Espejo Público ha recibido este jueves al expresidente del Gobierno Felipe González en plató y ha contado también con su exvicepresidente, Alfonso Guerra, por videollamada. Y después de que además del lío de las fotos de Bárbara Rey y el rey emérito Juan Carlos I también se hayan publicado informaciones que señalan que durante los gobiernos de González y de Aznar se llegaron a pagar 600 millones de pesetas (3,6 millones de euros) a la exvedette para garantizar su silencio provenientes de fondos reservados del Estado y a través del CNI, la presentadora Susanna Griso les ha preguntado por ello.
La reacción de los expolíticos, sin embargo, ha sido la misma que la que recientemente tuvo González cuando unos reporteros le lanzaron esa cuestión y él dijo que “ni puta idea”, literalmente. En esta ocasión, al estar en un plató y en directo, han visibilizado su enfado y han elevado el tono: “Pero vamos a ver, perdone, ya hay programas de televisión que se dedican a ese tipo de temas. Seguramente en esta emisora no lo sé, no lo sigo, pero ya hay programas que se dedican a salvar el mundo. No creo yo que sea propio de un programa como este”, ha intentado zanjar Guerra, imponiendo sobre qué debe hablar Espejo Público y considerando que 3,6 millones de euros públicos para pagar a una vedette no eran una razón suficiente para preguntar al expresidente y exvicepresidente de España que autorizaron esos pagos.
Lo único que había hecho Griso era preguntar por esos pagos y recordar además que en los audios se habla “directamente de su periodo político”. Pero Felipe González se ha unido a Guerra contra la presentadora: “Ahí estamos de acuerdo”. La periodista, ajena a su unión para evitar responder, ha insistido: “¿Cómo no va a ser propio, señor Guerra? Si se ha dicho que [Bárbara Rey] chantajeó al Estado, que el gobierno socialista y el de Aznar pagaron hasta 600 millones de pesetas a cambio de su silencio...”.
Sin dejar de mostrar su incomodidad, para intentar empujar a cambiar de tema, Felipe González ha querido sentenciar: “No es verdad, pero bueno. En mi caso eso no es verdad, pero me da igual, es que no voy a entrar en esos temas. No es serio, por favor”, continuando por usar ejemplos demagógicos para apuntar que hay otras cosas más importantes: “Hay un huracán destruyendo el mundo, una guerra en Ucrania, un tipo que ha perdido las elecciones en Venezuela y no quiere entregar el poder, una guerra en oriente medio devastadora y… ¿nosotros vamos a estar perdiendo el tiempo en chismografía? Yo no, desde luego”.
Al final, y tras las sonrisas de Susanna Griso, el programa ha dado su brazo a torcer, no han insistido, y Susanna Griso tras sonreír mucho mientras hablaban Guerra y González ha dado por finalizada la entrevista aún dirigiéndose a los espectadores para decirles “no saben la pena que me da”.
Gema López les acusa de “ser cortesanos como el Rey”
La entrevista del programa ha generado reacciones en sus propios colaboradores. La más clara y contundente ha sido Gema López, que tras escucharles negar el pago a Bárbara Rey no se ha mordido la lengua para señalar a González y Guerra.
“Me esperaba más de ellos, su comportamiento es el de hace 40 años. Callar, pagar, pasar página y ser cortesanos como el Rey”, ha dicho la periodista, añadiendo el oscurantismo que sigue presente sobre esa etapa: “Fue una época en la que hubo corrupción por parte de todos. Sería una responsabilidad política que se aclararan ciertas cosas. Nunca ha habido libertad de prensa con este tema. Yo hace 20 años quise contar cosas y no pude porque me callaron y veo que 20 años después los que tienen que dar respuesta tampoco la dan, así que no me habléis de libertad de prensa, es mentira”.
Gonzalo Miró, contra el “show” del director de 'Espejo Público'
Aunque en la entrevista el show lo han acabado dando González y Guerra, el programa había preparado su propio show de manos de su director, el ex de Sálvame Alberto Díaz, y utilizando a Gonzalo Miró.
Pero el propio Gonzalo Miró no ha querido participar de él, y lo ha explicado todo. El programa le ha pedido estar en una sala contigua, viendo la entrevista y grabando su reacción ante una cámara. Miquel Valls, copresentador de Espejo Público, lo ha introducido a los espectadores diciendo que “Gonzalo estaba esta mañana escuchando atentamente la entrevista”, y dejando ver esas imágenes en las que el colaborador veía la entrevista tranquilamente, sin aspavientos, y hablando de vez en cuando con el cámara y la redactora que habían puesto con él.
Al no haber mucho de donde sacar, Valls le ha preguntado de qué se reía en un momento “a mandíbula batiente”, y Miró ha sido muy sincero: “Pues probablemente sería porque nuestro señor director han entrado a la sala y ha empezado a intentar sacarme alguna cara que no me estaba saliendo y me he reído, claro”. Susanna Griso, al ver cómo el colaborador decía la verdad sobre qué quería lograr el programa de él, ha corroborado: “Quizás es porque estabas siendo poco expresivo”.
Y Miró, de nuevo en tono explicativo, ha confirmado: “Tal vez, pero de todas formas esto es un show que le gusta mucho montar a nuestro querido Alberto, y ayer cuando me lo pidió yo ya le avisé, estaba en preaviso de que no se me iba a notar demasiado”.
Griso, sin negar que querían eso de él, ha insistido: “¿Qué es lo que se tenía que notar y no percibimos en las imágenes? Porque tú no escondes tu animadversión a Alfonso Guerra ni tu cariño a Felipe González”. Y nuevamente Miró le ha dado una explicación: “Eso no es nuevo. Yo a Felipe le quiero porque tengo una relación con él personal desde que tengo uso de razón, y lo que yo piense de Guerra como persona no implica que no sea capaz de escuchar atentamente las reflexiones que hace”. Aún así, por la insistencia de la presentadora, ha acabado diciendo qué le ha gustado, y qué no, de lo que han dicho los expolíticos.