Telecinco desenrolló la alfombra roja este viernes para el regreso de Anabel Pantoja. Después de seis meses sin pisar el plató de Sálvame, la tertuliana volvió por la puerta del Deluxe, donde criticó a algunos de sus compañeros y explicó por qué no quiere volver al que ha sido su programa durante ocho años.
“Me da muchísima pena, pero no me encuentro a gusto porque creo que se han cruzado límites”, declaró la sobrina de Isabel Pantoja, molesta por el modo en el que se ha cuestionado la relación que le une a su padre y las atenciones que tiene con él: “Es un personaje público y no se puede defender”, recordó ante el silencio de quienes la acompañaban en plató.
“Lo que me mosquea es que creo que no me merecía eso del programa en el que he estado trabajando. Ni yo ni él”, agregó la influencer, que fue muy criticada porque, al regresar de Supervivientes, disfrutó de unas largas vacaciones mientras su padre estaba ingresado.
“Él está delicado y yo entiendo que mis compañeros me pregunten por él y se dé una información. Lo que no voy a permitir es que se traiga a ciertas personas a decir que es mi 'supuesto padre', o que se hable de sus cuidados y de lo que se necesita. Eso forma parte de la intimidad de los cuidados que cada uno de nosotros tenemos con nuestros familiares”, subrayó la tertuliana.
“Mi programa se ha pasado tres pueblos”
A su juicio, Sálvame ha traspasado determinadas líneas rojas al dar por hecho que no se estaba preocupando lo suficiente por la enfermedad de su padre. Así lo hizo Rafa Mora, a petición de la dirección del magacín, cuando la abordó en el aeropuerto para hacerle varias preguntas “hirientes”.
“Me parece que mi programa se ha pasado tres pueblos, y no se lo voy a perdonar nunca. Tengo la palabra de que ese tema no se va a tocar, y os lo agradezco en el alma porque me gustaría que me dejaran vivir y pudiera ser la hija que tengo que ser. Pueden opinar y dar información, por supuesto, pero no se me puede juzgar más”, sentenció Anabel.