Ruth Lorenzo afina 'El piano' de laSexta: “Si hubiese más formatos que no buscan el sensacionalismo, me encantaría estar”
Ruth Lorenzo asegura vivir un momento de lo más dulce, ya que ha conseguido, después de muchos años de esfuerzo, un equilibrio entre todas sus facetas profesionales. La cantante murciana se ha hecho fuerte en televisión, donde cada vez se le confían más proyectos por su buen hacer como presentadora. Un trabajo que, sumado al que ha estrenado este año como actriz, reconoce que le han permitido seguir haciendo música de manera independiente. Este martes, la artista estrena El Piano, nuevo programa de laSexta en el que se conectan dos de esas tres pasiones.
“Me autogestiono de esa manera y estoy superfeliz (...) Estoy haciendo lo que quiero”, declara a verTele antes de reflexionar sobre sus proyectos en la pequeña pantalla, donde afirma aceptar solo aquellos formatos con los que “conecta”: “Si hubiese más formatos de este estilo, que no buscan el sensacionalismo, sino que buscan el compartir, me encantaría poder estar”, admite. “Tengo la suerte de que como no es mi primera profesión, por así decirlo, la que me lleva el pan a la boca, tengo la libertad de poder decir: 'Quiero hacerlo' o 'lo siento, no quiero hacerlo'”, añade.
Sea como sea, Ruth Lorenzo afirma que le cuesta asignarse la 'etiqueta': “No me siento presentadora, porque la 'yo' que está en ese escenario, es la 'yo' de mi casa literal”, valora. “No soy periodista como tal, no tengo una técnica sobre cómo indagar o cómo llegar a una persona. Yo tengo mi yo de artista, que lo único que sabe hacer es mirar a alguien a los ojos y conectar con esa persona”, apunta, en una filosofía que ha puesto en práctica con esos espontáneos que pasarán por El Piano y cuyas historias ella será la encargada de descubrir.
“Ha habido momentos en los que alguien no ha querido contarme algo y yo he dicho: 'No pasa nada, no lo hagas. Siéntate al piano y toca, no lo hagas'. ¿Sabes? Para mí es más importante el valor humano que el hacer televisión”.
Cuando te ofrecieron este formato, ¿te gustó que te lo propusieran como presentadora, o te hubiese gustado más estar como jueza?
Es más regalo ser presentador de este formato. Para mí ha sido más bonito sentarme con las personas que han venido, poder tocarlas y conectar, que estar viéndolo a través de una pantalla. Eso ha sido bestial. De hecho, yo soy superfán del programa, lo veía en Channel 4.
¿Lo veías antes de que te llamaran para esto?
Sí, mucho antes, mucho mucho antes. Desde que empezó ese programa lo he estado viendo, porque me encanta. Y con el papel de ella [la presentadora original], yo decía: “Joder, qué pasada...”. Porque ver a la gente que pasa por allí, que se para o no se para, a gente que se emociona o no, al típico señor que va con mucha prisa y lo ve y se para... Todo eso es una pasada. Ver la verdad del momento es increíble. Yo creo que encerrada hubiese estado como Pablo López, que lo único que quería era salir de ahí.
No me siento presentadora, porque la 'yo' que está en ese escenario, es la 'yo' de mi casa literal. Soy yo misma
En este nuevo programa que te llega como presentadora, ¿qué Ruth Lorenzo vamos a descubrir?
Me preguntáis mucho por lo de ser presentadora. A lo mejor yo he hecho otros formatos que sí me han dejado conducir un programa, por así decirlo, pero siempre ha estado conectado a la música, con una banda en directo o un talent como el Benidorm Fest, que ha sido también de algo que he vivido yo como es ir a Eurovisión. No me siento presentadora, porque la “yo” que está en ese escenario, es la “yo” de mi casa literal. Soy yo misma. Hay mucha diferencia entre la que soy cuando me subo al escenario a cantar, que soy muy perfeccionista y quiero que todo salga muy bien, a la que está ahí sentada. Entonces, no soy periodista como tal, no tengo una técnica sobre cómo indagar o cómo llegar a una persona. Yo tengo mi “yo” de artista, que lo único que sabe hacer es mirar a alguien a los ojos y conectar con esa persona. Ha habido momentos en los que alguien no ha querido contarme algo y yo he dicho: “No pasa nada, no lo hagas. Siéntate al piano y toca, no lo hagas”. ¿Sabes? Para mí es más importante el valor humano que el hacer televisión.
¿Y has tenido esa libertad? ¿Has podido decidir sobre lo que preguntar o lo que no?
Sí, total. Yo he hecho lo que me ha dado la gana. Cero de guion, cero, cero. De hecho, pedía que no se me contase nada de las personas. Quería ir descubriéndolo, cComo cuando te sientas en un vuelo al lado de alguien, ves que está leyendo un libro y empezáis a hablar: “Ay, ¿por qué lees ese libro? ¿Y a qué te dedicas? No me digas... ¡Sí!”. Joder... ¡es que eso es una pasada! Eso es un regalo.
¿Y te tuviste que empapar mucho del formato original o has preferido partir de cero?
Yo soy fan del formato original y algo que me encantaba es que yo lo veía como la antitele, era como un documental ahí en la estación. Y muchas veces me preguntaba: “¿Estará preparado?”. Porque es tan espontáneo que piensas que no puede ser. Pues es. Nos pasó en una de las estaciones que alguien que pasaba por ahí se sentó al piano, todos cogieron las cámaras corriendo, ¡y cómo tocaba el piano ese ser humano! Me acerqué y me dijo que había visto el piano y se había sentado. Le pregunté que cuando había empezado a tocar y me contó que le habían echado de Cuba, que no ha podido volver, que toca ahora en clubs de jazz. ¡Una historia...! Una historia que decías: “¡No puede ser!”. Y eso es lo bonito, ¿sabes? Eso es magia.
¿Te gustaría seguir con esta faceta como presentadora? ¿Hay algún programa que te gustaría presentar?
Pues fíjate... Si hubiese más formatos de este estilo, que no buscan el sensacionalismo, sino que buscan el compartir, me encantaría poder estar. Tengo la suerte de que como no es mi primera profesión, por así decirlo, la que me lleva el pan a la boca, tengo la libertad de poder decir: “Quiero hacerlo” o “lo siento, no quiero hacerlo”. Tengo que conectar primero con el formato y ver si me veo ahí. Hace poco me he estrenado como actriz y antes me han pasado un montón de cosas por delante: papeles, musicales... Y no he sentido ninguno hasta que he hecho Medusa con Victoria [Abril] en Mérida. Pues creo que me lo estoy tomando un poco así. Quiero hacer cosas que conecten conmigo y que me dejen mostrar la verdad.
¿Has rechazado cosas que a lo mejor te hubieran dado más repercusión o incluso dinero? ¿No tienes problemas por rechazar proyectos si no te ves en ellos?
Yo creo que eso es lo más importante. Porque a lo mejor luego te ves en cosas que dices: “Uf, no tendría que haberlo hecho”. Aunque se dice luego que la gente no tiene memoria... Pero yo sí. Todos necesitamos trabajar y hacer cosas, pero por suerte estoy haciendo conciertos, discos, mis cosas... Y esto, que para mí es un regalo porque nunca jamás me hubiese pensado que yo fuese a ser presentadora, o que tenía esa faceta como la de actriz también, son cosas que quiero hacer si me emocionan muchísimo.
'MasterChef' me ayudó en un momento clave, cuando estaba en toda la separación de representantes. Me ayudó económicamente mucho para poder salir de esa situación
¿Y te ha pasado eso de arrepentirte alguna vez por algún proyecto?
No, por suerte siempre intento hacer cosas que conecten conmigo. Sí que es verdad que a lo mejor digo: “No tendría que haber hecho eso” o “ese disco no estaba tan bien como yo sentía dentro de mi corazón”. Pero la gran mayoría de formatos en los que he participado han sido formatos musicales, menos uno de los formatos que fue un formato que me ayudó muchísimo en un momento clave. Fue cuando estaba en toda la separación de representantes y todo esto, y ese formato me ayudó económicamente mucho para poder salir de esa situación.
¿Cuál era?
Masterchef. Fue un regalo para mí. Solo hice tres programas, pero me ayudó muchísimo porque pude recuperarme para salir fuerte.
Es clave la parte económica para poder seguir siendo artista independiente, ¿no? Es decir, ¿este otro plan B profesional te ayuda a poder desarrollarte en lo que quieres, que es la música?
Evidentemente. Claro, mis discos me los produzco a través de todo. Sí, es una gestión. Pero mira, Lali [la cantante] lo comentaba un día, y es una artista a la que admiro porque tiene muchísimo caracter. Ella todo lo que ganaba haciendo series lo reinvertía en su música y era la manera que tenía de poder hacer su música y de plantarle cara a los sellos discográficos.
¿Y te pasa eso un poco?
Sí, es eso al final. Me autogestiono de esa manera y estoy superfeliz. Me he ido a Inglaterra a grabar mi disco, he grabado con mi banda en directo, en cinta analógica, algo que ya no se suele hacer, estoy haciendo un discazo de rock con una banda increíble... Estoy haciendo lo que quiero.
Volviendo a la tele para terminar. En esta faceta, ¿estás muy pendiente de las audiencias y los datos de la competencia?
No, me lo tomo de una manera mucho más ligera. Al final, si el trabajo que se ha hecho está bien hecho, y es un trabajo que se ha cuidado, me llevo eso. Porque la imagen que queda es: “Jo... Qué bonito”. Más allá de la audiencia. Evidentemente, lo que me gustaría es que todos esos formatos que se han hecho con tanto amor tuviesen mucha audiencia, para que perduren en el tiempo, más allá de que esté yo o sea otro presentador. Ojalá todo el mundo se enamore de este formato, está hecho tan de verdad, tan cuidado, tan protegiendo no buscar ese sensacionalismo... Haciendo algo que conecte sin pretensión. Joder, es precioso.