La 1 emitió este lunes la octava gala de MasterChef 10, en la que Yannick fue elegido por los jueces para abandonar las cocinas. No obstante, a juicio de la audiencia, la entrega contó con otra gran protagonista: la falta de diversidad en la primera prueba.
En ella, los aspirantes debían elaborar la tarta nupcial de cinco parejas que a punto de casarse. El talent optó porque todas ellas fueran heterosexuales, algo que el público criticó a través de sus redes sociales. “Los novios os van a explicar cómo quieren que sea la tarta de su boda y tenéis que hacerla de acuerdo a sus deseos”, explicó antes de comenzar Samantha Vallejo-Nágera.
“Decidme que no soy la única a la que le ha escamado que no hayan invitado a ninguna pareja LGTBI”, escribió una espectadora en Twitter. En líneas generales, esta fue la tónica de los comentarios negativos vertidos hacia el concurso, en los que los seguidores del formato coincidieron en lo “fácil” que habría sido incluir “al menos una” que no fuera heteronormativa. De hecho, contrasta con el propio casting de la edición, que cuenta con María Lo y su ex novia, Teresa, junto a las que se ha hablado con total normalidad de relaciones entre lesbianas.
“Justo en el mes del Orgullo LGTBI, la diversidad del programa y de RTVE brilla por su ausencia”, criticó otro espectador, “¿en nuestra sociedad solo hay heteros y blancos? ¿Es la tele de todos o las de los ultras?”. Un usuario llegó incluso a plantear si “el director de TVE es de VOX”.
“La cuenta de MasterChef en Twitter va de LGTBQ Friendly y luego en el programa sobre bodas, sólo parejas heteronormativas. Dar visibilidad y apoyar a la comunidad no es solo poner memes, es mostrar la realidad en tu programa de prime time”, fue otra de las reivindicaciones.