Reportaje Vertele

20 años de 'El Club de la Comedia', el formato que cambió el humor en España y quiere resucitar

'El club de la comedia'

Marcos Méndez

El humor y la comedia lidian los últimos años con muchos ofendidos que llevan a juicio los chistes que no les gustan, aunque no acaban más que en causas archivadas y desestimadas por los jueces. Y pese a ello la comedia sigue ganando fuerza y viviendo una edad dorada en televisión que ya nos explicaron algunos de sus protagonistas.

Cada vez más formatos, cada vez más cómicos y cada vez más risas. Y al hablar con algunos de los que las generan, coinciden en señalar la importancia que tuvo El Club de la Comedia. Un formato que nació en el año 1999 por la convicción de José Miguel Contreras y la confianza de José Manuel Lorenzo, y que revolucionó la comedia en España e incluso su impacto social y cultural, popularizando desde entonces el género del monólogo.

Sobre el nacimiento del formato, su importancia en la comedia y la televisión española, su actual situación y su posible futuro hablamos con José Miguel Contreras -el creador-, Luis Piedrahita -guionista, monologuista y primer ganador de su certamen- y Nacho Abad -que, aunque pocos lo recuerdan, fue finalista de la primera edición como guionista-.

Un homenaje a un formato que cambió la concepción de la comedia en España y creó una impresionante cantera que sigue haciéndonos reír 20 años después. Y un llamamiento a que cadenas y plataformas, sobre todo Antena 3 que posee sus derechos, al menos se piensen si sería un buen momento para resucitarlo.

La mejor cantera de talentos de la comedia española

Luis Piedrahita nos cita en su oficina situada en el centro de Madrid para hablar de El Club de la Comedia, y comienza su recuerdo situándonos en un contexto muy diferente al actual: “En el año 99, en España nadie había oído hablar del monólogo. Era una cosa como muy rara y exótica”. Ahora, los monólogos son una de las formas de humor más exitosas, que no exóticas, y él mismo llena patios de butacas en teatros y salas de toda España.

La llegada del formato fue fruto del empeño, casi cabezonería, de José Miguel Contreras para exportarlo desde Estados Unidos. Y encontró en José Manuel Lorenzo al aliado ideal. Juntos, y con Ana Rivas (actual Directora de Entretenimiento de Shine Iberia) como directora, conformaron un equipo apoyado en el trabajo de guionistas que 20 años después han seguido escribiendo el humor español: Pablo Motos, Laura Llopis, Arturo González-Campos, Juan Herrera, Paco López Diago, David Navas, Luis Piedrahita, Marta González de Vega, Eduardo Aldán y Rodrigo Sopeña. En ese equipo daba también sus primeros pasos María José Rodríguez, actual Gerente de contenidos de #0 y producción propia en Movistar+.

Una lista de nombres por la que Contreras reconoce sentir “orgullo”, y a la que deben sumarse muchos cómicos que participaron en su certamen de monólogos, como rememora Piedrahita: “La lista de ganadores es muy potente, está Quequé, Eva Hache, Sara Escudero, yo... pero también la de los finalistas con Leo Harlem, El Monaguillo, Goyo Jiménez e Iñaki Urrutia que coincidieron con Quequé...”, y aún podría añadirse a Secun de la Rosa, Eduardo Aldán y Llum Barrera, entre muchos otros.

De la casi clandestinidad a trotamundos de cadenas

Pero los principios no fueron fáciles. Como indicaba Piedrahita, en España ni siquiera sabíamos qué era un monólogo. Y para lograr llegar más al público, Contreras nos explica que se les ocurrió emplear la fórmula de guionistas que escribiesen los monólogos, y actores y personas más conocidas que los interpretasen sobre el escenario.

Acertaron, pero no tardaron en darse cuenta de que no podrían seguir así mucho más tiempo, que la gente debía llevar sus propios textos y poder interpretarlos. Piedrahita recuerda que así nació el certamen de monólogos, cuyo premio era participar en el programa y que evidenció el desconocimiento del formato en nuestro país: “Empezaron a llegar cajas y cajas de cintas VHS con números de globoflexia, rey del rulo, malabaristas con chistes, gente poniendo caras... y muy pocos monologuistas”.

La evolución del formato le convirtió en un clásico de la televisión española, como rememora el cómico: “Empezó en Canal+ con un 1% de audiencia, porque se emitía en cerrado antes o después de Seinfeld. Luego se hizo en abierto, y es el único programa que ha estado en prácticamente todas las cadenas de televisión: Canal+, La 1, La 2, Telecinco, Antena 3 y laSexta”.

Por formato y éxito, Piedrahita le encuentra una comparación: “El Club de la Comedia era el primer El Club de la ComediaGot Talent. Un concurso de gente desconocida que iba a hacer lo que sabía, y un jurado cualificado decidía quién ganaba”. Por ese jurado pasaron Contreras, Emilio Aragón, José Manuel Lorenzo, Pablo Motos y otros muchos, redondeando un trabajo que durante sus distintas etapas condujeron Javier Veiga, Emilio Aragón, El Gran Wyoming, Eva Hache, Alexandra Jiménez y Ana Morgade.

¿Es factible una vuelta de 'El Club de la Comedia'?

Sin embargo, el formato se fue marchitando y su progresiva pérdida de audiencia le hizo quedarse en el cajón de Atresmedia, la propietaria de sus derechos. Contreras lo rescató durante su etapa en laSexta, y reconoce que se ha interesado varias veces por su adquisición, razonando que de lograrlo quizás fuese necesario “dar una vuelta” al formato original: “El Club de la Comedia, como marca, sigue siendo muy fuerte. Y claro que se podría adaptar más a la actualidad”. Una posibilidad que, como él mismo indica, podría abrir el abanico a cadenas, pero también a plataformas para poder convertirlo en una especie de evento de programación, sin desvelar más sobre dónde se dirige su idea al respecto.

Piedrahita también apoya su posible regreso, aunque bromea que ahora mismo como productor “no me metería en ese jardín”. Sin embargo, él sí cree que el formato podría mantenerse igual: “El especial de David Chapelle en Netflix es el más descargado y pagaron una barbaridad por él. Como el de Adam Sandler. Todos tienen un éxito arrollador. El formato sigue estando vigente, pero necesitamos artistas que lo refresquen y lo mantengan arriba, y también un canal y un medio que lo produzca y respalde”.

El cómico destaca la simplicidad de su idea como un éxito, definiéndolo como “un programa donde se sube una persona a un escenario a hacer humor”, y parte de ella para explicar que “puede acoger desde a Gila hasta a Ignatius Farray. Todo tipo de generaciones y tipos de humor, cuentachistes, monologuistas, contadores de historias, artistas más provocadores...”. Pero, lógicamente, también sabe que debería adaptarse: “Han cambiado los ritmos, las formas de consumo televisivo, la forma de entender la comedia. El mismo capítulo de El Club de la Comedia que te hizo gracia hace 15 años, ahora no te lo haría. Pero sí se puede renovar e incluir lo que hoy haga gracia”.

Brillar sin eclipsar, la clave para sus presentadores

En el caso hipotético de que lograse relanzar el formato y éste mantuviese la figura del presentador, Luis Piedrahita bromea con que conducirlo “sería lo que me falta”, mientras Contreras comienza por recordar con cariño a muchos de sus presentadores, especialmente a Alexandra Jiménez. Sin embargo, él más que en nombres lo enfoca en perfiles, explicando que siempre buscaron a alguien que sirviera como hilo conductor y diese paso a cada monólogo, pero sin eclipsarlos ni hacer que los espectadores esperasen más su turno que el de los monólogos.

Uno de los espacios de comedia más exitosos y rompedores de la actualidad, La Vida Moderna de la Cadena SER, está dirigido por David Broncano al que Contreras define como “gran amigo” del programa, y sobre el que dice que “seguramente sea el que más monólogos ha hecho”. Junto a él se sienta Quequé, el ganador de la segunda edición del certamen de monólogos. Y juntos se ríen habitualmente de Ignatius, porque a él nunca le ha llamado El Club de la Comedia. Por eso preguntarle al creador del formato si invitaría al cómico canario es como un deber moral, y Contreras lo sabe: “Sería casi una obligación. Ignatius tendría que estar”, dice mientras se ríe al otro lado del teléfono.

Piedrahita, la metáfora perfecta de 'El Club de la Comedia'

La conversación con Piedrahita, cara a cara en su oficina del centro de Madrid, es más reposada y permite hallar un paralelismo entre su trayectoria y la de El Club de la Comedia, para así comprender lo que ha supuesto y conseguido el formato, y también el cómico y mago.

Él mismo nos explica que nada más acabar la carrera, el programa le ofreció ser guionista, pero con una condición: “Pedían una prueba en la que hablásemos de aeropuertos, y la hice junto a mi compañero Rodrigo Sopeña tras irnos a pasar una noche al aeropuerto y escribir todo lo que se nos ocurriera. Lo pasamos fenomenal y quedó un monólogo muy divertido que enviamos la mañana siguiente. Y les gustó, pero nos dijeron que sólo podían contratar a uno y que por favor explicásemos qué chistes habíamos hecho cada uno”.

Tanto él como su amigo y compañero Rodrigo Sopeña fueron incapaces de separarlo, y tuvieron una idea que acabó de la forma más feliz posible: “Ofrecimos trabajar ambos dividiendo a la mitad el sueldo, y nos pidieron una prueba individual. La enviamos y al final nos contrataron a los dos, y ahora pienso que esa situación fue una prueba para ver si podíamos trabajar en equipo o nos podía el ego”, razona Piedrahita.

Nada más salir de la carrera, ya era guionista de lo que por entonces era un proyecto llamado El Club de la Comedia. Y entre risas, recuerda que “las primeras reuniones de guión eran en casa de Pablo Motos, y él nos recibía con una bata que tenía muy divertida, y en zapatillas”. Pero su trayectoria metafórica fue más allá, porque cuando se dieron cuenta de que el formato debía evolucionar y nació el certamen de monologuistas, entre todas las cintas VHS recibidas había muy pocas de Galicia. Por eso le propusieron que él mismo se presentase.

Lo hizo usando como monólogo la prueba individual que le abrió las puertas del equipo de guionistas, y que es una pequeña parte de la historia del formato en Youtube: “Las cajas de bombones y galletas surtidas”.

En un principio, Piedrahita reconoce que aceptó “para hacer bulto”. Pero resulta que acabó ganando su semifinal, y después en la gran final con los ganadores de todas las otras semifinales dio la sorpresa: “Allí estaba yo, en Madrid, recién salido de la carrera, por segunda vez sobre un escenario habiendo sido la primera en la semifinal, y rodeado de gente con súper experiencia como Llum Barrera y Eduardo Aldán”. Pero ganó. Y desde ese momento, se quedó trabajando de guionista mientras de vez en cuando hacía sus propios monólogos.

De sus palabras, y de sus miradas y vistazos a los libros de El Club de la Comedia firmados por todo el equipo que guarda con cuidado en las estanterías de su oficina, sólo se extraen buenos recuerdos de esa época y continuas menciones a sus compañeros. Especialmente de uno: “Juan Herrera ha hecho todo lo más grande y distinto que se pueda imaginar. Desde el programa de Jesús Gil en el jacuzzi, pasando por Goles son amores con Manolo Escobar y las pruebas del Juego de la Oca, hasta El Hormiguero. Él montaba y doblaba el primer Humor Amarillo, y nos decía que compraba las cintas al peso. Juan Herrera es la columna vertebral del humor en televisión en este país”.

Igual que el formato vivió una popularización y éxito meteórico, Piedrahita pasó en dos años de acabar la carrera, a ser guionista, a hacer monólogos, y a ganar el primer certamen de El Club de la Comedia. Y todo ello, a pesar de no proponerse nunca el ser cómico: “Uno realmente nunca toma una decisión. Si a mí hace tiempo me preguntan si me gustaría dedicarme a la stand up comedy, diría que qué es eso. Uno se encuentra oportunidades, y hay que intentar aprovecharlas”.

Nacho Abad: “Fui finalista en el primer Club de la Comedia”

Al desgranar esos comienzos con Contreras y Piedrahita, surge el nombre de un guionista llamado Nacho Abad. Y aunque sinceramente lo primero que se viene a la cabeza es “será otro Nacho Abad”, lo cierto es que no, como él mismo nos confirma: “Fui finalista en el primer Club de la Comedia junto a Llum Barrera”.

El periodista, desde hace muchos años el rostro matinal que cuenta los sucesos y actuaciones policiales primero al lado de Ana Rosa Quintana y luego al lado de Susanna Griso, escribió el guión que luego interpretó la famosa actriz. Y sólo les privó de la victoria Luis Piedrahita. El periodista nos explica vía telefónica que su predilección por la comedia le hizo presentarse también a la segunda edición con otro cómico.

Al preguntarle sobre cómo un guionista de comedia ha acabado siendo uno de los periodistas especializados en sucesos y actuaciones policiales más conocidos de España, Abad nos explica que “la vida te lleva por otro lado y te marca otro camino”, aunque insiste y deja claro que para él “la comedia y el humor son indispensables”.

Precisamente su ocupación habitual deja poco espacio para las risas, pero el periodista se muestra entusiasmado al plantearle la hipótesis de un regreso de El Club de la Comedia: “Ojalá, a mí me encantaría”, aunque lamenta que en la actualidad hay poco espacio para la pausa y la reflexión incluso para disfrutar de la comedia en formato stand-up, que es el late motiv del formato.

Abad recuerda cómo en ese programa conoció a Pablo Motos, con el que habló y comentó muchos guiones, y al que le reconoció admirar su capacidad de pasar de escribir a ponerse delante de la cámara para hacer sus propios monólogos: “Yo en ese momento ni me lo podía imaginar, me aterraba estar delante de la cámara. Quién me lo iba a decir a mí”, bromea pensando en su actual trabajo.

El periodista nos recuerda que también condujo un morning show radiofónico en tono de comedia y que en una reciente charla TED que impartió optó por este mismo tono, al que sus espectadores habituales están poco acostumbrados. Y asegura incluso que le encantaría presentar una nueva etapa de El Club de la Comedia, a la vez que alaba la rapidez y la frescura con la que lo hacía Javier Veiga.

Pero al mismo tiempo, y con algo de pena en la voz a través del teléfono, comprende que su perfil puede no encajar, y se atreve a sugerir a una presentadora: “Raquel Pérez es una actriz y profesora de actores a la que le han dado pocas oportunidades interpretativas, pero tiene una vis cómica impresionante. Sería perfecta”.

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