Nuevo episodio del caso de abuso sexual acaecido en Gran Hermano Revolution. Carlota Prado, la concursante que denunció haber sufrido abusos por parte de José María López durante su estancia en la casa de Guadalix de la Sierra, asegura que Zeppelin TV se ha puesto en contacto con ella para realizarle una oferta económica.
Según cuenta la joven en Instagram, los abogados de la productora de GH se habrían puesto en contacto con su representante legal para ofrecerle “25.000 euros y una oportunidad de desarrollo profesional”. “No sé con que intención, no la he escuchado y no la voy a escuchar, al igual que no quise escuchar la primera oferta de negociación hace meses”, detalla Prado.
Recordemos que el juez decretó la apertura de juicio oral, en el que la acusación particular pide una pena de siete años de cárcel para López, así como una indemnización de 100.000 euros por daños morales, la misma cantidad que se pide a la productora por el mismo motivo.
“Mi honor aquella noche ya se vendió”
“Mi integridad no está en venta. Mi honor aquella noche ya se vendió”, recalca la joven en su comunicado. “Me compadezco, y siento verdadera lastima por todas las personas que intentáis enterrar lo que me pasó y os ruego encarecidamente que repaséis vuestra moralidad. A estas alturas que no me conozcáis es no menos que curioso. No tengo miedo. El miedo lo perdí cuando casi consigo finalmente suicidarme, con pastillas recetadas por mi psiquiatra a raíz de mi paso por vuestro ”circo romano“, y la que estuvo ahí fue mi madre, no vosotros”, prosigue y concluye: “No busco venganza, quiero justicia”.
A su madre precisamente va dedicada una canción compuesta e interpretada por ella misma, y compartida por redes sociales. “La música y el amor me han salvado la vida, y lo hago por amor al arte y porque creo que es muy importante transmitir, ya que sé que se puede ayudar a través de la música”. Carlota anunció en fechas recientes su intención de enrolarse en el mundo de la música, con el nombre artístico 8INK.
Cronología del caso de abuso sexual dentro de 'GH Revolution'
Este es el último episodio derivado del escándalo acaecido entre las paredes de Gran Hermano y que ha dejado en el aire el futuro del icónico formato de telerrealidad, después de veinte años de emisión continuada en Telecinco.
Los hechos tuvieron lugar el 3 de noviembre de 2017, durante la celebración de una fiesta en Guadalix de la Sierra, en la que López habría aprovechado que Prado, con la que había iniciado una relación, estaba en visible estado de embriaguez para, presuntamente, abusar de ella. Un día y medio después, Zeppelin TV presentó una denuncia ante la Guardia Civil, y sacó a López de la convivencia. Tras cuatro días aislada en un hotel acompañada de psicólogos, Prado volvería al programa. Una vez concluyó su paso por el concurso, presentaría la denuncia.
El caso no alcanzaría auténtica resonancia hasta otoño de 2019, casi dos años después de los años, cuando se dio inicio al proceso judicial contra contra López, al concluir la jueza de instrucción concluía que había indicios del delito. La vista oral arrancó a mitad de febrero, con la petición de la acusación de siete años de cárcel para el López, así como una indemnización de 100.000 euros por daños morales. A Zeppelin, como productora, también se le exigía la misma cantidad por los daños ocasionados por mostrar a la concursante el vídeo de lo ocurrido en el confesionario de la casa. Esto fue el detonante definitivo para la fuga de anunciantes que sacudió a la séptima edición de Gran Hermano VIP a finales de año, que se saldó con más de 40 marcas apeándose de los bloques publicitarios del programa.
Tras la publicación de este fragmento, Endemol Shine (empresa matriz de la productora que se encarga de Gran hermano, Zeppelin TV), emitió un comunicado “lamentando” la manera de informar a la víctima de lo sucedido. Por su lado, la propia Zeppelin reconoció que la forma de proceder “no fue la correcta” y pidió disculpas a Prado, además de anunciar el refuerzo de la privacidad en el confesionario ante situación excepcionales como la ocurrido en GH Revolution. Mientras tanto, Mediaset no asumió responsabilidades y acusó de forma directa a Atresmedia de realizar una “campaña denigratoria” en su contra, por la crisis de anunciantes.