'Cuéntame' rindió tributo a los abuelos, y así han envejecido ellos para su 2020

El salto al futuro de Cuéntame cómo pasó para situar a sus personajes en mitad de la pandemia de coronavirus está dejando imágenes memorables. Los miembros de la familia Alcántara han ido envejeciendo en la veterana serie de TVE porque el tiempo también ha pasado para los actores que les dan vida, pero el salto temporal de la temporada 21 –avanzado en exclusiva por Vertele– ha supuesto un desafío para el equipo ya que ha habido que sumarles 28 años a cada uno de ellos.

Aunque en 1992 –año por el que ya avanza la serie– la mayoría de los personajes son ya adultos y sus vidas parecen estar completamente encarriladas, los Alcántara son de todo menos predecibles. Más allá de las arrugas que les han transportado en el tiempo hasta nuestros días, la historia de cada uno de ellos ha tomado derroteros más o menos inesperados por los incondicionales fans de Cuéntame.

Este jueves la serie de TVE emite el capítulo “Proyecto abuelos”, un episodio especial dedicado a las personas mayores que tanto han sufrido y están sufriendo las consecuencias de la pandemia. En él, Mercedes y Antonio viajarán a su pueblo, Sagrillas, para descansar y respirar el aire fresco que a él se le antojaba imposible mientras luchaba contra el coronavirus en la unidad de cuidados intensivos.

Pero en este capítulo se echará en falta la presencia de un personaje al que merece la pena recordar en todo momento: Herminia. La abuela de Cuéntame, el icónico personaje que siempre ha sido el pegamento que ha unido a los Alcántara en las peores circunstancias, habría cumplido 121 años en 2020, así que por razones obvias ya no aparece en este salto al futuro. Sin embargo, como dice su nieta María en uno de los últimos capítulos, el espíritu de Herminia está presente en cada uno de uno de nuestros abuelos, a los que esta noche se cede en exclusiva el horario estelar de la televisión pública.

[En adelante, este artículo contiene spoilers sobre la temporada 21 de 'Cuéntame cómo pasó']

Antonio

La vida de Antonio Alcántara ha colgado de un hilo en no pocas ocasiones. Sin necesidad de retroceder mucho en el tiempo, en esta temporada sufrió un grave atropello que a punto estuvo de mandarle a otro barrio lejos de San Genaro.

Esquivando a la muerte es como el patriarca de la familia ha llegado hasta el año 2020. Antonio, con 94 años a sus espaldas, se ha contagiado de coronavirus en la primera ola de la pandemia. Su estado ha sido extremadamente preocupante, tanto que su hija María estaba totalmente convencida de que este bache sí iba a ser insalvable para el más terco de los Alcántara. Pero siete vidas tiene el gato... y Antonio ha vuelto a demostrar que tiene más de felino que de humano.

Mercedes

La matriarca de la familia cumplirá 92 años en 2020. El paso del tiempo no sólo ha llenado de arrugas su piel, también ha borrado parte de sus recuerdos. Merche padece algún tipo de demencia que, si bien le impide recordar algunos detalles de su vida, no la mantiene ajena al dolor y la tristeza que la rodean. Parece mentira que una persona como ella, alguien que tuvo que encargarse de los problemas de todos, ahora se muestre tan vulnerable mientras acaricia constantemente el pelo de su nieta Alba, hija de María y Jorge.

Inés

A sus 71 años, la hija mayor de Antonio y Mercedes sigue teniendo una vida de lo más ajetreada. La pandemia le ha pillado en la India, donde al parecer está cooperando con la Fundación Vicente Ferrer. Su familia se empezó a preocupar por ella cuando se complicó la situación del gigante asiático y no había forma de contactarle. Tras unos días de incertidumbre, por fin pudieron hablar con ella para empezar a preparar su repatriación.

Toni

Toni está completamente obsesionado con la pandemia. Con 70 años, es grupo de riesgo, así que ha optado por cumplir a rajatabla las medidas de protección y evitar a toda costa el contacto con sus familiares, lo que en ocasiones ha planteado ciertas disputas entre ellos porque cada cual afronta la situación a su manera. Aunque lleve tiempo jubilado, Toni tiene todavía contactos influyentes, a los que ha tenido que recurrir para facilitar la repatriación de su hermana Inés.

Carlos

Regresó de Nueva York al divorciarse de Karina, con la que marchó a Estados Unidos cuando los actores que les daban vida, Ricardo Gómez y Elena Rivera, dejaron la serie. Ahora, a punto de cumplir 60 años, Carlos –interpretado en su adultez por Carlos Hipólito– ejerce poco menos que de coordinador en esta trágica situación que afecta a su familia tanto como a otras muchas.

María

María es en 2020 el orgullo de los Alcántara. La pequeña de la familia tiene casi 49 años, es enfermera y se ha visto completamente superada por este tsunami llamado coronavirus. Interpretada por Silvia Abascal en este salto al futuro que ha dado Cuéntame, María ha creado su propia familia junto a Jorge, el médico que en 1992 da rehabilitación a Antonio. Entre ellos hubo lo que se suele llamar 'un flechazo a primera vista', un flechazo del que nació Alba.

Deborah

El paradero de Deborah, que en 2020 cumple 61 años, sigue siendo un misterio a estas alturas de la temporada 21. Todavía no se sabe qué ha sido de la mujer de Toni, a la que sólo hemos podido ver en una fotografía que él guarda en su móvil. La relación entre ellos sufrió algunos altibajos pero parecía disfrutar de cierta estabilidad en los años 90. Habrá que esperar a que se resuelva este enigma en los próximos episodios para saber qué fue del matrimonio.

Oriol

El hijo de Inés y Eugenio ha cumplido ya 55 años. Aunque la relación que mantenía con su madre se deterioró mucho durante su adolescencia, la madurez le ayudó a ver las cosas con meridiana claridad. Ahora, en 2020, Oriol no puede ocultar la preocupación que le está quitando el sueño por tener tan lejos a Inés.

Santi

Entre tanta desolación, Santi quiere aportar algo de felicidad a los Alcántara. El hijo de Toni y Juana es periodista, como sus padres, y acaba de dar el paso de formar una familia junto a su marido. Pero no ha sido una decisión fácil ya que su pareja quería recurrir a la gestación subrogada, y él, en cambio, prefería adoptar.

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