensas que es así?

Supongo que tendrá que ver con factores sociales, de educación. No solamente es importante ser tú mismo, sino que además nadie te juzgue por serlo. Es fundamental dejar a la gente ser quien quiera ser mientras no hiera a nadie. Darnos cuenta de que la vida privada de la gente es eso, privada. Es de importancia extrema porque entonces es cuando salen los colores de la gente, y a mí me interesan mucho, el alma humana. Quizás es el motivo por el que soy actriz. Esto en la serie está muy presente porque tiene mucho que ver con mi manera de tratar la vida, a mis amigos, y a los que no son mis amigos también.

¿Cómo valoras tu especial conexión con ese público más joven? Ya bromeaste sobre ello por ejemplo con Ibai. ¿Crees que incluso puede abrirte aún más puertas?

No lo sé, siempre me he llevado bien con la gente más joven que yo. Recuerdo que cuando estábamos en Física o química una de las productoras ejecutivas, Reyes Baltanás, me decía '¿cómo es posible que te lleguen tantas o más cartas que a los chavales, que despiertan el fenómeno fan?'. Me interesa lo que tienen que decir de verdad, porque me parece que es maravilloso escuchar su punto de vista y ver su manera de enfocar la vida.

A los 40 nos colocamos en una posición como si lo supiéramos todo, y no. Sabemos la parte que nos ha tocado vivir, de la otra no tenemos ni puñetera idea. La energía de la gente joven es preciosa, así como lo es la de sentarte a charlar con alguien de 80, pero no es más importante la opinión de alguien de 50, 60, 70 u 80 que la de alguien de 30. Ni si quiera de 20. Me interesa y me divierto con ellos, tengo mucha conexión y realmente son vitales. Una de mis mejores amigas tiene 24 años, otro 29 y los hay de 48. Me importan todos de la misma manera. Supongo que es algo que no se planea, es así. Simplemente me gustan y parece ser que yo les gusto a ellos.

También tienes pendiente el reencuentro de 'Física o química'. Ahora que ya lo habéis grabado, ¿cómo ha sido revivir vuestros años en el Zurbarán?

Ha sido una maravilla, una especie de vuelta a casa por Navidad, pero de repente tus sobrinos no tienen 15, sino 25 y son actorazos, personas adultas con criterio. Estoy muy orgullosa de ellos. Ha sido muy bonito volver a verles, trabajar todos juntos. El espíritu y la energía de lo que fue Física o química continuaba intacto y eso me impactó mucho. Ha sido una suerte.

Sabemos que el motivo por el que se van a reunir es la boda de Yoli pero, ¿deben los fans estar preparados para todavía más sorpresas?

La verdadera sorpresa es ver en quiénes se han convertido todos y cada uno de ellos.

"El espíritu y la energía de lo que fue 'Física o química' seguía intacto y eso me impactó mucho"

Más adelante participarás en la película/reencuentro de 'Cámera Café'. Sabemos que se grabará en 2021 y su punto de partida, ¿cómo ha sido la gestación de este proyecto?

La gente sigue hablando de Física o química como si se hubiera emitido la semana pasada; y la gente seguía hablando de Camera Café del mismo modo. Son dos series que se mantienen en la memoria colectiva de una manera viva y muy presente. Había ganas de contar qué fue de toda esta gente después de que la empresa cerrara y eso es lo que vamos a hacer. Nos une el buen recuerdo, las ganas y la casi petición popular.

¿Cómo vives tú esta fiebre por los reencuentros? ¿Nos tiene el coronavirus más nostálgicos que nunca?

En mi casi ha sido un poco casualidad, aunque FoQ y Camera coincidan en el tiempo, lo segundo se lleva gestando dos años.

Recientemente te vimos como Sara Montiel en 'Veneno', que le aconseja que aprenda a leer. ¿Cómo valoras tu participación en la serie?

Representar a Sara Montiel y hacerlo de una manera honesta, sin ir a la caricatura, sin darle las pinceladas que a todos se nos quedaron grabados en la retina en su última década, fue muy difícil. Quería hacer una Sara cercana. Traté de imaginar cómo sería ella sin ser personaje, por eso el encuentro con la Veneno se da detrás de las cámaras. Después de mucho trabajo, de mes y pico documentándome sobre ella me di cuenta de que al final, Sara Montiel mató a Sara Montiel. Y esto me dio mucha pena. Ella realmente era una actriz y un personaje muy brillante, me da un poco de pena que lo que quedara fuera la caricatura: el puro, la lengua. Esto lo desterré totalmente y traté de hacer una Sara como de casa.

Los Javis preparan una segunda temporada, ¿participarías si quisieran que Sara volviera a aparecer?

A mí los Javis siempre que me llamen, les voy a abrir la puerta.

En el mundo de la interpretación muchas actrices han denunciado una barrera por la edad que no afecta a los actores. A ti se te acumulan los proyectos, ¿esto indica que se va superando, o aún hay mucho por hacer?

Las dos cosas, es algo que se está superando y queda mucho por hacer. No es fácil porque cuando a las mujeres sobre todo se les exige lozanía y belleza como la gran cualidad, ¿qué pasa cuando empiezas a cumplir años? Es injusto. Pero por otro lado, nos damos cuenta de que series como Big Little Lies o El cuento de la criada se han llevado todos los premios, son ficciones que están protagonizadas por señoras estupendas que pasan los 40. Por un lado lo vamos superando, pero por otro, seguimos teniendo que hacer un montón de cosas. Estas series, e incluso la propia ByAnaMilán que cuenta con muchas mujeres tanto en el equipo técnico como en el artístico, es que interesan. Poco a poco hacemos un mundo más bonito.