“Queremos dedicar este último programa de Lo de Évole en casa a todas las personas que han muerto por la enfermedad y en soledad” dijo el presentador durante esa entrega.
Para ello, entrevistó a niños, filósofos, curas y rostros conocidos como el de Baltasar Garzón y Emilio Aragón.
Con este último quiso saber cómo estaba viviendo tal situación un hombre que venía de una familia de payasos, a lo que él respondió: “La vida es un drama pero menos mal que tenemos un salvavidas que se llama comedia. Es medicina muchas veces”.
“La vida es un drama pero menos mal que tenemos un salvavidas que se llama comedia”
Y haciendo alusión a la labor de su familia, Aragón aseguró que mucha gente le enviaba vídeos con vecinos cantando de un balcón al otro el “¡Hola Don Pepito! ¡Hola Don José”: “Le hubiese encantado a mi padre y mis tíos ver que su canción se había convertido en un juego que alivia a la gente aunque fuera por un momento”.
Preguntado por si Médico de familia podría volver puntualmente para ayudar en estos momentos, Aragón no dudó en afirmarlo: “El Doctor Nacho Martín y toda la familia estaría remangada echando una mano en hospitales, la calle... si el ministerio de sanidad lo pidiera, recuperaríamos Médico de familia, aunque fuera solo un capítulo para entretener y dar información que ayudara, estoy seguro que todo el equipo lo haría”.
Aragón también confesó algo que le hacía sentido como “un bicho raro” pero que no podía negar: “Aún marco el teléfono de mi padre. No borro el teléfono de los amigos que se van. Es la verdad, pienso continuamente en las familias que no se han podido despedir de los suyos”, concluyó.