Continúa el malestar con la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora de Eurovisión, por su inoperancia durante la última edición del certamen celebrada la semana pasada en Malmö (Suecia). Por un lado, tal y como relatamos en primera persona en este artículo, por su falta de actuación ante la actitud de prensa y delegación isrealí con el resto de participantes. Por otro, por su histórica decisión de expulsar a Países Bajos de la competición tras un incidente ocurrido después de la primera semifinal y en el que está implicado su representante, el cantante Joost Klein.
Este lunes, en una comparecencia ante los medios, Taco Zimmerman, director general de AVROTROS, la televisión pública de Países Bajos, volvía a pronunciarse por lo ocurrido, asegurando, en la línea del primer comunicado emitido por la operadora, que la descalificación del país en Eurovisión 2024 había sido desmedida. De la misma manera, dio más detalles sobre el incidente en cuestión que acabó con la expulsión de Joost Klein. “Hubo un acuerdo claro para que Joost no fuera filmado después de la segunda semifinal. Un miembro del personal del festival lo hizo y se le pidió repetidamente que no lo hiciera, ella lo ignoró y Joost hizo una señal amenazadora a la cámara”, empezó recordando Zimmerman.
“Lo hizo sin tocarla. Su gesto la llevó a denunciar el asunto a la UER y a la policía sueca. La UER decidió la descalificación, que consideramos desproporcionada. Que quede una cosa clara: AVROTROS significa modales adecuados. Propusimos otras soluciones”, declaró el responsable de la cadena, que aseguró que estaban “extremadamente decepcionados”. “Hemos tenido que decepcionar a millones de personas en toda Europa. Esto es algo que nosotros, AVROTROS, NPO y todos los Países Bajos, lamentamos mucho”, concluyó en unas imágenes recogidas por el medio público neerlandés NOS.
Las palabras del director general de la TV de Países Bajos provocó que la UER lanzase una ampliación en el comunicado emitido el pasado sábado, cuando se informó de la descalificación de Joost Klein, tal y como recogemos en esta otra noticia. En el escrito, la UER asegura que el cantante “infringió claramente las reglas que están diseñadas para garantizar que exista un entorno de trabajo seguro para todo el personal”.
Noruega se planteó abandonar
Por otro lado, el clima irrespirable provocado por la participación de Israel afectó también a los participantes. Y mientras que algunos de ellos, como los de Irlanda, Francia, Suiza o Italia, se fueron pronunciando con diferentes gestos durante toda la semana, ahora, tres días después de la gran final, los representantes de Noruega han reconocido que se plantearon abandonar “hasta el último segundo”.
Según informa el medio noruego Aftenposten, el grupo Gåte estuvo a punto de retirarse hasta momentos antes de arrancar la gran final del certamen: “Al final mantuvimos conversaciones constructivas con la UER”, asegura Magnus Børmark, guitarrista de la banda, que cree que los artistas fueron obligados a asumir un papel político y que involuntariamente se vieron responsables de un conflicto muy complicado.
En otra entrevista para TV2, el músico noruego ha sido más contundente a la hora de quejarse de que en Eurovisión “sucedieron cosas que no estaban bien”: “Parecía que había algunas reglas para unos y reglas diferentes para otros”, ha lamentado, desvelando que hubo conversaciones entre un pequeño grupo de representantes, entre los cuales figurarían Irlanda, Noruega, Portugal, San Marino, Suiza, Reino Unido, Lituania y Finlandia, que amenazaron también a la UER con retirarse durante la semana al ver que Países Bajos era descalificado mientras Israel “también se saltaba las reglas” del festival.
En esta misma línea, Marina Satti, representante de Grecia que ya se ausentó junto a Suiza e Irlanda del desfile de banderas del family show del sábado por la mañana en señal de protesta, ha compartido una publicación en Instagram en la que comparte su malestar ante todo lo sucedido.
“Han pasado tantas cosas últimamente que no sé cuanto tiempo me llevará entenderlo. Una cosa sé con certeza, lo que motiva las cosas son las personas, las relaciones que construimos unos con otros y el amor”, escribe agradeciendo las muestras de apoyo que le ayudaron “a estar allí de pie, haciendo lo que amo”.