Bambie Thug, representante de Irlanda en Eurovisión, carga contra la UER: “Ya no me preocupa, que les jodan”
Suiza ganó este sábado la que posiblemente haya sido la edición más polémica de Eurovisión. La participación de Israel, que en su ofensiva contra Hamás ha provocado casi 35.000 muertos en Gaza (la mayoría civiles), ha puesto contra las cuerdas a la organizadora del festival, la Unión Europea de Radiodifusión (UER).
La pitada contra Martin Österdahl –supervisor ejecutivo de la UER– fue especialmente intensa cuando este se disponía a hablar durante la gala. Al acabar la ceremonia, algunos artistas elevaron el tono contra él.
Después de denunciar que se habían censurado sus mensajes a favor de Palestina, le representante de Irlanda, Bambie Thug –que se identifica como no binarie–, fue cristalina en su exposición ante los medios de comunicación este sábado.
“Ha sido tan duro y terrible para nosotros”, confesó entre lágrimas. “Estoy muy orgullosa de nosotros y solo quiero decir que nosotros representamos lo que es Eurovisión. La UER no es Eurovisión. Que le jodan a la UER. Ya no me preocupa, que les jodan”, exclamó.
Le intérprete de Doomsday Blue, por la que obtuvo un sexto puesto, tiene claro que quienes hacen Eurovisión son “los concursantes, la comunidad que hay detrás, el amor, la fuerza y el apoyo de todos nosotros”. “Eso es lo que está provocando el cambio”, reflexionó antes de lanzar un mensaje: “El mundo ha hablado: llegan los queers y no binarios para la jodida victoria”.
Hay que recordar que tanto Bambie Thug como el ganador del festival, Nemo, se declaran personas no binarias.
Para el representante de Lituania ha sido “una experiencia traumática”
Los mensajes contra la participación de Israel y los gestos de solidaridad con el pueblo palestino han sido una constante desde que las calles de Malmö (Suecia) se empezaron a llenar de eurofans.
Este sábado, una multitud se congregó antes de que se celebrara la gala. Varias personas fueron detenidas, entre ellas la activista climática Greta Thunberg.
Los abucheos a la cantante israelí, Eden Golan, fueron especialmente intensos. Tras ella actuó Silvester Belt, representante de Lituania, que sufrió las consecuencias de la agitación que se había generado segundos antes.
“Ir tras ese país, con el público tan intenso, fue una de las peores cosas que me han ocurrido. Lo hice lo mejor que pude en esa situación”, ha explicado en las redes sociales.
No se lleva un buen recuerdo de Eurovisión. Para él “ha sido una experiencia traumática” que tendría que haber acabado mucho antes del sábado: “Desearía que todo hubiera terminado después de la primera semifinal”.