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Eurovisión cambia sus reglas: semifinales solo con televoto y sistema mixto con jurado en la final

Eurovisión 2023 vendrá cargado de cambios. La UER (Unión Europea de Radiodifusión) ha anunciado oficialmente la modificación del sistema de votos del festival de cara a la próxima edición, que se celebrará en Liverpool con una mecánica diferente a la que ha regido la competición en los últimos tiempos.

Tal como se ha hecho público en la mañana de este martes 22 de noviembre, en la edición del próximo mes de mayo la clasificación de las Semifinales se decidirá únicamente con el televoto. Se prescinde así del sistema mixto jurado-público que se implantó en 2009, y que permitía equilibrar las tendencias de voto por amiguismo o vecindad.

Este jurado profesional, no obstante, sí seguirá teniendo poder en la gran final, donde el resultado de las votaciones seguirá siendo una combinación de los jurados y el televoto de cada país. El peso de cada uno se mantendrá en 50%-50%, y los votos del público se recibirán mediante llamadas, SMS y la app oficial como hasta ahora.

El otro cambio importante es que Eurovisión elimina las fronteras y abre sus votaciones a todos los países. De este modo, por primera vez en la historia los espectadores de cualquier lugar del mundo podrán votar por sus propuestas favoritas a través de una nueva plataforma online. Esta será de pago, y sus votos se convertirán en puntos que tendrán el mismo peso que los de los países participantes.

Estos cambios se producen tras la polémica de la pasada edición, en la que la UER canceló las puntuaciones de seis países tras detectar patrones de votación irregulares en sus jurados profesionales durante la segunda semifinal. De esta manera, elimina posibles irregularidades de este tipo dando todo el poder al público en las galas clasificatorias, y apostando por mantener el criterio profesional en la cita definitiva que coronará al país ganador del Micrófono de Cristal.

La explicación oficial de Eurovisión

La explicación a estas modificaciones clave la ha dado en rueda de prensa Martin Österdahl, el supervisor ejecutivo de Eurovision Song Contest.

“A lo largo de sus 67 años de historia, el festival ha evolucionado constantemente para seguir siendo relevante y emocionante. Estos cambios reconocen la inmensa popularidad del show al darle más poder a la audiencia”, apunta el directivo.

La decisión de permitir la participación de los espectadores de países no participantes, dice, “es un reflejo del impacto global del evento”. Y al mismo tiempo, el hecho de mantener a los jurados profesionales en la Gran Final permitirá que “todas las canciones podrán evaluarse según los criterios más amplios posibles”.

En lo que respecta a la manera de comunicar las votaciones en la gala, que varió por última vez en 2019, confirma que se mantiene tal cual, dando el acumulado del público al final en orden de clasificación por generar mayor emoción: “También podemos mantener la tradición de viajar por Europa y Australia para acumular puntos y garantizar una emocionante secuencia de votación en la que el ganador solo se revela al final de la noche”.