Apenas horas antes de que Hollywood extienda la alfombra roja para entregar sus Oscar, la ciudad de las estrellas despide a uno de sus actores más versátiles y respetados de las últimas cuatro décadas. Bill Paxton ha fallecido ese domingo 26 de febrero a los 61 años, como consecuencia de complicaciones tras una cirugía cardiovascular, informa Variety.
Con casi un centenar de créditos en su currículo entre cine y televisión, el intérprete dejó su huella en un buen puñado de películas para el recuerdo. Casi un fijo en la cinematografía de James Cameron, con quien trabajó en 'Terminator', 'Aliens. El regreso', 'Mentiras arriesgadas' y 'Titanic', trabajó también para Kathryn Bigelow, Ron Howard, Sam Raimi o Robert Rodríguez.
En televisión, destacó por encima de todo su protagonista en 'Big Love', por el que optaría en tres ocasiones a los Globos de Oro (sumémosle otra candidatura por la tv-movie 'Mentiras de guerra'), así como la miniserie 'Hatfields & McCoys', con la que optaría a un Premio Emmy. El pasado 2 de febrero volvió con personaje fijo a la pequeña pantalla con 'Training Day' en CBS.
“Su pasión por el arte se contagiaba a todos los que le conocían y su calidez y su energía eran innegables”, reza el comunicado que la familia ha emitido para confirmar la noticia.
Obituario de un actor aguerrido y 'fantástico'
Nacido el 17 de mayo de 1955 en Fort Worth, Texas, William Paxton se trasladó a Los Ángeles nada más cumplir los 18 años para alcanzar su aspiración de trabajar en la industria del cine. Sus primeros trabajos serían no delante de la cámara, sino detrás, como decorador en la productora New World, de Roger Corman (participó así en la sexploitation 'Los sádicos' de Peter Traynor, actualizada en 2015 por Eli Roth en 'Toc, toc').
Se mudaría a Nueva York para formarse con Stella Adler, logró inaugurar su currículo con un pequeño papel en 'El pelotón chiflado' de Ivan Reitman en 1981. Apenas tres años después, colaboraría por primera vez con James Cameron en 'The Terminator', siendo uno de los tres pobres diablos que se topan con el cyborg cincelado con el físico hercúleo de Arnold Schwarzenegger.
Su sintonía con el cineasta -también salido de la factoria Corman-, le serviría para tener uno de los papeles más recordados de 'Aliens. El regreso': el del soldado Hudson, el fanfarrón pero miedoso marine que se enfrentó a los xenomorfos junto a la teniente Ripley en la colonia Hadley's Hope (con funestas consecuencias). A partir de aquí, su carrera se consolidó sobre dos pilares básicos: su adhesión al cine fantástico, y su recurrente encarnación de personajes de corte militar o marcial.
Así, los seguidores del género se acostumbrarían a verlo en cintas del calibre de 'Los viajeros de la noche', de Kathryn Bigelow; 'Brain Dead' de Adam Simon; 'Depredador 2' de Stephen Hopkins; 'Mi obsesión por Helena', de Jennifer Chambers Lynch; 'Spy Kids 2: la isla de los sueños perdidos' y 'Spy Kids 3-D', ambas de Robert Rodríguez; o, más recientemente, 'Colonia V' y 'Al filo del mañana'. En esta última, por cierto, volvería a ejercer como militar -sargento, para más señas-, como también hiciera en 'Navy Seal, comando especial', el celebrado telefilme 'Mentiras de guerra' o 'U-571'. También aunó ambas facetas en el videojuego 'Call of Duty: Exo Zombies', que saliera al merado en 2015.
Su carrera adquirió un plus de respetabilidad con 'Un paso en falso' en 1992. Este trabajo le permitió ascender a la primera línea de Hollywood. Llegarían a partir de entonces producciones de mayor envergadura, como el mayestático western 'Tombstone (la leyenda de Wyatt Earp)', 'Apollo 13', 'Twister', 'La fuerza del cariño: la historia continúa', la entrañable 'Mi gran amigo Joe' o 'Límite vertical'.
Todo ello, sin olvidar sus colaboraciones con Cameron: su personaje del mentiroso, mujeriego y pusilánime vendedor de coches en 'Mentiras arriesgadas', donde a punto está de quitarle la mujer y la función a Schwarzenegger; y Brock, el encargado de sacar a la superficie los secretos de 'Titanic'. También hay que agradecerle al director que le animara a aceptar la oferta de Sam Raimi en 'Un plan sencillo', otro de sus papeles más destacados.
Entrados en el nuevo milenio, la carrera de Paxton se centró en la televisión. La serie de HBO 'Big Love' sirvió para añadirle lustre a su filmografía: optó con ella a tres Globos de Oro como mejor actor dramático, sin conseguir ninguno. Su siguiente gran esfuerzo, la épica americana de 'Hatfield & McCoys', sí le reportaría una nominación al Premio Emmy en calidad de mejor actor principal en miniserie o tv-movie.
En los años subsiguientes, volvería a probar suerte con otra producción de temática similar a esta última, 'Texas Rising', y se haría una presencia habitual en 'Agentes de S.H.I.E.L.D.'. Apenas tres semanas antes de su fallecimiento, se estrenaba la adaptación televisiva de 'Training Day', con Antoine Fuqua como productor y con Paxton tomando el testigo de Denzel Washington como un irascible detective de la Policía de Los Ángeles. La ficción fue recibida con tibieza por la crítica especializada, que eso sí salvó al actor de la quema e incluso le otorgó galones por otorgar riqueza a un personaje estereotípico.
Casado en segundas nupcias con Louise Newbury desde 1987, Bill Paxton deja también dos hijos. Uno de ellos, James, ha seguido sus pasos y protagoniza ahora la serie 'Eyewitness' (estrenada en España por Calle 13).
Su legado está puntuado, además, por una pequeña gema: 'Escalofrío', su debut como director de largometraje, una retorcida fábula moral en forma de thriller con Matthew McConaughey, Powers Boothe y él mismo al frente, con la que fue capaz de asustar hasta al mismísimo Stephen King (quien la catalogó como uno de los mejores productos de terror de 2001). Su carrera fue ejemplo de solidez, con ejemplos de absoluta brillantez, en el drama como en la comedia, sin estridencias. Son numerosos los personajes para el recuerdo. Lo que un actor debería ser.