Carlota Corredera ya no trabaja en Telecinco y tampoco está vinculada a La Fábrica de la Tele, así que tiene vía libre para fichar por cualquier cadena que le haga una buena oferta. ¿Será Antena 3 quien dé el paso? “Si me llaman, allí me tendrán”, responde la que fuera presentadora de Sálvame hasta principios de 2022.
“Yo no sé si encajo o no en la línea editorial de Antena 3. No sé si encajo o no en TVE. Pero creo que soy una profesional y, al final, tienes que encontrar el proyecto en el que tú des lo mejor de ti y que ese proyecto también encaje contigo. Yo soy un soldado en la reserva; en cuanto me llamen, me iré a la trinchera”, comenta en una entrevista con Huffington Post.
La gallega ha recuperado energía este año. El pasado, dice, estaba “en shock por tantas cosas que había vivido en los últimos tiempos”: las innumerables críticas que recibió por apoyar a Rocío Carrasco a capa y espada, su inesperado adiós a Sálvame, su regreso a Telecinco con un programa que tuvo muy poca repercusión, su desvinculación de La Fábrica de la Tele (se acogió al ERE que también ha afectado a otros trabajadores de la productora) y su salida de Mediaset.
“Habían pasado muchas cosas, muchas desagradables. Nadie está preparado tampoco para pasar de cien a cero”, razona la periodista, que durante años fue uno de los rostros más populares de Telecinco.
Aunque prefiere no detallar los motivos por los que pasó a ocupar un segundo plano en la empresa, avisa de que “la verdad se está abriendo paso”. “Todavía tengo que acabar de encajar muchas cosas que sucedieron y todavía me falta perspectiva. (...) Creo que mi salida y el final de mi carrera como presentadora en Mediaset es una historia que tiene que ser reposada antes de ser contada”.
El código ético del grupo, dice, “es directamente censura”, y si bien prefiere no cargar las tintas contra Telecinco por la crisis en la que está sumida, reconoce lo que es “evidente, público y notorio”: “Mediaset está pasando por un momento muy malo, muy grave y terrible en cuanto a audiencias. Podría decir 'que se jodan' o ”'es está bien empleado' o 'que no se hubieran cargado Sálvame', pero es que eso no solo no lo pienso, sino que además me haría sentir mal“. ”Ojalá salgan del pozo en el que están ahora“, desea la presentadora antes de señalar a la cúpula de la empresa: ”Hay una nueva directiva que ha tomado sus decisiones y tendrá que apechugar con ellas“.
Respecto a la Operación Deluxe, en la que se investiga, entre otras cosas, si Sálvame participó en el supuesto espionaje a multitud de famosos, sostiene que fue utilizada para dañar a la productora del programa. “Ha sido una campaña brutal contra La Fábrica de la Tele”.
Y confiesa que le ofrecieron dirigir junto a David Valldeperas (exdirector de Sálvame) el docureality que Netflix ha grabado con algunos tertulianos del programa. Lo rechazó por “coherencia”, asegura: “Llevaba tiempo haciendo duelo tras haber salido de Sálvame”. Ahora, dice, está “en otra pantalla”, centrada en su podcast Superlativas, y atenta a cualquier otra oferta que le puedan hacer.