Antes de dar paso a su invitado de este lunes, el cantante Leiva, Pablo Motos quiso abrir El Hormiguero recuperando una apertura que inició durante el período de confinamiento, cuando el presentador se ponía en medio del plató y se dirigía directamente a cámara para compartir alguna reflexión u opinión con sus espectadores.
En esta ocasión, se sentó en la mesa y anunció: “Quiero hablar un segundo del Covid y no lo quiero hacer como presentador de un programa que da información, solo os quiero decir como me siento personalmente, por si os sirve de guía en esta situación donde la información es confusa”.
Pese a comenzar advirtiendo que no quería hacerlo “como presentador de un programa que da información”, justo a continuación aclaró: “Estoy en contacto con mucha gente, tengo buena información, y básicamente ya lo sospecháis: esta ola va a ser la peor de todas en cuanto a contagios, y nos va a alcanzar a casi todos”.
Pablo Motos prosiguió explicando lo que él mismo denominó como “cosas personales”, detallando lo que ha vivido en su entorno y en su programa: “Desde la semana pasada la gente de mi entorno está cayendo todo el mundo como ratas. Se están parando rodajes de películas, las televisiones están en cuadro, tengo un montón de amigos famosos que lo han pillado los últimos cuatro días, hoy lo ha pillado Nadal, dos de los invitados que tenemos esta semana que viene tendrán que hacer también la entrevista por videoconferencia porque también lo han pillado... En el equipo de El Hormiguero, que llevamos meses sin dar un positivo y nosotros hacemos test a todo el mundo y a todos los invitados todas las semanas, esta mañana han caído ocho. Por supuesto, hemos tomado todas las medidas oportunas de seguridad. Yo tenía previsto ir a París estas fiestas y lo he anulado. A mi familia le he dicho que no vengan en Nochebuena... En fin, os cuento todas estas cosas por si os sirven de referencia para situarnos en qué momento estamos”, enumeró el presentador.
A continuación, Pablo Motos comenzó a dar algunos datos y comparativas como que “esta variante es igual de contagiosa que el sarampión, que es uno de los virus más contagiosos que conocemos. Este virus, me acaba de dar el dato del médico del programa, multiplica los contagios por dos cada 36 horas”, y vaticinó: “Eso quiere decir que tal y como vamos, en dos o tres semanas se podrían empezar a colapsar los hospitales, no las UCIs, pero se bloqueará la actividad normal y el resto de enfermedades quedarán por lo tanto desatendidas”. A las consecuencias, añadió: “Luego están las cuarentenas si das positivo, que van a bloquear que puedas ir a trabajar con todo lo que ello supone. Luego está lo de los niños, que llegan del colegio con el Covid y ponen en jaque a toda la familia. En fin, esto es lo que está pasando hoy”.
Tras su exposición, introdujo también un breve análisis político: “Nuestro presidente se va a reunir pasado mañana, sin prisa, con los presidentes autonómicos, a ver si llegan a una estrategia común para que no les penalice a ninguno de ellos individualmente, políticamente, para no perder en las encuestas”.
Y a modo de conclusión, relató: “Lo que quiero decir es que no esperéis a que nos salven ellos. Esto es una emergencia hoy, y la semana que viene no sabemos a lo que nos vamos a enfrentar, así es que no esperéis a que lleguen las prohibiciones, si es que las hay, y protegeos. Y si os protegéis, protegeos más. Y si lo pillas, díselo a todo el mundo y protege a los demás”. “Siento ser portador de malas noticias, pero esto no es una ola, es un tsunami y tenemos que volver a ponernos todos en guardia, aunque nos dé angustia. Dicho esto, vamos a disfrutar con todo lo que nos queda, que hay mucho que disfrutar y podemos ser perfectamente felices con menos. Así que vamos a aceptar la situación y esto pasará. Igual que han pasado las otras”, concluyó.
Críticas por alarmismo y descontextualización
El “discurso” de Pablo Motos, cuyo vídeo publicó rápidamente El Hormiguero a través de sus redes sociales oficiales, no tardó en hacerse viral. Algunos alabaron sus palabras, pero otros muchos convirtieron su nombre en uno de los temas más mencionados en Twitter por sus críticas al alarmismo que de esta forma provoca y propaga el presentador, además ante una audiencia millonaria que ve cada día El Hormiguero (este lunes, en concreto, 2,4 millones de espectadores, el segundo programa más visto de todo el día en todas las cadenas).
Motos optó por dar sólo datos alarmantes, sin incluir en ningún momento las diferencias que esta ola tiene con respecto a las anteriores y que nos sitúa en un contexto completamente distinto. Como profundizó elDiario.es, esta sexta ola efectivamente ha acelerado, pero de momento, basándonos en datos y no en vaticinios, aún no es “la peor”, y está lejos de la tercera y hasta de la quinta. Y lo más importante: no hizo referencia a la vacunación.
Gracias a ella y a otros factores como la mayor atención a las medidas de seguridad, por ejemplo la exposición de los mayores de 70 a la infección se ha reducido notablemente, demostrando que la tercera dosis funciona y refuerza la protección. También en el caso de los niños, en los que además se han detectado aún menos efectos secundarios que en los mayores. Y por el momento, la situación es preocupante en los centros de atención primaria por los contagiados o contactos que acuden a ellos, pero no en los hospitales puesto que la vacunación está logrando que se reduzcan los casos con síntomas y especialmente los casos graves y la tasa de mortalidad.
La propia OMS ha alertado de la situación a nivel mundial. Y por eso puede ser de agradecer que programas como El Hormiguero, y presentadores como Pablo Motos, recojan esas advertencias y contribuyan a su conocimiento. Pero al mismo tiempo, es exigible que las lógicas peticiones de cautela no se conviertan en alarmismo, y que la descontextualización en torno al coronavirus no se transforme en miedo de los espectadores revistiendo como hecho incontrovertible datos cuya fuente es el médico del programa. Y eso es lo que sí se le puede criticar a Pablo Motos por su discurso.