La familia de Mario Biondo afirma que demandará a Netflix por vulnerar sus “derechos fundamentales”
Continúa la cruzada de la familia de Mario Biondo contra Netflix por la emisión del documental sobre la muerte del camarógrafo italiano, exmarido de Raquel Sánchez Silva. Los familiares del fallecido aseguran que están estudiando la posibilidad de demandar a la plataforma por estrenar el documental “sin contar, a fecha de la emisión de dicha serie, con el consentimiento expreso de la familia para ello”.
El entorno de Mario Biondo lleva años oponiéndose a la versión oficial. Creen que el joven no se suicidó, a pesar de que apareció ahorcado en la vivienda que compartía con la presentadora.
Los padres del cámara aceptaron participar en el documental Las últimas horas de Mario Biondo porque, según dicen, desconocían que hubiera sido promovido por Guillermo Gómez, quien fuera representante de Raquel Sánchez Silva.
La familia ha recurrido a Proyecto Atila para interponer esta demanda civil que podría estar dirigida contra Netflix, contra la productora de la docuserie (Manguera Films) o contra ambas.
Argumentan para ello que cuando se estrenó el polémico título, el 3 de agosto de 2023, “ni la plataforma ni la productora contaban con el consentimiento de nuestros representados para tratar y usar sus datos personales, ni por lo tanto para emitir y difundir sus imágenes”, dice el comunicado de Proyecto Atila.
La familia de Biondo había participado en el documental antes de descubrir quién estaba detrás. Cuando esto ocurrió, envió un burofax “tanto a Netflix como a la productora Manguera Films” para “revocar la cesión de los derechos de explotación de sus imágenes”, así como la “utilización y publicación de la documentación anexa e información facilitada y las grabaciones realizadas para el documental”.
Según Proyecto Atila, Netflix recibió dicho burofax “con más de 80 días de antelación sobre la fecha de emisión del referido documental”, por lo que “queda patente” que ni la plataforma ni la productora “respetaron los derechos fundamentales a la propia imagen y a la protección de datos de nuestros representados”.
Raquel Sánchez Silva difundió un comunicado a finales de agosto para desvincularse por completo del documental.
