Jorge Javier Vázquez y Belén Esteban se proclamaron ganadores de La última cena este viernes 24 de julio, convirtiéndose así en los mejores chefs del Universo Sálvame. La última entrega del programa les tuvo a ellos como protagonistas en competición contra la otra pareja que se disputaba el trofeo, la que formaron Terelu Campos y Víctor Sandoval.
Además de que los platos preparados por Belén y Jorge Javier fueron los preferidos de sus compañeros, también la audiencia les premió con un 66,63% de los votos.
En su desenlace, La última cena se reafirmó como un programa de variedades capaz de pasar de la risa al llanto en sólo unos segundos. A la noche no le faltó su correspondiente ración de humor –María Patiño, Lydia Lozano y Anabel Pantoja hicieron lo posible para que así fuera–, y también se sirvió una buena dósis de polémicas y dramas.
Kiko Matamoros abandonó el plató durante unos minutos por su (nuevo) enfado con Terelu Campos, y esta hizo exactamente lo mismo cuando Belén Esteban, su rival en la cocina, insinuó que estaba teniendo un mal perder. El enfado se resolvió en los pasillos de Mediaset justo después de que el director del programa, David Valldeperas, saliera escopetado detrás de ellas.
La sorpresa de la noche la dio Mila Ximénez, que este sábado se sentará en el plató de Sálvame Deluxe pero antes quiso hacer una parada en La última cena. Tras explicar entre lágrimas cómo lleva el tratamiento contra el cáncer de pulmón, la tertuliana probó el gazpacho y los chipirones que habían preparado las parejas concursantes.
Y sorpresa también la que dieron los chefs profesionales del programa, Begoña Rodrigo y Sergi Arola, que tuvieron una discusión a cuenta del postre de Terelu y Víctor. Rodrigo les reprochó que hubieran montado la nata justo antes de servir el plato y después de que se hubiera acabado el tiempo de cocinado, mientras que Arola defendió que era así como debían hacerlo.
Bailaron, cantaron, lloraron, rieron y se enfadaron. Y celebraron por todo lo alto el cumpleaños de Jorge Javier Vázquez, que por primera vez en su carrera sopló las velas en un plató de televisión (en esta ocasión, 50 palitos por cada año). La última cena se despidió así, como un concurso del absurdo que ha gustado a la audiencia desde su primera emisión y que este viernes se despidió ante 1.472.000 espectadores, el 16.9%.