Un grupo de científicos de Bristol, Cardiff y Southampton han formulado una ingeniosa teoría que explica el fenómeno climatológico del fantástico universo de Juego de Tronos. Los fans de la serie habrán podido apreciar que, en la serie, los inviernos y veranos pueden durar años.
Ahora, los investigadores, entusiastas de la serie, han intentado darle un sentido a este tipo de clima, utilizando para ello la supercomputadora de la Universidad de Bristol, recoge Bristol Post. Según indican, el tiempo extremo podría explicarse por una “caída” del eje giratorio del planeta mientras el sol continúa en su órbita. Ello podría ocurrir si da la casualidad de que siempre sea el mismo hemisferio el que se inclina hacia el sol.
Los académicos emplearon un modelo para simular el clima completo de Poniente para llegar a estas conclusiones. Incluso, encontraron que El Muro, lugar en el que La Guardia de la Noche protege a los habitantes de Poniente de los Caminantes Blancos, tiene un clima invernal similar a Lapland, en Finlandia.
Roca Casterly, la fortaleza de los Lannister, tendría un tiempo similar al de Houston, en Texas, y al de Changsha en China. Por otra parte, las velocidad y dirección del viento predichas por el modelo climático sustentan a su vez el dominio de los mares por parte de la Flota de Hierro así como los posibles planes de ataque de las hordas invasoras de dragones de Essos.
También dan una explicación de las rutas comerciales entre Poniente y las Ciudades Libres a través del Mar Estrecho. Las temperaturas pronosticadas por el modelo climático indican las probables zonas de hibernación de los Caminantes Blancos durante el verano.
Todos los resultados obtenidos de este examen han sido publicados en un artículo que, a modo de curiosidad, también está disponible en lengua Dothraki y Alto valyrio, lenguajes ficticios de la serie. Además, el personaje Samwell Tarly, que en la ficción estudia para convertirse en un maestre de la Ciudadela de Poniente, aparece como autor de la investigación.