Blas Cantó cuenta las horas para subirse al escenario del Rotterdam Ahoy y actuar en la gran final de Eurovisión 2021, que se celebrará este sábado 22 de mayo (21:00h) con las cámaras de TVE como testigo. El cantante murciano verá así “un sueño cumplido”, como así ha resumido lo que supone para él participar en el festival. Algo que hará en 13ª posición con Voy a quedarme, la canción elegida para defender este año los intereses de España y que interpretará
Para Blas, su objetivo no es otro que conseguir que los españoles nos sintamos orgullosos de su actuación y pensemos “este es nuestro chico”. El mismo que en 2004 se presentó a la preselección de Eurovisión Junior, la cual ganó María Isabel con su célebre Antes muerta que sencilla, que más tarde acabaría ganando aquella edición del certamen. O también el mismo chico que el año pasado no pudo participar en Eurovisión por culpa de la pandemia. Un impedimento a escala mundial que no le hizo perder la ilusión, pues ahora mismo se siente “muy afortunado” de tener una segunda oportunidad para subirse al escenario.
Aun así, reconoce que ha tenido un año muy duro en lo personal, con el fallecimiento de su abuela y de su padre, y en lo profesional, con la situación de pandemia y la suspensión del festival en 2020. Por ello, este año la participación en esta edición y el tema con el que se presenta --dedicado a su abuela-- lo hacen “muy especial”, junto con una escenografía espectacular que crea una atmósfera muy íntima y que Blas Cantó espera que en España guste.
“Nada es lo que te esperas en Eurovisión, es impresionante y lleno de sorpresas”
En una conversación con Europa Press, Blas Cantó asegura sentirse “muy bien, intentando disfrutar de las olimpiadas de la música”, para las que se ha estado preparando dos años y “muy afortunado de poder ser parte de este festival”, algo que siempre ha sido “un sueño” para el cantante.
“Nada es lo que te esperas, es impresionante y lleno de sorpresas”, ha contado el artista murciano, quien ha asegurado que, a pesar de todo, se ha preparado “ante posibles complicaciones” que supondrían que alguien del equipo pudiera dar positivo en Covid-19. Para evitar esas complicaciones, esta edición es algo diferente. Están aislados en el hotel, se han creado como microburbujas, muy controladas y pendientes de que nadie del equipo pueda dar positivo. No pueden hacer turismo, ni siquiera ir a comprar, pero es algo que asume muy consciente de que cualquier descuido puede suponer poner en peligro la actuación.
Aún así, “echa de menos más contacto con los demás participantes”, pero lo suple con el apoyo permanente de su equipo, sus coristas, su mánager, que son como su familia, ya que, por la situación actual, no han podido acompañarle nadie de su entorno más cercano.
Blas Cantó lidera la delegación española en Eurovisión 2021, en la que también están sus cinco coristas -Alba Gil, Héctor Artiles, Daira Monzón, Irene Alman y Dángelo Ortega- con los que ha trabajado muchos años y “forman parte” de su vida. El escenógrafo austriaco Marvin Dietmann es el encargado de crear la puesta en escena del representante español.
Después de la gala del sábado, para la que ha estado trabajando y preparándose durante dos años intensos, va a descansar brevemente y se pondrá a trabajar en el nuevo proyecto discográfico, en el que incluirá Voy a quedarme, y en fechas de conciertos.
Vecinos de Riconte apoyarán a Blas Cantó
El Ayuntamiento de Ricote, pueblo murciano de unos 1.200 habitantes donde Blas Cantó nació y creció, ha anunciado que va a instalar una pantalla gigante en el Parque Huerto de Celestino de la localidad el próximo sábado para poder seguir el festival, desde las 20.30 horas. Cumpliendo todas las medidas de seguridad sanitarias, medio centenar de vecinos y familiares de Blas Cantó podrán seguir la actuación desde el céntrico parque.
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