La 1 de TVE ha presentado Baila como puedas, su próximo programa de entretenimiento. Se trata de un formato producido por Zeppelin (Banijay Iberia) y presentado por Anne Igartiburu que todavía no tiene fecha de estreno en la cadena pública, pero sí una mecánica con la que pretende desmarcarse de otros talents de baile.
La novedad es que los ocho famosos en liza -Lydia Lozano, Fabiola Martínez, Ana Guerra, Álvaro Muñoz Escassi, Jaime Astrain, Nicolás Vallejo-Nágera, Sabrina Palermo y Maestro Joao- no serán los que compitan por el gran premio. Ese rol recaerá sobre los 16 bailarines que participan en esta aventura.
Cada famoso elegirá a un bailarín y este tendrá que hacer lo posible para que la celebrity ejecute perfectamente la coreografía que defiendan como pareja sobre la pista de baile. Cada semana se eliminará a un bailarín diferente, que a su vez será sustituido por uno de los ocho que no hayan sido elegidos en la primera gala. Así hasta que solo quede uno, que será el que se alce con el triunfo final.
“Ya era hora de que TVE volviera a tener un programa de baile en La 1, porque a todos nos gusta bailar, incluso a los que no sabemos bailar”, ha declarado Ana María Bordas, directora de Entretenimiento y Divulgación de TVE, durante la presentación ante los medios, a la que ha asistido verTele.
“Un antes y un después de los programas musicales de baile”
El sentir generalizado con Baila como puedas es el de estar ante un formato innovador. Desarrollado por Zeppelin TV, la corporación había resaltado que se trataba de un programa “100% original”, desmarcándose así del planteamiento inicial de abordar un relanzamiento de Mira quien baila. Así, el programa expande más allá de la norma e introduce nuevos elementos. “Hay muchos géneros musicales. No es un programa de bailes de salón, va mucho más allá”, añade la directiva de RTVE.
Miguel Martín, director general de Zeppelin, revela esas peculiaridades de la mecánica: los concursantes “conviven prácticamente todos los días de la semana” para prepararse para las pruebas; y se incluyen pruebas de exteriores por equipos, donde por ejemplo se homenajearán grandes musicales y películas, de tal modo que el equipo ganador llegará al plató con ligera ventaja.
Se trata de un planteamiento que puede recordar más a lo que supone MasterChef. “Después de este programa habrá un antes y un después de los programas musicales de baile en cualquier televisión”, afirma Norma Duval, una de las juezas del formato. “Es para todos los públicos. Hay para gente joven, mediana y mayor”.
Beatriz Luengo, que la acompaña en el jurado, resalta la capacidad innovadora: “Rafa [Méndez] y yo venimos de dos de los formatos de baile más exitosos, Fama y UPA. Eran formatos transgresores, y este programa también es transgresor. Es un programa hecho con los códigos de 2024”.
“No es un programa de baile al uso”, resume Yolanda Ramos, que no pudo estar en la rueda de cuerpo presente pero sí dejó un vídeo preparado. “Esto es tele, entretenimiento y emoción con un equipo detrás”; afirma Anne Igartiburu, que compaginará este regreso al prime time de La 1 con D Corazón en los fines de semana. La vasca resalta que la corporación “ha apostado por el entretenimiento familiar”. “Es una televisión integrativa, inclusiva y de mucho esfuerzo. Baila como puedas, pero baila”.
“Los celebrities se han desnudado. Vemos lo peor de ellos”
Esa afirmación de Igartiburu es clave en un programa que, reitera Bordas, “pone en valor el trabajo de los bailarines y coreógrafos, que son los grandes protagonistas y los que de verdad compiten”. “Hay que hacer ver que la danza no es fácil, que es sacrificio. Este formato va a hacer ver lo duro que es este trabajo y lo que cuesta sacarlo adelante”, explica por su lado Aarón Mata, coreógrafo principal.
Por parte de los famosos concursantes, el sentir es similar: “Le da el protagonismo que merece a los bailarines y a nosotros nos machacan para sacar todo lo que tenemos en la pista de baile, que no es fácil”, comenta Colate Vallejo Nágera, uno de los ocho integrantes del casting de personalidades.
“Los celebrities se han desnudado. Vemos lo peor de ellos, y eso me encanta. Que parezcan cagaditos”, se pronuncia al respecto el cuarto juez, Rafa Méndez.
“Yo acabo muerta”, reconoce Lydia Lozano sobre las grabaciones, mientras Ana Guerra advierte: “La gente puede pensar que gente como yo, que he bailado en OT o en mis conciertos, lo tiene más fácil. Pero a veces no he llegado al nivel”. En esa misma línea, la italiana Sabrina Salerno destaca: “Esto no tiene nada que ver con lo que he hecho en el pasado”.
“Esto es un show increíble. Si eres mala se ve, y si eres buena, también. Hay mucha verdad”, continúa la cantante italiana, que pone en valor la importancia de “conectar con mis compañeros”. A veces me he sentido sola porque, claro, no hablo muy español, aunque lo entiendo en un 80%“.
Sobre Belén Esteban: “Nunca decimos con quien hablamos”
“Yo me pondría mis mejores galas y mi mejor cena para ver el programa, porque es como cuando te ofrecen ver un espectáculo en directo”, agrega Lozano sobre lo que espera que se transmita del programa al público. Un programa para el que se especuló en medios con la posibilidad de que hubiera otra estrella del universo Sálvame, Belén Esteban.
A ese respecto, María Eizaguirre, como directora de Comunicación y Participación, ha querido zanjar las habladurías: “Oficialmente nunca decimos con quien hablamos o con quien no hablamos para los programas. Lo que cuenta es este plantel estupendo, que consideramos que es el mejor para que el público pueda disfrutar con Baila como puedas”. Sin dejar el mundo Sálvame, Bordas ha calificado como “una broma” la pregunta de si Lydia Lozano podría acompañar a Nebulossa a Eurovisión 2024 con su canción Zorra.
Sobre ese plantel también ha querido abundar Miguel Martín, especialmente ante la cuestión sobre los físicos más o menos normativos que componen el casting: “Entre los 16 concursantes y las ocho celebrities tenemos representados una cantidad de identidades, diferencias personales, edades”, asegura. “Tenemos gente más alta y menos alta, más fuerte y menos fuerte, más delgada y menos delgada. Hay de todo, lo que pasa es que son un número limitado”.
“Cabe lo que cabe, pero está representado todo”, insiste el directivo de Zeppelin TV, que explica el proceso de casting: “En función del celebrity que los ha escogido, se les exige un nivel u otro. No es lo mismo bailar con una persona de 60 años que con otra de 30”. En todo caso, repite que “no ha habido por nuestra parte ni en nuestro ánimo limitar el casting a ningún tipo de aspecto”.