El programa de AR ha implantado desde este mismo lunes 25 de enero medidas adicionales de prevención ante la tercera ola del coronavirus que afecta a España. Aunque la consecuencia más evidente de estas restricciones era la presencia de un colaborador menos en la mesa de sucesos del magacín, Ana Rosa Quintana ha abundado en detalles sobre los planes emprendidos a fin de proteger a su equipo.
“Hoy verán que somos menos”, decía la presentadora y productora tras dar la bienvenida a sus contertulios de la mañana. En total, tres colaboradores se sentaban a su alrededor y al de Patricia Pardo. “Hemos mantenido las mismas medidas de seguridad desde que empezó la pandemia. Tenemos un cuarenta por ciento de la redacción teletrabajando, en el plató sigue sin haber público y el número de cámaras se ha reducido”, explicaba. Pero intencionadamente hemos decidido que, ya que no se toman medidas en el estado de alarma hay que protegerse y vamos a extremar las medidas, que ya son muy estrictas en Mediaset“.
“Patricia Pardo y yo no tenemos comunicación”
La periodista ha asegurado que en Mediaset han sido “los primeros en hacer pruebas a todas las personas que entran” a sus instalaciones, “aunque se está extendiendo y me parece fenomenal”. Las pruebas, tomaba la palabra Pardo, no se hacen solo a la gente que está en la mesa del plató, sino a quienes pudieran tener “contacto con el instrumental, como un micrófono”. “En redacción estamos muy separados, con un ordenador de distancia”.
“Patricia y yo esto es lo más cerca que estamos durante todos los días”, añadía Quintana, refiriéndose a la distancia que la separaba de su compañera de trabajo. “No estamos en comunicación”; algo que explicaba ante la posibilidad de que Pardo tuviera que sustituirla en caso de que Ana Rosa cayese enferma, o a la inversa, para evitar que la presentadora principal se viese afectada si su copresentadora lo hace.
“Estamos tomando muchas medidas, pero aún así es muy complicado porque la nueva cepa británica es muy contagiosa”, concluía la presentadora, que calificaba este como “un último esfuerzo” para aguantar hasta la distribución de las vacunas a toda la población. Está por confirmar si estas restricciones son exclusivas del matinal o si afectan a otros espacios de la casa.