El periodista Carlos Martínez tuvo que gestionar una situación bastante complicada durante la retransmisión del partido de fútbol Cádiz-Barcelona, emitido este sábado por Movistar LaLiga.
En el minuto 81 del encuentro, el partido se detuvo por una urgencia médica que estaba teniendo lugar en la grada del estadio. Un hombre, aficionado del equipo gaditano, había sufrido un infarto y requería ayuda de inmediato.
Todo se detuvo en el Nuevo Mirandilla, pero las cámaras siguieron grabando y el narrador tuvo que continuar.
Durante 21 minutos, el comentarista de Movistar Plus+ tuvo que hacer un ejercicio de equilibrio para relatar qué estaba ocurriendo sin caer en el sensacionalismo al que se prestaba la dramática situación que se estaba viviendo entre el público.
Las cámaras captaron imágenes espectaculares, mostraron las caras compungidas de los jugadores, la carrera de Ledesma sobre el césped cargando con el desfibrilador y el aplaudido gesto de Ansu Fati al marcar un gol contra los gaditanos.
El partido no se retomó hasta que el seguidor recuperó las constantes vitales gracias a la insistencia del equipo médico del estadio. Después, fue trasladado al hospital.
La audiencia aplaude su retransmisión
En todo este tiempo, Martínez fue la voz de una retransmisión agónica en la que se debía ser muy sensible para no se repitieran los errores de otras conexiones en las que se mostró sin pudor el sufrimiento de quienes luchaban por su vida.
Muchos espectadores, y también algunos compañeros de profesión, acudieron a las redes sociales para felicitarle por su entereza y profesionalidad. Y aunque hubo algunas críticas porque se consideró excesiva la cobertura del acontecimiento y chirriaron algunas expresiones, los comentarios que ha recibido Carlos Martínez son en su mayoría positivos.
Este domingo por la mañana, el periodista expresaba en Twitter sus mejores deseos: “Nos levantamos con el deseo de que el aficionado del Cádiz que sufrió una grave problema cardiaco durante el partido se recupere por completo. Mucha fuerza”.