Además de ser uno de los rostros más conocidos de Atresmedia, Karlos Arguiñano lleva publicados más de medio centenar de libros de cocina, por lo que es frecuente verle promocionar sus recetas en los platós de televisión.
Este sábado estuvo en laSexta Noche, donde, además de preparar un sencillo plato para estas Navidades, dejó algunos titulares sobre política, uno de los temas sobre los que suele opinar mientras se mueve entre los fogones de su 'cocina abierta' en Antena 3.
El chef no escatimó en críticas hacia los gobernantes de “todo” signo político. ¿Por qué no hace distinciones? “Porque no les veo que se unan para el bien común sino para el bien propio o de sus partidos. No se han unido ni en la pandemia. Cambiaria a todos los políticos y que vengan otros”, esgrimió en su entrevista con José Yélamo.
Arguiñano cree que el fracaso de los actuales dirigentes se debe a que “ni han sido empresarios ni han creado puestos de trabajo”, aunque reconoció que “es muy difícil gobernar”. Por eso siempre ha preferido mantenerse lejos de la política, ayudado por el hecho de que nunca le han ofrecido entrar en un partido: “Conmigo dicen que se ha perdido un gran cura por los sermones que echo”.
Para describir su orientación política, Arguiñano viajó a sus orígenes: “Vengo del metal, del mundo obrero. Eso no se me ha quitado, lo sigo teniendo. Al final me he hecho empresario, pero tengo el puntito ese de rojillo que tenía cuando tenía 16 años”.
En cambio, la educación que recibió, al menos por parte de su padre, fue bien distinta. “Era muy pobre pero era de derechas. Y no lo entendí nunca. Discutíamos mucho. Era de la División Azul y me negaba el Holocausto. Gritándome, claro”, recordó el cocinero, que dijo que, en cualquier caso, no reniega de él porque era “súper”.
Además, Arguiñano permitió que Yélamo indagara en el secreto mejor guardado del plató de Cocina abierta. Tras el decorado esconde las 300 gafas –a cuál más llamativa– que luce durante la emisión del programa.