'Sálvame'
Anabel Pantoja, molesta con Jorge Javier: “Me duele lo que dices. No soy el muro de Berlín”
Las imágenes de la entrada de Isabel Pantoja al juzgado, rodeada de cámaras, reporteros, guardias civiles e incluso algunos espontáneos, ha centrado la atención de Sálvame este miércoles.
El programa ha contado con el testimonio de Anabel Pantoja, sobrina de la cantante, que ha criticado que no se hayan tenido con su tía las medidas de seguridad que sí se tiene con otros famosos. Si se hubieran colocado unas vallas para contener a la marabunta, habría bastado, argumentan desde Cantora.
En cambio, algunos de sus compañeros de Sálvame, incluso el presentador del programa, consideran que esta es justamente la imagen que buscaba la folclórica. “Al final hemos caído todos en la trampa de decir 'pobrecita', cuando seguro que eso se podría haber evitado con una buena actuación de su abogado (...) Le conviene. Cada vez estoy más convencido”, ha dicho Jorge Javier Vázquez.
Sus palabras han indignado a la tertuliana, que se ha levantado de su asiento para poner rumbo al baño. Tiempo atrás se habría marchado a su casa o habría amenazado con hacerlo, pero esta vez, después de reconocer que aquellas espantadas fueron un error, ha contado hasta 10 antes de explotar definitivamente.
“Me duele lo que me dices. Tienes que entender que no soy el muro de Berlín”, le ha espetado Anabel cuando se escondía entre bambalinas sin saber muy bien a dónde ir.
“Tú eres el presentador de este programa y te guardo un respeto, pero tienes que entender que tu palabra va por encima de la mía, y entiende que a mí me duelen las cosas”, le ha reprochado después, sentados ambos en una mesita en la que Jorge ha aprovechado para merendar.
“Que tú me digas en directo que crees que mi tía hace eso por una estrategia, porque le viene bien, yo lo voy a respetar, pero entiende que me duela y me levante. Porque es mi tía y porque creo que ninguna persona quiere pasar por eso”, ha argumentado la colaboradora de Mediaset.
El debate entre ellos ha continuado después pero con un tono mucho más sosegado y respetando que, efectivamente, para el programa es imprescindible que exista variedad de opiniones: “Si opináramos todos igual, Sálvame no existiría”, ha reconocido la tertuliana.
