Este domingo hubo lío en Viva la vida. Y de nuevo, con José Antonio Avilés de por medio. El polémico tertuliano se atrevió a dar un consejo a Kiko Matamoros en un momento dado de la tarde, pero lo que no sabía entonces es que el consejo se lo acabarían dando a él. Y además con tirón de orejas incluido de sus compañeros, en especial de Emma García.
La historia comenzó cuando, en el enésimo debate sobre las diferencias entre Kiko Matamoros y Makoke, Avilés tomó el turno de palabra para decir lo siguiente a su compañero de programa: “Cambia la dirección de correo de la casa para que tus cartas no lleguen a casa de Makoke, porque después esas cartas las vemos todos”. Matamoros, sorprendido ante dicho comentario, se levantó de su asiento y respondió: “Cuidado, porque se acaba de denunciar un delito y vas a ir a declarar”.
“La correspondencia es absolutamente inviolable y eso es un delito. Y si, además, concurre que se le traslada el contenido a un tercero, el delito es doble”, añadió el tertuliano, que reconoció que algún paquete sí le llega a la casa que tenía en común con Makoke, pero no las cartas de la Agencia Tributaria, que le llegan a su actual domicilio.
Este último apunte lo hizo antes de que Avilés señalara que la carta que, según él, le había enseñado Makoke en la sala de reuniones era precisamente de la Agencia Tributaria. “Me la enseñó ayer. Yo no estoy mintiendo en nada. Y si tengo que decirlo ante un juez, yo lo digo, porque yo no estoy mintiendo. Estoy diciendo la puñetera realidad”, aseguró el contertulio, reticente a desvelar el contenido del susodicho documento.
Makoke desmiente la versión de Avilés
“Pero si la Agencia Tributaria tiene mi dirección”, repitió Matamoros mientras Diego Arrabal, que no creía en la versión de Aviles, cortaba por lo sano y llamaba directamente a Makoke para salir de dudas. “Es una carta mía a mi nombre que la cogí de mi buzón. Además, se la enseñé a Adrián y Raúl [Chaparro y Prieto, subdirector y director de Viva la vida, respectivamente], además de a Avilés, porque la acababa de coger del buzón”, explicó la protagonista involuntaria de esta historia, que además envió una foto de la carta a Arrabal para que viera que estaba a su nombre.
“Qué mentiroso eres, Avilés. Qué metemierda”, sentenció Diego Arrabal mientras Avilés fracasaba en su intento por defenderse. “Si la carta es suya, ¿por qué vienen temas de Kiko Matamoros?”, preguntó el tertuliano. “Porque tiene derivada la responsabilidad”, contestó Matamoros, que tuvo que escuchar cómo Makoke daba a conocer la cuantía de la deuda con Hacienda: “La derivación de la deuda asciende a 1.100.000 euros. O sea, que este señor que trabaja de lunes a domingo, no sé lo que está pagando”.
“Ten mucho cuidadito con lo que cuentas”
En resumen. Sí, Makoke enseñó a Avilés una información que afecta directamente a Kiko Matamoros, pero no lo hizo a través de una carta enviada al propio Matamoros, sino a través de una que Makoke recibió a su nombre. Es decir, que la tertuliana no incurrió en ningún delito de violación de correspondencia, como apuntaba la explicación inicial de Avilés, pues la carta era para ella y, por consiguiente, hizo con ella lo que consideró oportuno. En este caso, enseñársela a varios compañeros del programa.
De ahí que Emma García se pusiera muy seria con Avilés con lo que acababa de ocurrir: “Ten mucho cuidadito con lo que cuentas (...) A Makoke la has podido meter en un buen lío contando esto que no es verdad”. El tertuliano, lejos de entonar el mea culpa, siguió a lo suyo. “Sois todos muy puristas. Me voy a poner igual de purista con todos vosotros”, dijo para enfado de la presentadora, que así se lo hizo saber: “Mira, Avilés, no me toques las narices. Te estamos diciendo que tengas cuidado con estas cosas, que te has equivocado. Y podía haber sido un delito que no es. Te estamos diciendo que tengas cuidado a la hora de contar las cosas”. Finalmente, Avilés pidió disculpas y el programa pasó a otro asunto.