'El programa de AR'
Ana Terradillos menciona a Christian Gálvez entre bromas a Patricia Pardo: “¡Qué golpe más bajo!”
La relación entre Christian Gálvez y Patricia Pardo está dando mucho de sí en El programa de AR, que presenta la segunda. Sus compañeros no han dudado en sacar a colación este noviazgo con puntuales comentarios a la periodista gallega durante las emisiones, que ella ha sorteado como ha podido. El último ejemplo lo hemos tenido este jueves 7.
Ana Terradillos y Pardo han demostrado sus dotes culinarias durante la mañana de este primer jueves de abril, en una competición en la que debían realizar sendas tortillas de patata que llevaron al plató para degustar. En tono cómplice, una y otro se lanzaban pullas para reafirmar su superioridad ante los fogones. La primera aseguraba haber tenido “la suerte del principiante” para haber conseguido un acabado perfecto, algo que su competidora cuestionaba.
“¡Qué golpe más bajo, Ana Terradillos!”
“”¡Pero quién se va a creer que Ana Terradillos, que no puede ni levantar la tortilla, le haya dado la vuelta a esto!“, exclamaba Pardo, que recibía de vuelta un comentario sobre su situación sentimental. ”Por cierto, ¿la tuya la has hecho tú o te la han hecho? Porque igual Christian ha participado también“, le preguntaba la copresentadora, sacando a colación al maestro de ceremonias de Alta tensión.
“¡Qué golpe más bajo, Ana Terradillos!”, reaccionaba entre risas la aludida, para la que aún quedaba otro comentario. “Christian te ha cortado la patata y el tomate”, señalaba la encargada de la sección política del magacín.
“Ya te digo yo que no”, decía Pardo para cambiar drásticamente de tema y, por cierto, seguir defendiendo su tortilla.
Las dos presentadoras han seguido bromeando hasta el final, cuando Terradillos ha apostillado el torneo improvisado con una última mención a Christian Gálvez en las valoraciones: “A mí me gusta más la mía, pero la suya está muy buena... Creo que la ha hecho Christian, no la has hecho tú... Pero bueno”. La respuesta de Pardo fue concisa: “¡Qué morro, tía!”.
