Esperanza Aguirre, a gritos en su entrevista con Mamen Mendizábal: “¡No me dé una retahíla!”

La refundación del Partido Popular, tras los resultados de las elecciones catalanas y la salida de la sede de la madrileña calle Génova, ha servido para que Esperanza Aguirre haya pasado a última hora de este jueves 18 por Más vale tarde. La expresidenta del PP madrileño ha protagonizado los tensos 15 minutos finales de programa, quejándose vivamente de la “retahíla” de preguntas que Mamen Mendizábal le había formulado no sin dificultades a la entrevistada.

“Mientras Dios me dé salud seguiré en la política”, decía la otrora ministra al comienzo de su intervención, en la que la presentadora ha tenido que esforzarse por formular las preguntas sin interrupciones. Las primeras, relacionadas con el futuro de su partido, han gozado de una Aguirre algo más predispuesta, si bien ya avisaba de que no lo iba a poner fácil. “Quieren que me meta con los cuatro Pablos. Con Casado no me voy a meter”, decía, aludiendo a otros protagonistas de la actualidad, como el vicepresidente segundo Pablo Iglesias, el portavoz parlamentario de Unidas Podemos Pablo Echenique y el rapero Pablo Hasél, recién encarcelado.

“¡No, perdone, estoy hablando yo, si me deja!”

Sin embargo, en cuanto el tema de conversación ha pasado a ser la actualidad en torno a los casos de financiación que salpican al PP de Madrid, como la Púnica, y la participación del extesorero Luis Bárcenas en calidad de testigo para aportar datos sobre la existencia de una supuesta caja B del partido, el tono de la entrevistada se ha crispado de forma evidente. Alzando el tono de voz y con formas bruscas, impedía a Mendizábal que repreguntara.

“¡No, perdone, estoy hablando yo, si me deja!”, exclamaba. La periodista de laSexta le daba algo de margen, pero en cuanto trataba de realizarle otra cuestión, alteraba a la política conservadora: “¡No me dé una retahíla!”.

“No he terminado mi pregunta”, decía con tono mesurado la presentadora, que al pedir que respetara su turno para hablar se llevaba otra contestación afilada de Aguirre: “El respeto lo tiene que tener usted conmigo, que soy la entrevistada”, proclamaba esta, insinuando que no se le había informado de que fueran a tratarse estos asuntos en su entrevista. No solo eso: acusaba a Mendizábal de ser ella quien estaba poniendo trabajas a la entrevista: “Me va a hacer muchas preguntas seguidas para que no pueda contestar”.

“No acepto una retahíla de 60 preguntas”

“¿Le sorprende que le pregunta por la Púnica, por los escándalos de corrupción?”, llegó a preguntar la comunicadora de Atresmedia. “Yo le he aceptado las preguntas. No le acepto una retahíla de 60 preguntas, que no son preguntas sino afirmaciones”, respondía Aguirre.

Así las cosas, tras asegurar que nadie tiene nada que pueda colocarla en una posición comprometedora, y tras reiterar que casos como los de Francisco Granados e Ignacio González eran “aislados” dentro del PP, Mamen Mendizábal decidió terminar la entrevista de la forma más escueta posible: “Esperanza Aguirre, suerte. Gracias”. Ante la despedida, la invitada optó por soltar una carcajada y despedirse con parquedad.

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