La octava gala de Supervivientes 2022 marcó un punto de inflexión para los concursantes que empezaron la gala mudándose de localización y la acabaron entre lágrimas por la marcha de Tania Medina. La salida de la modelo derrumbó a varios compañeros pero el que más destrozado quedó fue Alejandro Nieto que no pudo ni articular palabra.
Seguidamente se marchó a Playa Paraíso para convertirse en parásito junto a Marta Peñate, su íntima enemiga, con la que deberá convivir hasta que la audiencia escoja a la expulsada de las dos, el próximo domingo.
Por su parte, “la carpeta” entre Yulen Pereira y Anabel Pantoja sigue viento en popa, a pesar de que algunos robinsones duden de los sentimientos del deportista hacia la sobrinísima.
Alejandro y Mariana continúan una semana más
Tania, Alejandro y Mariana eran los nominados de la semana - tras la salvación de Anabel-, protagonizando una de las expulsiones más duras ya que la pareja podía separarse. Y así sucedió:
En primer lugar el salvado fue el míster, para más tarde escuchar en voz de Jorge Javier la sentencia de la audiencia: “Los espectadores han decidido que la concursante salvada sea Mariana”. La venezonala lo celebró con gritos: “¡Gracias España, gracias!”, mientras el resto de compañeros se derrumbó.
Ana Luque, Anabel, Anuar y Yulen abrazaron a la modelo con mucho pesar, pero si alguien quedó destrozado, ese fue Alejandro. Tania corrió a abrazarle y animarle con besos: “Brilla, sigue brillando”, le dijo.
Al ponerse junto a Lara Álvarez, la desterrada reflexionó sobre su paso por el reality: “Hay personas que me han llenado el alma, me han hecho muy feliz, me voy orgullosa de mí misma, he hecho cosas que nunca imaginé. Que disfruten, que es una experiencia única. Me la voy a llevar para siempre”, dijo emocionada y volvió a abrazar a Alejandro.
El modelo no podía ni levantar la cabeza, ni articular palabra por el llanto que no controlaba: “Joder, tendríamos que haber aprovechado más” atinó a decir, pero no pudo seguir. Mientras ella no dejaba de darle ánimos: “Te espero fuera, en casa, no te comas la cabeza”. El resto de compañeros prometió cuidar de Alejandro, al que veían como ganador del concurso.
Tania y Marta, la guerra de las parásitas
Minutos después, el barco con Tania llegaba a Playa Paraíso para compartirla con Marta convertida en parásito hasta el próximo domingo. El reencuentro entre ambas fue el más frío hasta la fecha, y es que las dos se habían confesado su odio mutuo. Por lo que los próximos días prometen una enemistad profunda o el perdón más inesperado de la edición.
“Qué alegría” decía Peñate al verla bajar de la barca, con un tono totalmente irónico y la modelo respondía igual. Eso sí, sabiendo que su novio pasaría la noche en esa misma localización ya que se la había ganado junto a Nacho Palau e Ignacio de Borbón.
Yulen y Anabel puestos en duda por Kiko Matamoros
El programa mostró unas imágenes de Anabel derrumbada por Yulen, lamentando estar sintiendo mucho más de lo que pretendía: “Le quiero aquí dentro y fuera”, aseguraba. Y al escuchar esas palabras, el deportista se sonrojó.
Pero lejos de ablandar el corazón de sus compañeros, Kiko Matamoros expresó su desconfianza: “Esta relación tiene menos cuerda que el reloj de mi abuela. Van a durar lo que dure el concurso. En mi vida he visto menos pasión en un hombre de la que demuestra Yulen por Anabel”, aseguró. Él que ya había expresado que creía que en la preconvivencia habían empezado su idilio.
Mientras que Yulen se defendió: “Cada día me dice algo diferente. Me gusta ir pasito a pasito y eso no quiere decir que mis sentimientos sean menos. Con ella estoy muy cómodo y lo que diga Kiko me da igual”, concluyó.