'Querido diario… de Jorge', te escribo con una felicitación y 4 propuestas para el futuro
Querido 'Diario de Jorge' , he estado siguiéndote desde hace días y me he decidido a escribirte para explicarte cómo estoy viviendo el esperado regreso de un formato que me marcó.
Hacía años que veía que la televisión resucitaba programas icónicos y siempre me preguntaba por qué no apostaba por un nuevo Diario de Patricia. Sé que no fue oro todo lo que se hizo tras las cámaras de aquel programa para conseguir las mejores historias... pero aún así creía que el formato podía regresar con mejores prácticas, con otra conciencia social y nuevos objetivos.
Ahora que eres una realidad y que he dedicado muchas tardes de este verano a disfrutar de tu regreso, quiero hacerte algunas propuestas de mejora desde los ojos de una espectadora que desea vuestra remontada en audiencias tras los Juegos Olímpicos.
En primer lugar quería felicitarte por la elección de Jorge Javier Vázquez como presentador, porque en un principio me sorprendió. Quizá había imaginado a otra “Patricia”, menos “encasillada” en el contenido de reality y con un perfil más de tarde y no tan de prime time. Hasta llegué a pensar que para un presentador de buques insignia nocturnos, un talk show de tarde podía resultar un reto menor. Pero me equivoqué.
La ilusión con la que Jorge arranca cada entrega demuestra que estaba deseando renovarse, que aún le quedan cosas por hacer en televisión y que no considera ninguna franja inferior a otra. Se nota que respeta al formato, que le tenía ganas y que quiere que funcione. Y eso se transmite a un espectador que empieza con un ojo cerrado por la siesta y acaba con los dos pegados a su energía.
Como también deben agradecerlo los invitados que se sientan frente a él para encontrarse con alguien que sabe escuchar y preguntar (que no es fácil). Se mete en cada historia y empatiza hasta el punto de confesar sus propios traumas. Porque él nunca ha tenido problema en contar sus dramas, y por ello logra que se los cuenten a él. Es un 'intercambio de prisioneros' del que ya es catedrático.
Es más, Jorge Javier se mete en cualquier historia porque conecta con todos los perfiles. Le hemos visto en presentaciones de libros junto a Presidentes del Gobierno, entrevistando a folclóricas o grandes figuras de nuestra cultura, y del mismo modo ahora llora junto a una anónima que tiene el apoyo del padre que él nunca sintió. Y es que no debemos olvidar que el catalán pasó de interesarse por la vida de los famosos en Aquí hay tomate a descubrir que la suya y la de sus compañeros en Sálvame era igual o más interesante para los espectadores. Todos tenemos algo que contar, y él sabe exprimirlo.
Cuatro propuestas para el futuro de 'El diario de Jorge'
Ya no tengo dudas de que El Diario es un formato perfecto para Jorge Javier. Pero un presentador y las ganas de todo un equipo pueden no ser suficientes para que un programa funcione, por eso, 'querido Diario', quería hacerte algunas propuestas que se me han ocurrido para sacarle más brillo a este regreso:
- Un gancho de titulares con las historias de cada tarde: desde que El diario de Patricia se estrenara en 2001, hasta que cerrara la persiana Sandra Daviú en 2011, mucha ha sido la narrativa audiovisual con la que hemos continuado alimentándonos los espectadores. Los cebos, los MacGuffin (elemento de suspense que hace que los personajes avancen en la trama) o los giros de guion están ahora a la orden de nuestro día, por lo que ya es difícil que nos conformemos con quedarnos delante de un programa a ver lo que quieran ofrecernos. Ahora se nos tiene que convencer con aperitivos al estilo Carles Porta en sus Crims cuando nos advierte: “¿Veis ese hombre trajeado en la foto de la mesita de noche? Fijaos bien porque será una pieza clave... volveremos a él más tarde”. Efectivamente, volvemos porque ya queremos saberlo todo sobre ese hombre trajeado. Ganchos así se echan en falta al inicio de cada 'Diario', donde nos adelanten (en pocas palabras e imágenes) las historias que no sabíamos que necesitábamos hasta ese momento.
- Exprimir la entrega del presentador: Jorge Javier no es un simple conductor de una historia a otra, Jorge Javier se implica en ellas y le hemos visto riñendo a parejas por sus comportamientos tóxicos, frenando exigencias excesivas entre amigos o aplaudiendo a padres por su apoyo a sus hijos. Unas lecciones que no pasan desapercibidas porque provocan debate, y así se habla de sus contenidos. Pero no solo acaban ahí las ventajas de que un presentador opine, también señala las banderas rojas que no deberíamos pasar por alto, ahora que tanto apostamos por la salud mental. Actitudes polémicas que aparecen constantemente en los talk shows, y mientras en los 90 eran un simple escaparate, en la actualidad se agradece un mediador que argumente sus daños o beneficios. Ojalá, por ejemplo, Sandra Barneda subrayara las actitudes tóxicas en las hogueras de confrontación de La isla de las tentaciones, para que muchos espectadores entendieran las consecuencias. A Jorge Javier le sale solo, aprovechémoslo más.
- Dar más tiempo a las historias que emocionan: para lograr ese grado de implicación de Jorge Javier, de los invitados y de los espectadores es necesario más tiempo. Si nos quedamos en los titulares de las historias solo podemos juzgar de forma superficial lo que cuenta cada uno. Cuando se empieza a rascar es cuando se descubren todos los grises de cada versión, cuando nos derrumbamos y bajamos los muros, cuando conseguimos identificarnos con cada personaje porque todos tenemos un poquito de cada uno. Pero para lograr eso hace falta más tiempo, aunque sea a costa de contar menos historias. Usando la fórmula de menos cantidad pero más calidad.
- Más variedad de perfiles (y menos influencers): también sería interesante limitar el número de invitados influencers o que se dedican a las redes sociales y que utilizan al programa para promocionarse. Eso le resto fiabilidad e interés a lo que cuentan. Son difíciles de encontrar los buenos testimonios, pero son el reparto estelar de cada entrega y si no son de primer nivel, el programa queda a su misma altura.
Querido 'Diario de Jorge', ojalá pueda escribir muchas páginas más contigo como protagonista y con más héroes anónimos que nos descubras.